El Pleno del Ayuntamiento de Córdoba ha aprobado por unanimidad la creación de la Mesa de Cosmos, no sin bastante polémica y tensión por las diametralmente opuestas posturas de la Plataforma Aire Limpio y la plantilla de la cementera, que increpó al portavoz de la primera, José Rojas, por no respetar el tiempo de intervención asignado.
El presidente del comité de empresa, Delfín Fernández, pidió la paralización de las actuaciones iniciadas por el Ayuntamiento (la prohibición de incinerar durante un año y el inicio de los trámites para sacar de ordenación a la fábrica) antes de constituir una mesa que considera que nace con poca “credibilidad” dado que no están presentes en ella ni la Junta de Andalucía, cuyos técnicos son los competentes para evaluar la revalorización de residuos, ni la Universidad de Córdoba, que tiene a los expertos académicos. La mesa ha quedado constituida por los grupos municipales, la empresa, el Consejo del Movimiento Ciudadano, la Plataforma Aire Limpio y los sindicatos CCOO y UGT, si bien el acuerdo plenario incluye la solicitud “a entidades, instituciones y organizaciones informes que puedan realizarse al respecto”.
Fernández arremetió en varias ocasiones contra IU, a quien pidió que retire de su página web la foto de una máscara de gas de la I Guerra Mundial que usan como imagen en el acceso a la información sobre el conflicto de Cosmos.
Asimismo, el presidente del comité de empresa reiteró en dos ocasiones que el cierre de Cosmos va a ocasionar más de 20 millones de euros de pérdidas anuales y por ello preguntó a la alcaldesa cómo piensa compensar la pérdida de empleo y las pérdidas de ingresos por impuestos directos e indirectos que se producirá.
La oposición
El turno de intervenciones lo cerró el portavoz de la Plataforma Aire Limpio, José Rojas, quien trató de rebatir algunos de los argumentos esgrimidos por los trabajadores, que también aprovecharon para desmentir las últimas declaraciones de la Plataforma en las que dice que la empresa está chantajeando a los trabajadores, cuestión sobre la que precisaron que “la empresa no nos chantajea, defendemos nuestros puestos de trabajo”.
En cuanto a que el 80% de las cementeras en España y Europa ya revalorizan residuos, uno de los argumentos que vienen utilizando los trabajadores, Rojas dijo que “en todas ellas mantienen un rechazo ciudadano en sus municipios” y puso como ejemplo las sentencias ganadas por las D.O. de vino, pera conferencia y manzana reineta de la comarca leonesa del Bierzo, que “muestran una cara incompatibilidad” entre las cementeras y los cultivos.
Rojas insistió en el impacto ambiental de las canteras y “los ruidos, humos y polvo” que los vecinos tienen que soportar como “un inconveniente inevitable” y la peligrosidad de los residuos químicos que se producen de la combustión de los residuos que se quemarían en Cosmos.
Además, el portavoz de la Plataforma recordó que otras fábricas que quedaron rodeadas por el crecimiento de la ciudad, como los depósitos de Campsa o Carbonell, “tuvieron una respuesta por parte de las instituciones y colaboración de las empresas y hoy están en un polígono industrial adecuado”.
Por último, y entre imprecaciones de algunos de los trabajadores presentes por exceder su tiempo de intervención, volvió a recordar que todos los grupos municipales firmaron el Pacto por el Aire Limpio.
