Medio Ambiente

Ni un vertido más en los ríos cordobeses

La Plataforma Por un Río Vivo reclama responsabilidades por el vertido al Guadalquivir y medidas para evitar que se vuelva a repetir en el futuro

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photo_camera Protesta en el Guadalquivir por el vertido de El Tejar en el río

Más de un centenar de personas se han concentrado esta mañana a los pies de la Torre de La Calahorra para protestar por el vertido de orujo en el Guadalquivir y reclamar a las diferentes administraciones y a la empresa implicada, Oleícolas El Tejar, explicaciones por lo ocurrido, "el más grave desastre ecológico ocurrido en el Guadalquivir de las últimas décadas, en palabras del portavoz de la Plataforma Por Un Río Vivo, Diego Peinazo, y fórmulas efectivas para que no se vuelva a producir en adelante.

La idea es que la catástrofe ecológica, que hasta el momento ha dejado más de cinco toneladas de peces muertos recogidos por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), no caiga en el olvido, ya que "la noticia está pasando muy rápidamente y ya hay voces diciendo que el río funciona como ecosistema con normalidad, y no es así", ha advertido Peinazo a los periodistas presentes. El motivo, en palabras suyas, es que, si bien es verdad que parece que la contaminación como tal se ha reducido, los organismos acuáticos "se han visto muy afectados y se ven pocas especies que dependen de él, y eso es señal de que el ecosistema lo tiene aún alterado".

El acto ha incluido la lectura de un manifiesto en el que se ha incidido en que "las aguas negras del Guadalquivir nos recuerdan otros tiempos: aquellos en los que el alpechín se vertía directamente provocando continuas mortandades de peces y un olor insoportable". Eso cambió algo en 1981 cuando se prohibió su vertido. "Sin embargo, por incidencia o de forma intencionada, las contaminaciones por alpechín han sido una constante en ríos y arroyos andaluces" y ejemplo de ello este mismo año ha sido el vertido en el Arroyo Salado en Villa del Río y Manoseadas en Baena.

Triple protagonismo

Las exigencias lanzadas desde esta concentración tienen un triple protagonista: A El Tejar para que explique las circunstancias en las que se produjo el vertido y las medias a desarrollar para que no vuelva a suceder; a la Junta, para que haga accesibles a la opinión pública las acciones emprendidas desde que tuvieron conocimiento del vertido, los medios de inspección y el control que se tiene de las instalaciones que pueden provocar estos vertidos, además de realizar un proceso riguroso de sanción a la empresa, y a la CHG, para que explique el protocolo a seguir para mitigar el vertido, el proceso sancionador puesto en marcha y los planes de restauración previstos del tramo del río afectado.

Peinazo ha detallado algo cada uno de estos puntos al indicar que El Tejar ha hablado de la rotura de una tubería de dos pulgadas, sin especificar si hay alguna medida de control para que el vertido acabe en el río. De hecho, la empresa "un contaminante justo al lado del cauce", por lo que hay reforzar os niveles de control para que no se vuelva a repetir.

RÍO VIVO

Ennttre otras cuestiones, el portavoz de la Plataforma ha destacado que entre que se produjo el vertido y la adopción de las primeras medidas de actuación "pasó mucho tiempo, que hubiera podido haber mitigado los efectos del vertido, y eso es responsabilidad de alguien, por lo  que queremos saber de quién". Entre otras cuestiones, porque el colectivo busca una sanción ejemplar en proporción real al daño causado, con lo que han reclamado a la Junta y al Gobierno central que recuperen el ecosistema y detallen los daños para que tengan su reflejo en la responsabilidad civil de la empresa.

Lo que no pudo especificar el portavoz es el daño real en el ecosistema. "Son cuestiones que se verá con el tiempo, porque hay organismos que han desaparecido y aquí se da el caso de una libélula, que sólo tiene la zona del Guadalquivir cordobéses para reproducirse y que "veremos cómo le ha afectado".