Un detector de humos puede ser la diferencia entre vivir o no vivir en un incendio de vivienda. Por este motivo, la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos van a poner en marcha en Córdoba capital una iniciativa preventiva y solidaria con la instalación gratuita de más de 300 detectores en hogares donde vivan personas mayores solas o con algún tipo de discapacidad o problema de movilidad.
En esta iniciativa participan también el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) y los Servicios Sociales Municipales, los primeros para lo que es la instalación físicas de los aparatos y los segundos para determinar entre las personas que atienden quienes tienen una mayor necesidad de contar con este electrodoméstico que es "el único que te salva la vida", en palabras de Antonio García Infanzón, responsable del Área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación Mapfre.
Como ha indicado, por su parte, el delegado de Seguridad del Ayuntamiento de Córdoba, Miguel Ángel Torrico, la iniciativa se va a poner en marcha sólo en Córdoba, Alicante y Oviedo y "es muy de agradecer que hayan elegido a nuestra ciudad en este paso más en la prevención de males mayores".
Gabriel Muñoz, director de la Asociacion Profesional de Técnicos de Bomberos, que trabaja con la Fundación Mapfre desde hace más de 15 años en programas preventivos, ha recordado que ayer, martes, se presentó el estudio de víctimas de incendios en España en 2021, "el último de los que llevamos haciendo desde 2010", y en él se refleja que hay en España 154 víctimas de incendios en viviendas. De ellas 41 fueron en Andalucía y cinco, en Córdoba. "Lo más llamativo de estos estudios, desde el primero que hicimos, es más del 50% de las víctimas tiene una edad superior a los 65 años, y la mitad o viven solas o tienen alguna discapacidad o dificultad para moverse".
Por tanto, el planteamiento de esta campaña es tratar de llegar al mayor número de hogares posibles para evitar estas situaciones que ponen en riesgo vidas humanas todos los años. Daniel Muñoz, el jefe del SEIS cordobés, ha explicado que el detector es un aparato pequeño, completamente autónomo con una batería de tres pilas que dura cinco años, y se instala muy fácilmente en el techo con un adhesivo o dos tornillos. Emite un sonido muy fuerte cuando detecta la presencia de humo y la idea es instalarlo en alguna de las zonas comuniques de la casa donde haya un mayor rango y diámetro de captación del humo. "Nuestra experiencia es que el 50% de los incendios en vivienda suceden en los salones; un 35%, en dormitorios y un 15%, en cocinas".
La delegada de Servicios Sociales, Eva Contador (PP), ha indicado que esos dispositivos se instalarán por toda la ciudad y ahora mismo "estamos contactando con las personas más vulnerables con las que tratamos a diario desde nuestros servicios para ver quienes serían las adecuadas para recibir este dispositivo".
De igual modo, García, ha indicado que esta iniciativa es un claro ejemplo de la colaboración público-privada para conseguir que los hogares, "que tienen que ser sitios seguros y cómodos no terminen convirtiéndose en una trampa". Su mensaje es "es cerrar la puerta al fuego y que sepamos aislarlo y reaccionar y saber qué hacer en caso de incendio". Algo que ya se encargan de hacer tanto en centros escolares como en centros de mayores.
