Dos cordobeses en el terremoto de Chiapas

"La casa crujía, la calle se movía como un flan; caminar se hacía difícil y duro"

En San Cristóbal de las Casas donde viven desde hace meses hay dos fallecidos por el derrumbe de una vivienda

Rafa e Inma

"La casa crujía y a calle se movía como un flan; por primera vez hemos surfeado una calle". Con el miedo aún metido en el cuerpo, pero sin perder el sentido del humor, dos cordobeses residentes desde hace años en Granada, Inmaculada Hidalgo y Rafael Pedrosa, han vivido muy de cerca el terremoto que esta misma mañana se ha dejado sentir fuertemente en el estado mexicano de Chiapas y que ha alcanzado una magnitud de 8,4 en la escala Richter, lo que lo convierte en uno de los más fuertes de los últimos 25 los en el país americano.

Desde hace unos meses viven en San Cristóbal de las Casas, el mayor centro urbano de de la región de Los Altos, con unos 160.000 habitantes, pero carece de edificios altos, que suelen convertirse en ratoneras en catástrofes de este tipo. Aún así, por el momento se han registrado dos muertos en esa localidad por el derrumbamiento de una casa y se desconoce la cifra de víctimas en el resto del estado soberano.

Tuvo lugar a las a las 23.49 horas de México de ayer, el equivalente a las local del 7 de septiembre (a las 06.49 hora española de esta misma mañana). "Ha sido corto, tenemos riesgo de tsunami y la gente se va a quedar toda la noche en la calle sin volver a sus casas; me ha estado temblando el cuerpo más de 10 minutos", señala Rafael. Su mujer, Inmaculada, explica que "ha sido lo más impresionante que he sentido en mi vida: Todo se movía hacia los lados y de abajo a arriba como si fuera un percutor a la vez; caminar era difícil y duro. Ha sido un eterno minuto y pico. Fortísimo".

No es el primero del verano

A Rafael el terremoto le pilló ya durmiendo, mientras que Inmaculada estaba despierta en ese momento. El epicentro del seísmo tuvo lugar a 137 kilómetros de donde ellos estaban, en la costa del Pacífico. Concretamente a 33 kilómetros y a 109 kilómetros al suroeste de El Palmarcito y a 228 kilómetros al suroeste de Tuxtla Gutiérrez. Y no es el primero de gran magnitud que tiene lugar este verano, ya que el pasado 15 de junio se registró otro terremoto de escala 7 en la zona de Chiapas.

Aún cuando hay riesgo de réplicas que podrían ser más leves y de que la gente de San Cristóbal señalaba que no iba a volver a sus casas por miedo, a las 09.30 horas (de España; las 02.30 horas de México) las calles volvían a estar vacías, porque los lugareños preferían estar bajo abrigo. También hay alertas de tsnuamis, "pero a nosotros nos pilla muy lejos", explican ya algo más recuperados.