Nacido en Madrid, lleva en Córdoba desde los nueve años. Su padre es de Villanueva de Córdoba y su madre, de Quintana Redonda, en Soria, un pueblecito donde iba de forma habitual durante su infancia en los veranos "huyendo del calor". Mis abuelos maternos y paternos se fueron a vivir a Madrid.
Estudió en la Santísima Trinidad y en el Instituto Séneca, mientras que la carrera de Ingeniería Técnica Industrial la inició en Córdoba, para continuarla en Granada y Jaén. "Me fichó el Real Jaén, yo era futbolista, y allí fue donde jugué y estudié". Pero Jaén fue también el lugar donde tomó la decisión de ser bombero.
¿La razón? Una ruptura del ligamento cruzado anterior cuando al intentar hacer un regate la bota se le quedó clavada al barro y algo crujió de forma fatídica en su pierna derecha. Eso le obligó a pasar mucho tiempo en un gimnasio. Allí conocido a un grupo de personas que estaba claro que no iban ni a lucirse ni mantenerse por estética, sino que se estaban preparando de verdad para algo. Entre ellos estaba un compañero, Jesús, suyo de la carrera que le aplicó que iban para bomberos.
Su amigo había echado la oposición de Canarias y le explicó que había que sacarse el carné de camión, conocieron por dentro el parque de bomberos de la ciudad. Se metió en ese mundillo y empezó a conocerlo hasta que "me enganchó desde el minuto uno". Es decir, tuvo meridianamente claro que no iba a trabajar de ingeniero en su vida. "En las prácticas de empresa me di cuenta de que si mi trabajo iba a ser estar metido en un despacho, eso no encajaba conmigo". Era otra profesión la que le llamaba y le apasionaba. "Cuesta mucho sacar la profesión de bombero, pero la disfrutas, todo lo contrario a otra que es pura monotonía, y al final vas conociendo a gente en el camino con los que te haces amigos y compañeros". Es lo que muchos llaman y consideran la llamada irremediable de la vocación.
Es curioso que haya vocaciones que no dan la cara hasta que se produce algún tipo de chispa que las ilumina.
Fíjate que mis padres viven en la Avenida del Aeropuerto, es decir que tengo el parque a 150 metros. ¿Te puedes creer que nunca me he fijado yo ni nada me llamó para ser bombero a pesar de la cantidad de veces que pasaba por delante? Yo iba a entrenar al Colacao, imagínate si veía el parque. Pues no me llamaba la atención para nada.
¿Qué pasó con su faceta de futbolista?
La verdad es que tenía una progresión muy buena. Estaba en Jaén en Segunda B y a punto de fichar para Segunda A y al romperme el cruzado con 20 años. No es por nada, pero se me daba bien y era bastante bueno; destacaba en el equipo y una vez que volví a salir al campo, en un salto de cabeza volví a caer y se me fue la rodilla del todo. A partir de ahí fue un año y medio de sacrificio. Me operó el médico del Betis y me dijo claramente que ya no volvía a jugar al fútbol, que era mi pasión. Fue un golpe duro. Hice todo lo posible y gracias a eso me quedé perfectamente recuperado y he podido opositar y sigo compitiendo al máximo nivel.
¿Hizo las oposiciones en Jaén?
En toda España de Salamanca para abajo. Me presenté a 20 oposiciones. Empecé de interino en Cádiz, en el parque de Jerez de la Frontera. Todo el mundo sabe el problema de enchufismo que hay en oposiciones y para las 12 plazas que había ninguno de los interinos que estábamos de fuera aprobamos. Luego me fui al Consorcio de Toledo y desde allí a Córdoba capital en 2015.
¿Y cómo entra en el Sindicato Andaluz de Bomberos (SAB)?
