La Asociación Andaluza de Barrios Ignorados en Córdoba ha exigido este lunes 20 de febrero, Día Internacional de la Justicia Social, mejoras educativas contra el absentismo y el fracaso escolar, medidas para el mantenimiento del sistema sanitario público en los barrios y soluciones a los cortes del suministro eléctrico.
En una concentración a las puertas de la Delegación del Gobierno de la junta, el portavoz del colectivo, Francisco Povedano Cáliz, ha lamentado que los planes integrales anunciados por los diferentes administraciones "han fracasado" y a los datos se ha remitido al señalar que este año en las barriadas de Las Palmeras, Las Moreras y Guadalquivir "hay un fracaso escolar de entre el 90 y el 92%, y eso no es tolerable". Las autoridades, en este aspecto, llegaron a recoger algunos de los documentos que les entregó este colectivo antes de la pandemia para la lucha contra el fracaso escolar, "pero gobierno quien gobierna, nadie se ha interesado por lo que supone algo tan importante como la educación es estos barrios".
En su opinión, "si la educación y la Formación Profesional avanzan en estos barrios, tendremos menos precariedad de la que hay ahora, pero si no, será una precariedad total y será lo que lleve al mundo obrero a una cada vez mayor situación de pobreza". Y es que el principal problema de estos barrios deprimidos, que son 99 en Andalucía y con un millón de personas en su interior, prácticamente en exclusión social es, sin lugar a dudas, el fracaso escolar.
"Nosotros denunciamos que se está convirtiendo en un gran gueto dentro de estos barrio, porque viendo que no se avanza en calidad escolar los padres llevan a su hijos fuera del barrio y, por tanto, ese gueto se está profundizando y agudizando cada día más", advierte el portavoz. Barrios Ignorados ha presentado hoy mismo en sociedad su Proyecto Palanca, y "si las autoridades están dispuestas a que lleguemos a algún acuerdo en este sentido, mejor, de modo que se pueda avanzar y reducir el fracaso escolar y sobre todo plantearse seriamente lo que es la Formación Profesional". La razón es que en estos barrios la gente desde los 18 a cerca de 40 años ninguno tiene una profesión y acudir a una empresa para ofrecerse a trabajar como fontanero o carpintero, "que son los oficios que nosotros entendemos que allí tienen más cabida", pero hasta la fecha, "se da la ignorancia más absoluta" por parte de la administración.
Povedano ha insistido en que los planes integrales de las administraciones "no están funcionando". Y un ejemplo de ellos es que si alguien va al colegio Duque de Rivas de Las Palmeras o el Pedagogo "pueden ver la asistencia que hay de niños y el nivel que hay, no por falta de interés de los enseñantes, sino por una falta de plantear el auténtico problema que hay allí".
Se necesitaría, en su opinión, buscar incentivos para que los jóvenes quieran aprender y para ello, lo primero es crear un ambiente de motivación y de itinerario familiar. "O se implican la familia y las organizaciones sociales junto con la administración o no se va a avanzar". Máxime cuando en los tres barrios citados el paro de la juventud está por encima del 80%. "Venimos denunciando que Córdoba tiene tres de los cinco barrios más pobres que hay en Andalucía, y hay una clara falta de interés de la administraciones por resolver eso; la enseñanza es una pobreza que lleva a las personas a hundirse en el sufrimiento y en la desesperación y sobre todo en no creer ya en nadie", se ha lamentado.
Barrios Ignorados han leído un manifiesto en el que ha señalado que la educación reglada y no reglada "no está funcionando en muchos de los colegios de nuestros barrios", algo que se puede ver en "las altas cifras de absentismo, fracaso y abandono temprano escolar".
Por ello, desde la asociación han señalado que "es necesario otro modelo de escuela en el que se tenga en cuenta todo el contexto socio-familiar de los niños, se acompañe integralmente a toda la familia para erradicar eficazmente los principales problemas que les afectan y salir así de la espiral de pobreza y exclusión".
"Es urgente cambiar el modo de intervención por parte de todas las administraciones públicas con competencias en los barrios", ha afirmado la asociación, que ha pedido que se implante como experiencia piloto 'El Proyecto Palanca', elaborado por la propia asociación, "en colaboración con expertos en el ámbito educativo", y en el que se recogen "las principales claves del fracaso escolar y cómo entendemos que debe ser esta nueva escuela que eduque para la inclusión".
Por otra parte, la Asociación Andaluza de Barrios Ignorados ha expresado que, "a partir del confinamiento por la pandemia, se ha puesto de manifiesto de manera radical lo que muchos colectivos venían denunciando anteriormente: se está deteriorando el sistema sanitario público", lamentado que "hay menos profesionales sanitarios en nuestros barrios, lo que hace más difícil recibir atención de calidad en un plazo adecuado".
"Para miles de familias su situación es cada vez más angustiosa al no ser atendidas y tener que vivir con la frustración y sufrimiento que conlleva la falta de salud". "La esperanza de vida en los barrios más desfavorecidos es un 25 por ciento más baja en comparación con la media de la ciudad y esto irá empeorando", han alertado desde la asociación.
Por último, ha criticado que cuando los gobiernos "central, autonómico y municipal no cumple con sus funciones y no trabaja para fomentar la cohesión e igualdad social, las consecuencias son impredecibles y cada vez serán peores". Como consecuencia, "en los últimos 3-4 años, en muchos barrios de las grandes ciudades andaluzas se ha agravado el fenómeno de los apagones y cortes de luz".
"Muchas familias, a pesar de que pagan sus facturas, sufren frecuentes cortes diarios o semanales del suministro eléctrico, algunos de varias horas, incluso hay zonas en las que solo tienen luz durante dos-tres horas al día", según ha puesto de manifiesto la asociación.
Al respecto, ha señalado que las consecuencias "más inmediatas de esta negligencia por parte de la administración incluyen el no funcionamiento de los ascensores, la dificultad para las personas electrodependientes, y el uso de velas para iluminarse y poder estudiar", unas situaciones de las que "ni el estado ni empresas energéticas se hacen responsables".
