JUZGADO DE LO PENAL NÚMERO 6

La jueza absuelve al jugador del Córdoba CF Simo del delito de lesiones leves contra su pareja

Uno de los agentes de Policía que declaró en el juicio hizo ver que era la segunda vez que acudía al domicilio de la pareja por un aviso semejante
Córdoba CF-Talavera en El Arcángel
photo_camera Simo, en el último encuentro del Córdoba CF ante el Talavera en El Arcángel

La titular del Juzgado de lo Penal número 6, María Revuelta Merino, ha absuelto al jugador del Córdoba CF Simo de un delito de lesiones leves contra su pareja en el ámbito de la violencia sobre la mujer en un juicio rápido y oral celebrado hoy mismo, según la sentencia que ha hecho pública el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

La sentencia no es definitiva y cabe interponer recurso ante ese mismo tribunal en el plazo de cinco días hábiles a partir de su comunicación a las partes.

Según el texto de la magistrada, el pasado 12 de septiembre, sobre las 16.50 horas, estando la pareja en su domicilio se produjo una discusión entre ambos. Por las declaraciones de ambos a la Policía se indica que ese día Simo se iba a marchar de casa a una sesión de entrenamiento y que su pareja le pidió que no lo hiciera poniéndose delante de él en la puerta, lo que provocó una discusión en la que ambos forcejearon hasta que el jugador la apartó metiéndole los dedos en la boca (algo que él mismo reconoció a uno de los agentes) y agarrándola por el cuello.

Fue ella la que llamo a la Policía con la intención, según ha declarado, de presionar a Simo para que no se marchara. Según afirma, volvió a llamar para indicar que no hacía falta que viniera, pero los agentes se personaron en la vivienda. Les abrió ella vestida con una sudadera y la capucha puesta a pesar del calor que hacía. Los agentes encontraron a Simo escondido en un armario escobero semiabierto de la cocina y explicaron que se habían puesto nerviosos y que todo se trataba de un malentendido.

Los agentes interrogaron a la pareja por separado. Según uno de ellos, Simo reconoció el forcejeo y que le introdujo los dedos en la boca y ella añadió que le había cogido también del cuello donde tenía marcas. El segundo agente señaló que ella abrió la puerta llorosa y que la declaración de ella incluía que en el forcejeo de ambos él la agarró del cuello y de los brazos, tirándola al suelo y cogiéndola del pelo. Este segundo agente le recodó a Simo que en abril pasado acudió a este mismo domicilio por un aviso semejante.

Ambos agentes, además contactaron con la madre de ella, quien aseguró que la pareja llevaba mal desde hacía tiempo.

Ese mismo día 12, en torno a ls 18.00 horas, acompañada de policías de paisano, la supuesta agredida acudió al centro de salud y la doctora que la atendió declaró en el juicio que fue ella quien le indicó que su novio la había agredido. El parte médico indicada que presentaba hematomas en el cuello y cervicales, brazo y mejilla izquierdos, arañazos en la muñeca izquierda y contusión en el codo derecho, todo ello en el marco de una discusión "porque iban a finalizar la relación", que ella quería hablar con él y se pudo delante de la puerta y él la agredió sujetándola del cuello y los brazos y dándole empujones.

La juez indica que la única prueba directa es la testificar de la supuesta agredida, que en el acto del juicio oral se limitó a decir que tuvieron una discusión verbal, sin agresión y que las lesiones que presentaba se las habían provocado sus perros. Todo lo demás, en opinión de la titular del juzgado, son de carácter indirecto, que llevan a indicios y sospechas por parte de los agentes, así como de la doctora, que tampoco presenció los hechos.

Todo ello lleva a la Fiscalía a solicitar una condena del acusado por 'prueba de indicios' y la defensa deja sobre la mesa que al no haberse informado a ninguno de los dos por parte de los agentes de su derecho a no declarar, la testificar de ambos debería ser excluida del proceso, lo que ha sido rechazado por la jueza. En cualquier caso, la declaración de la supuesta agredida asegurando que no hubo agresión física y que las heridas tenían como explicación las generadas por sus mascotas, ha optado finalmente por una absolución.