El alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), ha asegurado que encargar a "un centro especial de empleo, sin ánimo de lucro y especialmente indicado para personas con discapacidad" el trabajo de controlar la portería de los centros escolares públicos de la capital no es una privatización, sino "una acción social". De este modo ha respondido a los periodistas cuando se le ha preguntado su opinión sobre la entrega de más de 5.200 firmas por parte del colectivo en contra de esa privatización.
Acto seguido, el alcalde ha afirmado que los ordenanzas de los centros formativos se mueven por todo el ámbito del Ayuntamiento, y tan pronto pueden estar en la puerta de un colegio como en uno de los museos municipales o en un centro cívico, es decir "donde sea necesario" su trabajo.
El problema para el alcalde es que en los últimos años se han producido muchas jubilaciones, de modo que no hay personal suficiente para cvubrir las necesidades ni de los colegios ni tampoco de otros servicios. Por eso, desde el gobierno local "se plantea como solución posible que la vigilancia en los centros escolares y también de apoyo a la actividad de la cominnidad educativa lo pueda prestar un centro especial de empleo que no tiene ánimo de lucro", ha dicho. Y a pesar de eso, el servicio "va a seguir siendo público" y decir lo contrario es "mentira y falso". En este sentido, Bellido ha apuntado a empresas como Fepamic y Prode, que pueden realizar esa labor.
En su opinión, ese tipo de firmas prestarían "perfectamente el servicio" y, por otro lado, liberaría a los actuales ordenanzas para cubrir optros servicios, que es lo que ya ha planteado en varias ocasiones el responsable de Recursos Humanos, Bernardo Jordano (PP), en más de un Pleno. Eso sí, Bellido ha asegurado que los ordenanzas, trabajen donde trabajen, "no van a perder absolutamente ninguna de sus condiciones laborales".
Pero teniendo en cuenta el movimiento en contra de esta medida, el regidor cordobés ha asegurado que "no se va a imponer nada a nadie" y, al contrario, se va a "dialogar con todo el mundo", es decir la comunidad educativa y los sindicatos para ver cuál qué opcurre finalmente. Es más, Bellido ha asegurado que "si prefieren seguir con el sistema actual, no se hará", aunque ha adverido que, en ese caso, "van a salir perdiendo", porque sólo se podría "seguir tapando agujeros con personal como se pueda".