Como me he movido por todo el país y he conocido diferentes parques y el mundo bomberil a fondo, desde dentro y desde muchos sitios, al hacer muchas jornadas en diferentes parques a nivel nacional, al llegar a Córdoba hace nueve años me encontré con esto era una ruina. Y no me creía que el servicio de mi ciudad estuviera en ese estado tan lamentable. No me lo esperaba. Una ciudad como Córdoba, que es la séptima de España, no podía tener las deficiencias que tenía en lo referente a nuestra profesión en todos los sentidos. El servicio estaba abandonado por completo. Y si eso era así, el ciudadano estaba indefenso.
Se lo comenté a los compañeros. En aquel entonces CCOO era el sindicato más potente, pero nadie de ellos venía por el parque a comprobar y conocer las deficiencias que había, en qué situación estábamos los bomberos, qué demandábamos, qué estaba pasando y una vez me llamó un bombero de Sevilla, que conocía la situación nuestra al comentárselo yo en alguno de los cursos que realizamos fuera. Con decirte que sólo el hecho de que el resto contemplara al bombero de Córdoba con la ropa con la que aparecía ante ellos ya lo tenían claro. "¿Qué os pasa en Córdoba?", me decían, y yo les contestaba: "Pues si vieras el parque y los materiales...".
Es de suponer que ese bombero que le llamó era del SAB.
Me dijo que fuera a una asamblea para exponer el caso cordobés. Yo advertí que en nuestra ciudad no había ni sindicato ni nada, pero a pesar de ello me invitaron a exponer nuestra situación. Nadie sabía nada sobre lo que nos estaba pasando ni lo mal que estábamos.
¿Era el peor servicio de Andalucía?
¡Hombre! Sigue siendo, todavía. Mira si todavía nos quedan pasitos que dar.
Insisto: ¿El peor de Andalucía?
Sí, sí. El peor hasta el punto de que no te puedes hacer una idea. Me refiero siempre en comparación a bomberos de ayuntamiento.
Voy a plantearle una pregunta que puede sonar un tanto lerda: ¿Desde cuándo hay bomberos en Córdoba?
No te lo sabría decir con exactitud. El parque central se inauguró en 1985, hace ya 38 años, y me dicen que ya había un parque donde está ahora la Ciudad de los Niños. Yo no lo he conocido. Yo aterricé en Córdoba más o menos por esa época, en la inauguración el nuevo parque.
Entonces, bomberos siempre ha habido, ¿no?
Sí. Que yo recuerde, el servicio más antiguo es el de Granada o Málaga y me parece que es de 1915.
¿Y antes de eso cómo era? ¿Qué había?
Cuando estuve en Madrid, me informé sobre el servicio, que ése sí que es un servicio muy, muy viejo, y antes lo que usaban era bombas de riego, tenían un equipillo muy básico de ropa de protección y entraban a combatir el fuego con un pañuelo en la boca.
¿Y se les consideraba ya bomberos?
No. Eran funcionarios el Ayuntamiento que quería ayudar en eso. Era una especie de Protección Civil, que ni siquiera se llamaba así. A lo mejor eran jardineros, albañiles, electricistas... Y entrando en los fuegos de esa manera, al final acababan como acababan. Se jugaba la vida mucho.
Por tanto, ése es el germen de un servicio de bomberos.
El inicio, sí.
Volviendo a Córdoba, me decía usted que la situación era lamentable.
Sí. Fui a esa asamblea, expuse el tema y nadie se lo creía. Ellos me contaban cómo estaban sus respectivos servicios y ante el panorama me propusieron crear el sindicato. Les dije que sin el apoyo de los compañeros esto no iba a ninguna parte, pero opté por comentar a los de Córdoba lo que acababa de ver del resto de Andalucía y el funcionamiento del sindicato para ver si se animaban para cambiar nuestra situación. Cuando un año después fueron las elecciones sindicales, se me acercaron muchos de mis compañeros, unos 15 o 20, y me plantearon la posibilidad de montar el sindicato aquí, porque es verdad que todo iba a peor y nadie hacía nada.
