SEGÚN DATOS DE CONSTRUCOR

El sector de las reformas ha crecido un 40% en los últimos cinco años

La pandemia del Coronavirus no ha sido el detonante, sino la mayor dimensión del mercado de la vivienda usada que viene aparejada con obras de mejora
Obras del nuevo Centro de Emergencia Habitacional 2
photo_camera Reforma de un edificio para darle un nuevo uso

Las obras de reformas en viviendas en la provincia de Córdoba se han visto incrementadas en los últimos años en torno a un 40%, según ha explicado a este periódico el secretario general de Constructor, Francisco Carmona Castejón. Y es que lejos de lo que se está 'vendiendo' a nivel nacional no es la pandemia ni el ahorro de las familias las que impulsan esta actividad, sino que viene ya de hace unos años.

La causa que ha determinado este incremento ha sido la mayor dimensión del mercado en materia de vivienda usada, "que siempre viene aparejada con una intención de reformar", y eso provocó ya en 2015 un alza tibio o incipiente de esta actividad. Pero no fue hasta 2016 cuando despegó para ir en ascenso, especialmente en rehabilitación de interior de viviendas, así como de zonas comunes vecinales para la eliminación de barreras arquitectónicas y mejoras de la accesibilidad.

"Sobre el año 2020 no tenemos aún datos fiables, pero sí que se produjo un descenso coyuntural de las reformas debido a las restricciones que dificultaban la posibilidad de ir a visitar en persona las viviendas, por lo que el mercado de la segunda mano también se frenó", ha especificado el responsable de la Asociación de Empresarios de la Construcción e Infraestructuras de Córdoba.

¿La confortabilidad de cara a nuevos confinamientos o restricciones de la pandemia mas duras no han tenido que ver en este crecimiento? Pues, al parecer, no ha tenido por que afectar. Lo que sí ha hecho es cambiar la preferencia a la hora de buscar vivienda, porque eu "porcentaje alto" está buscando vivienda con buenas zonas comunes, terrazas y balcones, mientras que para viviendas unifamiliares se busca que tenga un jardín "generoso".

Volviendo al setor de las reformas y la rehabilitación, los precios en Córdoba son bastante elásticos, con un promedio de entre 25.000 y 35.000 euros por actuación, centrados especialmente en elementos en viviendas usadas de 20 años relacionados con los baños, la cocina o la redistribución de la casa. Esto último muy relacionado con el teletrabajo, que ha llegado para quedarse.

"Y es que se da la circunstancia de que las familias ya no tienen tantos hijos como antes, por lo que lo normal es que si una casa tiene cuatro habitaciones, una de ellas acabe dedicándose a despacho o zona de trabajo en casa", ha añadido Carmona.

Se trata de una actividad que supone otro nicho de mercado abierto a las empresas, pero no a todas ellas. Las grandes constructoras, por ejemplo, no miran hacia estas obras, porque no les resultan interesantes. Hay que tener en cuenta que están dimensionales para otro tipo de obras, con un personal más cualificado. Por tanto, se queda para empresas más pequeñas con un personal de tres o cuatro trabajadores, más los servicios que se tengan que contratar para instalaciones como las eléctricas, por lo que con el tiempo "van creando una cadena de contratación cada vez más sólida en la que la contratación ya no es tan volátil".

Se trata, por tanto, de un espacio "muy bien cubierto" por las firmas que hay, que actúan como empresas especializadas y que tienen su estructura montada tanto para la caporal como para el resto de la provincia.

Las construtoras de mediano tamaño miran más bien al desarrollo de edificios de entre 60  y 70 viviendas que están siendo tendencia en la actualidad y que tiene visos de continuar durante un tiempo, no sólo en Córdoba, sino en cualquier rincón del país. Y es que el sector está comenzando a salir de la dura crisis experimentada en 2008, precisamente por el reventón de la burbuja inmobiliaria, tras la terrible escabechina de firmas que se han quedado por el camino.

Entre ellas, los grandes buques insignia, como Ángel Tirado, Prasa, Noriega, Montealto o las del empresario Rafael Gómez como Arenal 2000, o también las que tienen un marcado carácter familiar y por razones de todo tipo no tienen sucesión para continuar con el negocio. Pero se han quedado las medianas, "que han sabido aguantar el envite y están mucho mejor a nivel de deuda y de solvencia".

Para hacerse una idea del golpe que ha supuesto la crisis para el sector, Francisco Carmona ha comparado la población activa relacionada con la construcción y la inmobiliaria en 2007 o 2008 cuando había una media de 48.500 personas, y, salvo  el periodo de diciembre de 2020 con 19.000 personas dentro de la actividad, la bajada ha llegado a una media anula de 17.200 personas.