Los responsables de Salud Laboral de CCOO y UGT, Carlos Núñez y Jaime Sarmiento, respectivamente, han instado a las administraciones públicas, y en especial a la Inspección de Trabajo, a dar ejemplo en lo que a prevención de riesgos se refiere a raíz del fallecimiento el pasado día 2 de un bombero forestal del retén Adamuz 1 a causa de un infarto.
Se trata de la segunda muerte de un agente forestal en los últimos dos meses por la misma causa, y a estos dos fallecidos hay que añadir el caso de un tercer trabajador que también ha sufrido un infarto esta misma semana y que, afortunadamente, se está recuperando en el hospital.
Los sindicatos señalan que este colectivo es de “alto riesgo” y debería tener “un examen muy exhaustivo en el tema de salud” porque trabaja en unas condiciones bastante extremas, muy exigentes físicamente y con mucho estrés y, encima, al haber poco personal, los descansos son más cortos y esto dificulta la recuperación física.
Para Núñez, se ha llegado a un punto en el que “la muerte de un trabajador, un accidente grave, se tiene por algo normal”, algo que no debería ser así, porque se puede prevenir y más en un sector como este de los bomberos forestales a los que habría que marcarles un coeficiente reductor, en opinión del responsable de CCOO, quien remarcó que es “un colectivo que no puede estar con 55-60 años haciendo ese tipo de trabajo”.
Estos accidentes tienen una causa común para los sindicatos y no es otra que la Reforma Laboral. “El equilibrio que había entre trabajadores y empresarios se ha roto” y “los trabajadores, por temor a perder su puesto de trabajo, muchas veces se callan, renuncian a ciertos derechos”, remarcó Sarmiento.
Asimismo, ambos responsables sindicales coincidieron en señalar que falla la formación y la información en las empresas y sobre esta cuestión Núñez recordó que “es primordial para el tema de la prevención, pero para eso hay que invertir”, cuestión difícil si se tiene en cuenta que, por ejemplo, la Junta de Andalucía ha reducido un 85% su presupuesto para formación en prevención de riesgos laborales.
Por ello, los responsables sindicales hicieron un llamamiento a la Inspección de Trabajo, para que sea más contundente en la exigencia de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. Pero además, los secretarios de Salud Laboral insistieron en que las administraciones tienen que dar ejemplo. En este sentido, Sarmiento insistió en que la actuación de las administraciones “tiene una importancia fundamental en la prevención de riesgos laborales, porque si no se predica con el ejemplo, el empresariado lo está viendo”.
A fecha de julio, la siniestralidad estaba un 3% por encima de las cifras de 2014 para la misma fecha, con 4.469 accidentes contabilizados. Preocupa especialmente el aumento de los accidentes graves, que se ha incrementado en un 26% entre enero y julio respecto al mismo periodo del año pasado.