Llamé a Miguel Sánchez, que es el secretario general a nivel de Andalucía y bombero del ayuntamiento de Motril, para plantearlo, pero a cambio les pedí a los compañeros que movilizaran a la gente. Estábamos a 15 días de las elecciones.
¿Quince días?
Medio mes. Fue increíble. Nunca fui sindicalista ni nada por el estilo, pero nos pusimos las pilas, cumplimentamos la documentación, creamos el grupo, la gente estaba muy animada y me di cuenta de que algo estaba cambiando. Conseguimos 79 de 82 votos, con dos delegados y nos fuimos haciendo fuertes. Hay que reconocer que a raíz de eso el cambio ha sido sencillamente alucinante. Desde el cambio de Jefatura, que ya estaba bastante viciada y quemada, a todo lo que hemos transformado: Tenemos ahora mismo administrativos en el servicio, un jefe, un oficial, una técnico, una subdirectora general, personal de mantenimiento...
Ropa.
La ropa, poquito a poco. Porque al final lo que hecho Jefatura es sacar un pliego técnico con un montón de necesidades. Ten en cuenta que venimos de muchos años de retraso y sin tener vestuario adecuado. Aún así, no cumplimos diferentes normativas por falta de personal y por falta de gestión. Al no tener gestión, evidentemente no cumplimos lo que son las revisiones pertinentes de nuestros equipos, carecemos de material adecuado porque está muy viejo. Por ejemplo, nuestro equipo de intervención se tiene que retirar cada cinco o seis años a lo sumo y hay algunos compañeros que llevan 15 o 16 años sin cambiarlo. Es un desastre: No pasan la revisión técnica los cascos ni las máscaras.
Lo último que se sabe de ustedes es que han arrasado literalmente en las elecciones sindicales.
Sí, hemos arrasado.
¿Por qué cree que ha ocurrido?
Cuando se crea el sindicato estábamos un poco a verlas venir, porque había mucho que hacer con un servicio hundido y totalmente a la deriva, y sólo el hecho de cambiar la Jefatura y contar con un jefe que se apasione por este mundo, hacer hincapié en todas las deficiencias que teníamos y se han mejorado, tener vehículos nuevos, materiales nuevos, todos los problemas que hemos ido subsanando en el camino que nos creó Recursos Humanos, todas las sentencias que hemos ganado, tras haber llevado a los juzgados las deficiencias, el incremento de personal... Hemos hecho muchísimas cosas y eso la gente lo ha visto.
Y a pesar e todos esos avances y esas mejoras, ¿seguimos estando en la última posición de Andalucía?
Claro. Ten en cuenta que venimos arrastrando un problema de hace dos décadas. Nadie antes se había sentado a ver el problema que tenía el servicio de bomberos. Y nadie había reflejado cómo estaba el servicio de bomberos en Córdoba. Antes los compañeros estaban sindicados en sindicatos de clase y ponían toda su fe en ellos, pero los de clase no muestran las realidades de los servicios, sino que hablan a nivel general o global, pero las quejas que nosotros planteamos de cual es nuestra situación no lo hacen los sindicatos de clase.
Nosotros, al ser corporativos sólo hablamos de lo que sabemos, que en este caso es nuestro servicio, y e la problemática particular nuestra. Es lo que hemos reflejado. Un servicio de bomberos como es el de la ciudad de Córdoba, además de que nos apasiona por ser de aquí, creo que se merece estar a la altura de la ciudad a la que sirve, y eso no se había hecho nunca antes. Los políticos cuando ven la realidad del servicio se echan las manos a la cabeza.
No creo que acudan al parque sin conocer la situación de antemano.
Al menos saben que nuestra presión va a ser tal que va a ser necesario cambiarlo. Esté quien esté en el gobierno.
¿Qué falta por hacer todavía? Y no me refiero para ser super perfectos, sino por lo menos para subir algunos peldaños en el ranking y salir de esa penosa posición.
