Los controles se realizarán entre el 19 y el 23 de febrero

La Policía Local de Córdoba inspecciona desde este lunes el transporte escolar

Emilio Aumente subraya la importancia de garantizar un objetivo “prioritario” como es la seguridad vial de los menores y su desplazamiento “seguro” a los centros educativos. 

Transporte escolar en Colón
photo_camera Transporte escolar en Colón

La Policía Local de Córdoba inspeccionará el transporte escolar en la capital entre el 19 y el 23 de febrero próximos, en el marco de su adhesión a las campañas que realiza cada año la Dirección General de Tráfico (DGT). Así, se llevarán a cabo controles para la vigilancia e inspección de esta modalidad de servicio público dedicada al transporte de escolares. En ellos se supervisarán, entre otros elementos, los sistemas de seguridad y retención, las condiciones técnicas y el cumplimiento de la normativa relativa a los conductores y las personas monitoras acompañantes.

El teniente de alcalde de Presidencia y Seguridad Ciudadana, Emilio Aumente, ha incidido en “la importancia de las campañas preventivas de control en todo lo relativo a la seguridad vial”, al tiempo que ha recordado “los positivos datos cumplimiento que arrojó la anterior campaña de especial control del transporte escolar en la capital”.

“Garantizar la seguridad vial de los menores y su desplazamiento seguro a los centros educativos es un objetivo prioritario”, ha subrayado Aumente, que también ha valorado “los avances conseguidos” tanto en el servicio que prestan los autocares como en la red de caminos escolares seguros y en la formación al respecto del alumnado y el entorno educativo y familiar.

La campaña conjunta con la DGT incidirá especialmente en la realización de inspecciones sobre los autobuses destinados al transporte escolar que realizan su servicio dentro del perímetro urbano, para comprobar si, tanto vehículos como conductores y monitores acompañantes, cumplen con los requisitos que la normativa les impone (autorizaciones y documentos, condiciones técnicas y elementos de seguridad con cinturones y sistemas de retención).

Asimismo, se comprobará que los menores vayan acompañados en el autobús por una persona debidamente cualificada. Y sobre los conductores, se revisarán las exigencias de permisos de conducir, tiempos de conducción y descansos, etcétera.

Cabe recordar que los vehículos dedicados al transporte escolar deben cumplir obligatoriamente con todas las exigencias de la norma estatal y autonómica sobre Condiciones de Seguridad en el Transporte Escolar y de Menores.

Sobre los autocares de transporte escolar la normativa establece, entre otros puntos, que el vehículo no debe tener más de 16 años de antigüedad (diez si no se dedicaba antes a esta actividad. Respecto a los asientos, habrá plazas para minusválidos. El suelo será antideslizante y habrá asideros junto a las puertas y escalones con colores vivos. El tacógrafo es obligatorio y también el limitador de velocidad. Todos los fabricados a partir de 2006 deben llevar cinturones. Las puertas tendrán su mecanismo de acceso protegido. Además, llevarán dos extintores, martillos y botiquín de primeros auxilios. El recorrido y las paradas estarán previamente fijados y autorizados. Contarán con póliza de responsabilidad Civil ilimitada. La velocidad debe ser a 10km/h menos que la establecida en cada vía para los autobuses. Es también obligatorio el acompañante si más de la mitad tienen menos de 12 años. Debe velar por su seguridad en el trayecto subida y bajada del autobús. En los asientos enfrentados a pasillo, los menores de 16 años siempre deben viajar con cinturón.

La DGT recomienda a los usuarios, para ir seguro en el autobús escolar: “No pararse nunca detrás del autobús porque no le ven; esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante. Dentro del autobús, mantenerse sentado y con el cinturón puesto. No correr al llegar, ni al salir. Obedecer al conductor y al monitor”.

A las empresas del sector se les indica que deben “recordar a los pasajeros la importancia de utilizar el cinturón cuando esté disponible, además de desarrollar un protocolo de seguridad, que informe a los pasajeros como comportarse en caso de accidente”.

La importancia del transporte escolar en zona urbana, fundamentalmente en determinados lugares donde existe mayor concentración de colegios, hace que la participación de los ayuntamientos en esta campaña de vigilancia especial tenga una relevancia extraordinaria. Entre otros motivos, porque está comprobado que a 50 kilómetros/hora, velocidad máxima permitida en vías urbanas, las posibilidades de que un niño sobreviva sin ninguna medida de seguridad es prácticamente nula y que, ni siquiera a poca velocidad se garantiza su supervivencia.

Si se acude al colegio andando y en los recorridos a pie desde el bus al centro educativo, desde Tráfico se indica que “deben mirar a ambos lados antes de cruzar, siempre por semáforos o pasos para peatones. Caminarán por el interior de la acera, lejos del bordillo. No cruzarán las calles o plazas en diagonal o zig-zag. Tendrán cuidado con los coches que entran y salen de los garajes. En carretera, deben ir por la izquierda; y de noche, llevar prendas reflectantes.

Según Tráfico, el 90% de los accidentes que se producen durante el transporte escolar tienen lugar en el momento de subir o bajar del vehículo, o en los instantes inmediatos y en muchos casos, se trata de atropellos causados por una distracción del menor, del conductor del transporte escolar o de los acompañantes.