Fórmula contra el cambio climático

El Ayuntamiento gestionará la vegetación espontánea de los solares en desuso

Este nuevo modelo se debatirá el próximo día 15 en el Jardín Botánico con expertos de Barcelona y Lyon (Francia)

Pernichi
photo_camera Amparo Pernichi

"Pradera espontánea" o gestión de las malas hierbas, que en Córdoba se les suele denominar popularmente jaramagos. Por ese camino camino podría ir el futuro concepto de infraestructuras verdes en la capital cordobesa como fórmula para combatir el cambio climático, según ha avanzado esta mañana la concejal de Infraestructuras y Medio Ambiente, Amparo Pernichi (IU).

Será el punto central de un debate que tendrá lugar el próximo día 15 en el Real Jardín Botánico de Córdoba, donde estarán representantes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y Medio Ambiente, así como expertos de las localidades de Barcelona y Lyon (Francia), "donde están muy avanzados en estas técnicas de aprovechamiento de la vegetación espontánea en solares en desuso y locales cerrados", ha añadido la edil.

Vegetación espontánea en un solar de la capital cordobesa

No se trata de dejar que las malas hierbas crezcan a su antojo, pero sí requerirán de un mínimo cuidado para evitar que sobrepasen alturas de 1,5 metros, mientras que en la época estival, cuando se seque, la tierra se roturaría y se dejaría que volviera a crecer "en cuanto caigan las primeras gotas". Pernichi también ha recordado que se limitaría el uso de fito sanitarios, que es lo que pretende el Ministerio, y ha acaparado que es algo que vaya a sustituir a los actuales jardines clásicos de césped y plantas de temporada que ya hay hechos, pero sí sería el concepto novedoso para futuros espacios verdes en la capital.

hay que recordar que en la actualidad hay un déficit hídrico de prácticamente el 38%, que el periodo de sequía va a prolongarse y que hasta la propia Condeferación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha solicitado al Gobierno un plan de emergencia ante la falta de precipitaciones.

La idea, por tanto, es "poner en valor las praderas espontáneas que necesitan menos agua y personal para adaptar la ciudad al cambio climático", ha resumido Pernichi.