La comercializadora de energías renovables Unieléctrica, con sede en la Avenida de El Brillante en Córdoba, ha relanzado su expansión en el Norte de España de la mano de la firma de gestión energética cántabra Provener, tras inaugurar este miércoles sus nuevas instalaciones en Oviedo, desde donde tiene previsto extender su actividad, además de Asturias, a Palencia, Burgos y León, en Castilla y León, así como a Galicia.
Según ha informado Uniléctrica, Provener, tal y como han avanzado sus principales responsables, Antonio Rodríguez Llamazares y Luis Alberto Rodríguez Martínez, va a duplicar sus plantillas de gestión energética en Cantabria y Asturias de gestión energética, que colabora en la ambiciosa estrategia de la comercializadora cordobesa en el Norte del país.
En el acto de inauguración de las oficinas en Oviedo ha participado, en nombre de Unieléctrica, Miguel Ángel Orozco, que destacó las oportunidades que se abren para que las energías verdes, ya rentables para los negocios, comiencen a ser utilizadas por autónomos y pequeñas y medianas empresas.
Imagen de responsabilidad social
Éstos son, precisamente, los principales clientes de la comercializadora cordobesa, "generalmente con contratos 3.0A y 3.1A, que obtienen importantes rebajas respecto a sus anteriores facturas, en ocasiones llegando al 30 por ciento", además de "un plus de imagen de responsabilidad social por el uso de energías respetuosas con el medio ambiente".
Unieléctrica es una comercializadora independiente de renovables que levantó las persianas hace menos de cuatro años, y, aunque aún está lejos de las principales empresas del sector, ya tiene una considerable implantación en todo el territorio nacional, especialmente en Andalucía, Madrid, Levante, Cataluña y Cantabria, habiéndose extendido este año a Canarias y Baleares y después de haber facturado el pasado ejercicio 85 millones de euros.
Actualmente, Unieléctrica cuenta con 17.500 clientes, en su práctica totalidad autónomos, pymes e instituciones y organismos oficiales, todo ello gracias al descenso en los últimos años del coste de las renovables y a ajustar el contrato a las necesidades reales del cliente.
