Controversia con los veladores

Plaza de la Ribera: de rincón silencioso y recoleto a lugar lleno de terrazas

Vecinos de la plaza han protestado junto a la asociación 'La Axerquía'. A ellos se une el Consejo de Movimiento Ciudadano. La puesta en marcha del Moriles de la Ribera ha terminado con una situación previa de acuerdo. Moriles indica que hacen lo que les ha indicado Urbanismo
Protestas de los vecinos de La Axerquía por las terrazas de los bares en la Ribera
photo_camera Protestas de los vecinos de la Axerquía por las terrazas de los bares en la Ribera

Algunos vecinos del casco antiguo amparados por la asociación vecinal 'La Axerquía' han protestado estos días por la situación en la conocida como Plaza de la Ribera, lugar en el que confluyen varias terrazas de bares o restaurantes, como la del Amapola, La Tinaja o el nuevo Moriles de la Ribera, lugar en concreto contra el que se lanzan las críticas, como ha detallado la presidenta de la mencionada asociación, Juana Pérez.

Según ha explicado Pérez la terraza de Moriles no tiene permiso, algo que niega el responsable del local, José Cordón, que asegura tenerlo a pesar de que la Gerencia de Urbanismo, como ha confirmado su responsable Salvador Fuentes, le ha requerido información. A su vez Fuentes ha solicitado ante el caso, dadas las circunstancias económicas, "prudencia y sentido común", y ha asegurado que el local está respondiendo a los requerimientos del Ayuntamiento. El propio Cordón reconoce que han tenido que responder a dichos requerimientos. 'La Axerquía' sin embargo insiste en que el permiso no existe.

En este cruce de opiniones diversas. para 'la Axerquía', el restaurante Moriles rompe una cierta armonía conseguida en cuanto a las terrazas mediante diversos acuerdos. Hace tiempo los veladores se ponían tanto en la parte de arriba del lugar como abajo. Y además había que sumar durante muchos meses un puesto de caracoles. Los vecinos se quejaban por esta extrema ocupación. 

En la mesa de veladores se consiguió regular este asunto. Las mesas no ocuparían toda la plaza sino que habría una distribución más coherente y las terrazas no podrían usar toda la plaza. También se eliminó el puesto de caracoles.

La llegada del Moriles ha supuesto de nuevo la ocupación de toda la plaza, y además denuncian que mucha gente bebe fuera del local sin mantener las medidas de seguridad por la Covid 19. 

Para Cordón el problema es exclusivo y particular de un solo vecino que se ha amparado en la asociación vecinal, y además detalla que los vecinos no han solicitado ningún encuentro con él: "Se ha convertido en adalid de la plaza, parece que la plaza es suya, hasta el punto de que cuando vinimos nos comentó que era particular, algo que no es así". El responsable de Moriles indica que la situación es injusta cuando los vecinos hablan de hacinamiento, ruido y otras molestias, puesto que considera que 'La Axerquía' no se persona contra los establecimientos que también se encuentran allí, sino solamente contra el suyo. Igualmente indica que ocupan la parte del acerado que les ha indicado Urbanismo.

En ese sentido precisamente la asociación vecinal habla de desinterés por parte del Ayuntamiento e incluso de complicidad con estos sucesos.

Por su parte, José Cordón destaca los 26 puesto de trabajo y la labor de restauración realizada por su empresa en una casa "que se caía a pedazos". Considera las protestas más cercanas a amenazas. Además explica que en la protesta (se puede ver en la foto) no había vecinos representativos de las comunidades de esta pequeña plaza. 

Vecinos de la plaza

Uno de los vecinos del lugar, Francisco Rosales, ha explicado que tras enviar varios escritos al Ayuntamiento no han recibido respuesta. No quiere particularizar en el caso de Moriles, aunque ha sido su apertura la que a su juicio ha desbaratado años de negociaciones para  regular los veladores.

Hay que recordar que a principios de los años dos mil no había ni un solo negocio de hostelería allí. Al poco se abrió el Amapola y en años sucesivos otros restaurantes. De ser un lugar silencioso y recoleto pasó a concentrar en poquísimo espacio a varios negocios, cambiando radicalmente.

Rosales bromea con que en ese escenario de cartón piedra que es el casco histórico todavía quedan vecinos "aunque parece que molestamos". Aboga por llegar a nuevos acuerdos que hagan habitable una plaza en la que ya no se pueden ni usar los bancos. "Mi hijo ni siquiera puede bajar a jugar".

De esta manera, este damnificado por la situación aboga por llegar a nuevos consensos que contente de alguna forma a todas las partes.

Consejo del Movimiento Ciudadano

Tras estas quejas vecinales el Consejo del Movimiento Ciudadano se ha unido a las protestas. En un texto remitido por su presidente, Juan Andrés de Gracia, indica: "La zona de la Ribera es una zona ordenada de forma participada y que ahora se permite que se altere dicha ordenación sin ningún control solo para favorecer intereses particulares en contra del interés general. La no actuación municipal, más allá de levantar actas de visita por la policía local, o la apertura de expedientes sin consecuencias reales, solo supone trasladar un mensaje público de que hay impunidad en hacer lo que cada uno quiera, y que prime el negocio a la salud y a la convivencia, valores que no pueden ponerse en juego y menos en la situación de excepcionalidad que vivimos a nivel estatal". 

La Axerquía a su vez ha manifestado que no dudará en recurrir al Defensor del Pueblo o a los tribunales.