Justo por estas fechas, el próximo 9 de octubre, hace de esto cinco años el Centro de Recepción de Visitantes (CRV) abrió sus puertas en Córdoba en un entorno envidiable, muy próximo a la Mezquita-Catedral (algunos consideran incluso que el hace sombra) al Arco del Puente y al Triunfo de San Rafael. Una de las trilogías patrimoniales que más turistas atraen a la ciudad de Córdoba.
Según fuentes municipales consultadas por este periódico, en los últimos tres años, es decir desde 2017, el CRV recibe una media anual de 300.000 visitantes, en su mayoría procedentes de Francia, Inglaterra y Alemania, seguidos de italianos y centroeurpeos.
No obstante, está comenzando a notarse un incremento de turistas venidos de países islámicos, como Dubai, Qatar o Malasia, pero también es "significativo" el aumento de visitantes chinos. Por contra han bajado "mucho" los rusos y los portugueses.
Madrileños y valencianos
De España acuden preferentemente desde la capital, Madrid, aunque desde la puesta en marcha de la Alta Velocidad a Levante los valencianos también han comenzado a hacer acto de presencia en Córdoba.
Con respecto a los intereses que muestran para acudir al Centro de Recepción de Visitantes para plantear sus dudas, han crecido bastante las visitas a Medina Azahara, tras su declaración por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. De todos modos, los reyes del mambo siguen siendo Los Patios y la Mezquita-Catedral, por este orden. También se pregunta y se valora el conjunto patrimonial de la ciudad, la gastronomía y el ocio.
Además de aportar información, el CRV, compuesto de dos edificios, ha acogido en lo que va de año más de 170 eventos, entre congresos de pequeño formato, jornadas formativas, recepciones y actividades culturales tales como los conciertos de la terraza en verano.
Según un proyecto ideado por el arquitecto Juan Cuenca, su construcción la llevó a cabo la Junta de Andalucía en el marco del Plan de Actuaciones en el Puente Romano de Córdoba y Entornos. Las obras propiamente dichas se iniciaron en febrero de 2007 con un presupuesto de 4.837.455 euros. Y, aunque estaba previsto un plazo de ejecución de 24 meses, la aparición de restos arqueológicos retrasó su terminación hasta principios de 2013.