Te pongo un ejemplo muy claro: El Plan Municipal de Emergencias es del año 85 y hoy en día se sigue manteniendo el mínimo de aquella 'actualidad'. De aquellos años arrastramos aún nuestra situación. Por aquel entonces creo que había 250.000 habitantes y ahora estamos en 380.000 y seguimos teniendo los mínimos de entonces. Pero es que se van dando más circunstancias y hasta que no suceda algo grave, no se está la tanto de verdad de las necesidades que se pueden llegar a tener.
No hace mucho salieron tres incendios de vivienda simultáneos. No había bomberos para cubrir eso.
Ése siempre ha sido uno de sus miedos principales, sobre el que han advertido año tras año.
Nosotros llevamos demandando, y el jefe lo sabe y lo va a demandar él también igual que todos, un incremento de efectivos cuanto antes. Los mínimos que tiene Córdoba son 10 bomberos, cuatro conductores y dos mandos. Son los mismos que en 1985. Si nos vamos a una ciudad similar, como puede ser Granada, que tiene menos habitantes, tienen e mínimo allí 18 bomberos, seis u ocho conductores y cuatro mandos. ¡Qué menos que tener eso! ¿No?
Antes de que continúe, tengo una curiosidad tremenda por saber cómo resolvieron entonces el problema de los tres incendios a la vez.
Tuvimos la enorme suerte de que uno de los incendios que surgió fue en una calle trasera a otro en el que ya se estaba actuando. Los compañeros de El Granadal estaban en otro y los del central se toparon con un segundo incendio justo detrás de donde estaban, así que se pudo cubrir.
Pero me está diciendo que fue por pura casualidad.
Si llega a ser en la otra punta de Córdoba no sé cómo se hubiera resuelto. Es una realidad que tenemos que lo llevamos demandando en las diferentes omisiones que hemos tenido. Es una realidad, está ahí y no se puede resolver siempre a base de llamar a gente de refuerzo.
Nosotros, al tener esos mínimos, nuestros protocolos están fijados para esos mínimos. Eso quiere decir que los mínimos cubren un servicio de importancia, pero si surgen tres hay uno que siempre se queda cojo.
Bueno, para uno segundo tampoco es que estemos sobrados.
No. Se cubre con el de El Granadal. Hay dos parques y tenemos dos servicios mínimos que se pueden cubrir. Pero un tercero, no. Con un cuarto, ya me dirás...
Por tanto, lo que se está pidiendo a gritos es que ese Plan Municipal de Emergencias se ponga al día ya.
¡Claro! Que se adapte a la realidad actual y que tengan constancia que desde que yo estoy aquí no hemos subido en personal. Nos mantenemos en 120 personas en el operativo. Eso no sube nunca.
¿Quién tiene que modificar ese Plan? ¿A quien le corresponde y técnicamente cómo hay que hacerlo?
Cuando estudié el Plan Municipal de Emergencia vi que lo firma el alcalde o alcaldesa, evidentemente, y creo que deberían de estar implicados todos los servicios que trabajan en ese plan. Entre ellos, nosotros los del SEIS. Está Protección Civil, está Policía Local, Policía Nacional y demás.
Pero esa actualización es de lógica y perogrullo. La propia ciudad lo exige con un incremento de población superior a las 100.000 almas, ¿no?
Se ha revisado el plan en 2011, pero no se han hecho modificaciones apenas. Los mínimos siguen siendo los mismos.
¿El hecho de que vaya a haber un nuevo parque de bomberos mejorará la situación o el problema esta ya¡tan enquistado que ni aun así?
