URBANISMO

La obra de Capitulares estará lista en dos semanas sin saber aún si será peatonal

El Ayuntamiento guarda sus intenciones respecto a la peatonalización de la céntrica calle pero anuncia que informará a todos los colectivos

obras capitualres enero 2017
photo_camera Trabajadores de la empresa adjudicataria, durante un descanso en las obras a finales del mes pasado.

La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio (PSOE), acaba de anunciar que las obras de reforma de la calle Capitulares, en pleno centro de la ciudad, estarán terminadas en un plazo de "dos semanas y poco". De ser así, la empresa adjudicataria cumpliría con el plazo máximo establecido para su finalización: siete meses desde el inicio de las obras en agosto del año pasado, aunque el Ayuntamiento intentó, sin éxito, que estuvieran listas antes. 

Lo que la regidora no ha querido aclarar es si la calle, una arteria esencial para el tráfico en el centro, será peatonal por completo o semipeatonal. Lo único que está claro es que no será como antes, con vía libre para cualquier vehículo. Según Ambrosio, el Ayuntamiento dará traslado de lo que se decida hacer con la calle al Consejo Ciudadano y a "todos los sectores implicados". 

El Consistorio mantiene la incógnita de qué hará con el tráfico en Capitulares, pese al tiempo transcurrido desde el inicio de las obras y a que se trata de una vía que afecta en gran medida al tránsito en el resto del centro de la ciudad. Los taxistas ya han manifestado su rechazo a que la calle se cierre por completo al tráfico, que era la idea inicial, y en ello coinciden con el Consejo del Movimiento Ciudadano. 

Capitulares podría terminar siendo una vía semipeatonal, un término ambiguo que muchos ciudadanos desconocen. En las calles de este tipo se limita el acceso al tráfico, normalmente a residentes y servicios, y además vehículos y peatones comparten la misma plataforma sin que haya una separación en altura. Se supone que este tipo de pavimento beneficia al peatón, aunque en la práctica se requieren bolardos o mobiliario urbano para impedir que los coches invadan el espacio destinado a los peatones.