Hace dos años en Campo Madre de Dios

Apdha denuncia que no se investigue la muerte de un joven en los calabozos

Murió de una peritonitis tras pasar cuatro horas gritando de dolor y pidiendo auxilio sin que nadie le atendiera

Vehículo de la Policía en la Comisaría de Campo Madre de Dios
photo_camera Vehículo de la Policía en la Comisaría de Campo Madre de Dios

Hoy, martes, 16, se cumplen dos años de la muerte de Jonatan, un joven de 25 años que se encontraba en los calabozos de la Comisaría de Córdoba, por una pelea la noche anterior, y que falleció solo en su celda después de cuatro horas pidiendo auxilio. La delegación cordobesa de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha) ha denunciado a través de un comunicado que tras dos años, las investigaciones "no avanzan" y que el procedimiento judicial "se encuentra estancado".

El fallecimiento se produjo por una 'peritonitis secundaria a rotura intestinal' que no le fue diagnosticada tras estar varias horas en un centro de salud y en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. La pareja y familia del joven, quien por aquel entonces era padre de un bebé, se personó como acusación particular en la investigación y solicitó la grabación de las cámaras, que fue entregada por la Policía incompleta, sin la secuencia final, lo que en opinión de la asociación, genera "como mínimo sospechas".

En la grabación se observa cómo desde antes de las 18.00 horas, el joven pedía auxilio de manera insistente, lo que corroboran los detenidos en celdas adyacentes, que han manifestado que oyeron "gritos de dolor" y que el joven presentaba un evidente mal estado. Pese a ello, denuncia la organización, no fue trasladado al hospital y falleció solo en el calabozo alrededor de las 22.00 horas.

"Es necesario investigar y esclarecer cuáles fueron las causas por las que, pese a existir una petición de auxilio durante cuatro horas, Jonatan no fue atendido y cómo, pese a asistir en dos ocasiones a urgencias, no le fue diagnosticada una peritonitis de tal gravedad que en 24 horas le causó la muerte", añade el comunicado de Apdha.

Defensor del Pueblo

Se da la circunstancia, detallan, de que el Mecanismo Nacional de la Prevención de la Tortura perteneciente al Defensor del Pueblo Español, en su última visita a la Comisaría de Córdoba Este (en Campo Madre de Dios) había señalado importantes deficiencias en los calabozos y se había reiterado en las ya manifestadas en su informe del 2011, entre las que se encontraban "condiciones muy deficientes de limpieza, climatización, ventilación, luminosidad, conservación y mantenimiento, así como en especial, de videovigilancia".

La asociación revela que el informe de la visita del órgano del Defensor del Pueblo Español destaca expresamente que "para una rápida actuación de los agentes de  custodia en caso de producirse un incidente en los calabozos, los monitores de visualizaciónde las imágenes de videovigilancia, además de ir modernizándose, deberían estar instalados en la zona de custodia, con independencia de que también estén en la zona de control de acceso a las instalaciones".

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Además, en marzo de 2015, la Defensora del Pueblo concluyó la necesidad de instalar sistemas sonoros de llamada en el interior de las celdas y se realizó la sugerencia de instalar monitores receptores en los propios calabozos, actuación que fue rechazada por el Ministerio del Interior por no considerar "conveniente el cambio de ubicación de los monitores receptores de imágenes de las cámaras ubicadas en los calabozos, dada la necesidad de no disgregar los recursos humanos de seguridad del edificio y custodia de detenidos", argumentó.

A juicio de la asociación la instalación de los adecuados sistemas de sonoros y los monitores de visualización, unidos a la adecuada vigilancia hubieran impedido o dificultado el fallecimiento. Es evidente, critican desde la organización, la necesidad de revisar los protocolos de asistencia a los detenidos, pues con la privación de libertad existe una menor capacidad crítica o de acudir a urgencias y además, se hace "plenamente exigible desde el punto de vista humano" que una persona que acude en urgencias en dos ocasiones, hubiese tenido el derecho al menos a estar acompañado por sus familiares, y de esta manera evitar el desenlace completamente inhumano de fallecer solo en un calabozo tras 24 horas de detención.