Puede mejorar en muchas de las cosas sobre las que actualmente tenemos déficit. Por ejemplo, no tenemos plan de formación, que es necesario y obligatorio para un servicio como el nuestro. Por ejemplo, podría ser que se crease el parque-escuela, que lo llevamos demandando. Un parque-escuela es lo que va a permitir renovarnos de manera constante y reciclarnos en formación, porque va saliendo nuevos materiales, nuevas maniobras, y llevamos unos 15 años sin ponernos al día en esa materia. Esto sí lo mejoraría, pero si el parque no se cubre con dotación y seguimos siendo 120 seguiríamos con el mismo problema.
Entonces van a contar con ese espacio formativo en el nuevo parque.
Es que dentro de los grandes parques, como va a ser ése, vamos a poder realizar maniobras sin agobios de espacio. Nos llevarían vehículos para excarcelaciones, se podrían hacer maniobras en altura, maniobras simuladas de incendios, de todo. Sería un parque-escuela dentro del mismo parque.
¿Dejarían, por tanto, de ir a El Arenal para preparar a los novatos y novatas con rescates a profundidad en pozos y demás?
Se haría todo en el parque. Para formación de bomberos de nuevo ingreso contaríamos allí con todo el material para poder formarlos. Ahora mismo la formación consideramos que es un poco irrisoria o deficitaria, por carecer de ese material formativo tanto para los de nuevo ingreso como para los veteranos, que tampoco realizan prácticas que estamos obligados a ello.
¿Tecnológicamente hablando hay muchos avances que se están perdiendo ustedes?
Sí, sí, sí. Por lo pronto, las comunicaciones las tenemos en una primera planta, cuando en todos los parques de España estañan en la planta cero. Se hizo una obra de urgencia en el parque central, que es donde tenemos el centro de comunicaciones y las teníamos en la planta cero. Como está diáfana y llevamos tres años demandando que se arregle, con independencia de que se termine ejecutando un parque nuevo, no podemos estar como estamos. Lo que hacen los conductores cuando hay un servicio es subir arriba para ver dónde está ubicado un siniestro y es un tiempo muy valioso que se desperdicia. Tampoco tenemos actualizados los vehículos para que directamente desde la central de comunicaciones se envíe la ubicación al vehículo.
Ellos tienen ahí una tablet en la cual directamente desde el compañero que atiende al teléfono le manda la ubicación del siniestro y ya tendría eso ganado. Eso actualmente no lo tenemos.
¿El resto de parques de Andalucía, sí?
Muchos lo tienen. La celeridad es primordial. Luego a día de hoy no tenemos las comunicaciones intercraneales.
¿Eso qué es?
El walkie-talkie, para que nos entendamos. Están ahora mismo hechos polvo, llevan tiempo sin cambiarse y creo que ahora en breve nos van a poner los nuevos. Hemos estado así durante más de un año. No teníamos buena comunicación para actuar en los servicios.
Es de suponer que en el nuevo parque las comunicaciones estarán en la planta cero, ¿no?
Sí. es de suponer que sí. Los arquitectos que lo vayan a hacer estarán en contacto con jefatura, que Daniel Muñoz es también arquitecto, y, a su vez, él ira trasladando las ideas que nosotros le vayamos señalando.
¿Es arquitecto?
Sí. Daniel lo es.
¿Podría diseñar él mismo el parque?
Creo que de donde viene, Huesca, él ya tiene algún que otro parque diseñado y es de suponer que estará muy pendiente y le tendrán muy en cuenta. Y también, dentro e los proyectos que se vayan presentando estaremos al tanto de lo que planteen y ver cuál es el mejor para nosotros.
En cualquier caso, seguimos con el mismo problema de personal.
Sí. Tenemos en el operativo hay 120, pero en la escala superior hay sólo dos personas: El jefe y el oficial. Nosotros demandamos una escala superior mucho más amplia. El parque de Granada tiene 12 personas que trabajan en la gestión del parque y del servicio.
¿Eso mejoraría la situación?
Muchísimo. Por ejemplo, la formación la llevaría un compañero; el material, otro oficial, los vehículos, otro oficial. Dentro del árbol de la jerarquía tendríamos cubierto todo lo que debe de gestionar el servicio, y a día de hoy una persona o dos no lo pueden llevar.
