SOLIDARIDAD

Cuando unas sencillas naranjas son la diferencia entre exclusión e inclusión

En  el 2019 Fepamic ha conseguido  insertar laboralmente a 819 personas
Trabajadores de Fepamic recogiendo naranjas en la zona de María la Judía
photo_camera Trabajadores de Fepamic recogiendo naranjas en la zona de María la Judía

Tres equipos 23 personas cada uno pertenecientes a la Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Córdoba (Fepamic) se han dividido por diversos puntos de la ciudad para recoger naranjas. En concreto los equipos han trabajado en la zona de María la Judía, Campo de la Verdad y Villarrubia. Se trata de naranjas de pequeño tamaño, y que por tanto no se usan, por ejemplo, para hacer mermelada, como sí servirán otras que se recogerán después de las fiestas. Sin embargo su caída, además de ensuciar, puede provocar accidentes al pisarla, de ahí le premura en determinados árboles. 

Todos los trabajadores son personas en riesgo de exclusión social y con discapacidad, como ha explicado la presidenta de Fepamic, Sara Rodríguez, quien ha indicado que la bolsa de empleo de Fepamic la forman más de 8.000 personas. Estos trabajadores están contratados cuatro años. Su situación es tal que Rodríguez ha detalllado que algunos no superaban el año de cotización en los últimos 15 meses.

"Aprovechamos para enseñar hábitos para trabajar, porque se enseña y se forma desde el principio". Como añade la presidenta de Fepamic, algunas siguen formándose en este ámbito  hasta convertirse en tres años en jefe de equipo.

Además de la recogida de naranjas, el centro de empleo de la Federación deriva trabajadores a otros ámbitos, por ejemplo limpieza de comunidades, limpieza de coches, limpieza viaria en pueblos, al propio trabajo en las diversas secciones de Fepamic (desde centros de día a la propia recepción telefónica) o monitores que cuidan a niños discapacitados en los colegios.

En  el 2019 Fepamic ha conseguido  insertar laboralmente a 819 personas. Rodríguez ha explicado que una gran parte de los  discapacitados cordobeses no tienen formación, por lo que en un principio se optó por labores que no la requerían A partir de ahí la Federación se fue especializando en incluso ya ha dado el salto a la formación en cocina, cátering,  especialista en neuro-rehabilitación o destrucción de archivos.