Para eso haría falta una mayor implicación del Ayuntamiento como se supone que hace el de Granada.
El de Granada lo hace. Esa ciudad tiene oposiciones de personal, mando y jefatura cada año. Aquí se vienen alargando de dos a dos años y medio una oposición sea para lo que sea. Desde que yo soy aquí la plantilla no ha subido porque los que entran cubren el hueco de quienes se jubilan ya. Así no podemos cubrir las carencias de personal. ¿Cuándo vamos a llegar a este ritmo a los 190 que tiene, por ejemplo, Granada?
¿Esa sería la cifra ideal, teniendo en cuenta que contamos con unos 210.000 habitantes más?
El estudio que nosotros hicimos y presentamos habla de entre 220 y 250 bomberos para estar a la altura de los habitantes y la ciudad que tenemos. Eso nos permitiría subir esos mínimos y contar con dos dotaciones completas en cada parque. Sería un servimos en condiciones.
Por ciento, una vez que este construido el nuevo parque, ¿qué pasaría con El Granadal?
Es importante que siga. El Granadal es un parque pequeño desde el día de su inauguración. Estamos todos hacinados en la planta superior y pensamos que se debería de reformar también. No podemos dejarlo morir como hemos hecho con el central. Se debería hacer un estudio sobre ese parque, porque estamos incrementando la flota de vehículos y allí no hay sitio para esos vehículos, que son necesarios par el servicio.
Hay que tener en cuenta que no es un parque de apoyo. Tiene la consideración de parque central. La ciudad se dividió en dos cuando se quedo el servicio con dos parques y El Granadal cubre una zona de Córdoba y el central, otra. Tienen la misma categoría uno y otro. Nosotros cada año estamos en un parque para que tanto conductores como bomberos tengan conocimientos de ambas zonas. En febrero próximo, los que están en El Granadal se vienen para el Central y viceversa.
¿Es como un castigo?
No. Para nada. Es lo que se viene haciendo.
Yo pregunto más bien por la sensación. Tenga en cuenta que el central es más amplio y demás.
Es algo que tenemos como costumbre y lo llevamos bien. He de reconocer que si estuviesen los dos en condiciones, sería mucho mejor.
Lo que sí es verdad es que cuando haya un nuevo parque habrá tortas por estar en él.
¡Hombre! Lo nuevo siempre gusta. Pero vamos a ver lo que se tarda en hacer ese nuevo parque.
Bueno, han ganado las elecciones. ¿Y ahora cuáles son los siguientes pasos?
Ahora, los componentes del SEIS al completo, desde jefatura, administración y todos los bomberos, estamos trabajando y aunando fuerzas unidos para crecer y mejorar el servicio. Nuestra hoja de ruta pasa como elemento primordial tener una escala superior fuerte, que Jefatura tenga cuanta más gente, que pensamos que puede ayudar a la gestión en el servicio mejor. Todo el cambio de vestuario y de material personal, porque vuelvo a decir que no podemos estar con los trajes como los tenemos, y vamos a hacer presión por agilizar, porque los trámites en este Ayuntamiento se eternizan y la contratación es muy lenta, y un servicio de emergencias consideramos que no puede ser como comprar ordenadores para administrativos. Nosotros nos estamos jugando la vida y el material que tenemos actualmente no está adecuado ni en condiciones para enfrentarnos a los riesgos a los que nos enfrentamos.
Eso va a ser nuestra principal presión desde el 1 de enero. Necesitamos el cambio de vestuario urgentemente. Tanto, que van a entrar compañeros nuevos que a día de hoy no tendrían equipación.
¿Cuándo van a entrar?
El día 13 terminan el último examen y vamos a intentar que sea lo antes posible.
Pero antes habrá que conseguirles ropa.
Claro. Dentro de nuestra hoja de ruta la formación es importantísima y tenemos que adoptar medidas. La formación es obligatoria y la que hay en Córdoba es deficitaria, me temo que en todos los servicios, pero en el nuestro de forma especial. En los años que llevo hemos hecho un curso, y fue porque lo busqué yo, y otros dos o tres de menor calado y que no cubren nuestras necesidades.
Tenemos, igualmente, diferencias salariales, porque hay compañeros que están anunciando en categoría C-2 y queremos subsanarlo. El motivo, en parte, es porque ellos no se presentaron al examen y otros porque son interinos. Tendremos que ver de qué manera acometerlo y solventarlo. Habrá que sentarse ahora con el nuevo equipo de Recursos Humanos, que esta por la labor de subsanar todos los problemas que hay en el Ayuntamiento y ver de qué manera podemos ponernos todos en la misma categoría.
Volveremos a insistir en la remodelación del parque hasta que el nuevo esté construido, porque no podemos estar con una planta diáfana que no sirve para nada, donde se pierde el frío y se pierde el calor.
Y El Granadal, también, ¿no?
La idea allí es ver de qué manera se puede ampliar. Se trata de tener un servicio en condiciones. No pueden ser todo chapuzas y poniendo parches.
Lo más triste de todo es que no haya habido ningún gobierno que haya cogido al toro por los cuernos, siendo como es un servicio primordial.
Pues no sé por qué ha sido. No sé si fue porque a nivel sindical no se ha reclamado nunca y este servicio se ha ido dejando morir y nadie le ha prestado atención, evidentemente. Pero a raíz de que hemos surgido nosotros se ve que por lo menos nos están escuchando y se han dado cuenta de que es necesario.
¿Cree usted que hacía falta que apareciera un sindicato para arrojar luz sobre la situación del servicio?
La verdad es que falta no hacía, pero se ve que ha sido necesario a que un sindicato diera luz sobre cómo estaba el servicio.
Pero usted mismo ha señalado que se han dado situaciones de agobio por falta de medios y de personal. Y es una cuestión que no es de ahora, sino que viene de lejos.
Es verdad que se han dado casos graves por falta de personal y de acudir a un incendio de vivienda con una persona y el caos lo tuvimos que resolver a base de recoger retales de otros compañeros que estaban en diferentes servicios para cubrir ése otro. Eso no puede ser.
En el Consorcio empezaron a mejorar las cosas en ese sentido, cuando los usuarios empezaron a quejarse de que un solo bombero no podía atender a un siniestro. La mejora fue motivada por la queja vecinal.
Cuando en Córdoba no había sindicato, yo a la ciudadanía que se quejaba de que llegábamos tarde o que venimos pocos efectivos o sin material adecuado, les respondía: "No se equivoquen, que su indignación no es por nuestra culpa; lo que tiene que hacer es poner una reclamación al Ayuntamiento de lo que está sucediendo y eso a nosotros nos acaba ayudando mucho". A la ciudadanía les decimos que reclamen lo que debería ser un buen servicio digno pagado con sus impuestos. Si nosotros no estamos adecuado a las necesidades de esta ciudad ellos tienen que reclamar si quieren un servicio en condiciones para estar protegidos.
¿Sabe usted si alguien reclamó?
No tengo constancia. Pero se lo decía a los ciudadanos y creo que debemos seguir insistiendo en esa misma idea. Hay que informar a los cordobeses de lo que tienen y a dónde van sus impuestos. Es cierto que se pueden ir cubriendo servicios necesarios, pero nuestro retraso es de 20 años y reclamamos que tiene que ponerse a la altura, como mínimo, de 2023. Yo no pido que estemos ahora como deberíamos estar en 20230, pero es que cuando voy a otros parques me digo: "¡Joder si estuviéramos así!". Me dan envidia sana. Me alegro por ellos, pero pensando en que mi servicio debería estar como mínimo igual.
