MANUEL ORTEGA. ACTIVISTA

"Las juntas municipales deberían gestionar un 15% del Presupuesto, y eso aquí no se ha hecho nunca"

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
photo_camera Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy

Manuel Ortega nació hace 63 años en una casa del barrio de Cañero, aunque ahora vive en San Lorenzo, en el Centro de la ciudad, formando parte del Casco Histórico. Es maestro retirado y ha ejercido como tal más de 36 años, fundamentalmente en Educación Permanente de Adultos, casi toda su vida laboral ahí, salvo los tres o cuatro últimos años que estuvo en Primaria y fue cuando le coincidió con la crisis de su espalda que le llevo a retirarse de forma forzosa.

Estudió Magisterio en Córdoba, en la Escuela Universitaria de La Normal, donde se realizaban los ciclos de tres años o diplomaturas. Según recuerda, "allí no había facherío cuando yo estaba" y de hecho su paso por allí le acabó influyendo sobremanera en su activismo.

Su primera etapa educativa fue en Sevilla antes de aterrizar en Córdoba, porque el trabajo de su padre incluía muchos desplazamientos. Un tiempo lo pasó en los Franciscanos y de ahí pasó al instituto en el Sector Sur, el Averroes. "Luego inauguramos un nuevo instituto, que está en Carlos III, y donde el nombre de Blas Infante no fue por casualidad".

Según recuerda, "se hizo un proceso asambleario para elegir el nombre y un sector importante de personas nos organizamos para bautizarlo con ese nombre". Como aclara, no es que hubiera mucha gente en contra, "alguno sí, pero convencimos a la mayoría de que era apropiado ese nombre, porque ya entonces, con 17 años, empezábamos nuestros pinitos con el nacionalismo histórico y demás".

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
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¿Era más fácil antes que ahora?

Bueno, había una eclosión en todos los aspectos. Ten en cuenta que fue también la época dorada de Fuerza Nueva cuando iban aporreando al personal por las calles, y demás, pero también había una eclosión de debate y de compromiso político muy potente, en todos los ámbitos. Era la época de la participación nuestra con poca edad en primera línea de política, que no de cargos, pero sí de acción en la calle, y era potente, y para nada anecdótica ni de postureo: Por entonces estaban los famosos 'grises', que eran muy cariñosos con sus porras.

¿Y toda esa gente de la que habla dónde está ahora?

Han ido tomando su deriva. Algunos accedieron a cargos públicos, con lo que conlleva de institucionalización de la política y la burocratización, y luego yo conozco a personas que no sólo no han tenido una evolución, sino una involución muy tremenda, porque desde posicionamientos rupturistas pasaron primero a posicionamientos contemporizadores y luego más bien reaccionarios.

El devenir de los decenios hace que se haya producido esa involución, y mucha gente se ancló en la idea de que Córdoba tenía un Ayuntamiento de izquierdas, y en la izquierda como que no puede haber fallos, y no se quería ver que había cuestiones muy, muy mejorables sobre las que había que trabajar. Se perdió el contacto con la calle y muchas personas que pertenecían a asociaciones vecinales, con una vida y un trabajo intensos detrás, dieron el salto a concejalías y a otros cargos dentro del Ayuntamiento y hubo un desmantelamiento de toda la organización, o mejor dicho de las personas que estaban a pie de calle. Y comienza producirse la quiebra entre la realidad institucional y la realidad social. Ahora, como colofón, nos encontramos con muy poquita presencia real en la calle, y una sobrerrepresentación institucional que no se corresponde con lo que se esta trabajando en el día a día y en lo cotidiano.

¿Está usted dando a entender que el Ayuntamiento malea a la gente?

El Ayuntamiento no es que malee. Pienso, y es porque conozco a bastantes personas que han estado por ahí, que existe como una especie de 'posesión demoniaca' (ponlo entre comillas) que es el 'espíritu' del Ayuntamiento y que hace que cuando uno estaba fuera y tenia unas determinadas posturas comienza a adoptar una posición de institución. Para mí, evidentemente, eso es un absurdo. Si tú vienes de una cultura de izquierdas no puedes adoptar una posición de institución y que la institución hay que defenderla porque tenga sus protocolos y su regulación... Eso no se puede admitir. La institución hay que romperla, porque si te dejas lleva por los protocolos, la organización y la vida institucional desapareces de la vida social.

Es más, un hecho importante son las juntas municipales de distrito, donde hay representación de partidos políticos y esas juntas por la Ley Grandes Ciudades son órganos de gobierno de la ciudad, donde hay gente que no se ha enterado de eso porque no ha querido enterarse. Para que se sepa, las juntas municipales de distrito pueden gestionar el 15% del presupuesto municipal en el distrito.

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
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Hablamos de que no es un órgano de participación, como algunos se siguen confundiendo de forma interesada, sino un órgano de gobierno. Si tú no tienes eso claro, evidentemente los representantes de partidos políticos en esas juntas, que en muchas ocasiones hasta dejan de asistir, no entienden que esos órganos deberían ser un espacio de descentralización y de tratar de aproximar el gobierno de la ciudad a los distritos y barrios para generar una dinámica interesante de auténtica participación ciudadana.

¿Son, por tanto, órganos de gestión?

Son órganos de gobierno, no de gestión. Una junta municipal de distrito tiene un presidente, que es un concejal. Luego están los representantes de los grupos municipales y luego los del consejo de distrito, que es, digamos, la ciudadanía formal y su representación formal. Y hay que gobernar, literalmente hablando, el distrito. Y eso a día de hoy no sucede en absoluto. Eso es asnillo porque se ha vaciado de realidad la junta municipal de distrito, se ha convertido en un órgano estrictamente consultivo, que lo es sólo cuando al concejal de turno le apetece aparecer, pero ése no es el espíritu de las juntas municipales de distrito ni es lo que dice el reglamento ni la Ley de Grandes Ciudades.

Fíjate que si te vas a Madrid, el presidente de cada junta municipal de distrito tiene un presupuesto para funcionar y eso funciona como un pleno, no lo olvidemos. No son simples reuniones informales, sino que tienen un orden del día en la que se adoptan resoluciones. Si un distrito en Madrid decide cargarse medio arbolado en un barrio adopta carácter de decisión y hay que hacerlo.

¿El ejemplo de Madrid ocurre en otras ciudades?

La Ley de Grandes Ciudades cuando se plantea se pensaba exclusivamente para urbes como Madrid o Barcelona. Hubo ciertas protestas al respecto porque cuando se aplica esa Ley aparecen una serie de cargos intermedios de confianza, no políticos, sino teóricamente técnicos, de manera que todos querían ese chollo. Es lógico, porque si entrabas bajo el amparo de esa Ley, además de ser concejal podías nombrar a un coordinador o a un director general y todos esos cargos que son nombrados a dedo por el alcalde te lo permitía hacer esa normativa. Todos los que estaban por encima de 50.000 habitantes querían entrar en la Ley.

Pero allí donde no se busca darle el sentido que debe tener a una junta municipal de distrito como órgano de gobierno se le acaba transformando en una mera consultoría. Pero, eso sí, los cargos asociados a esa Ley los quiero, porque me permite generar un entramado a modos de 'Corte de los Milagros', que diría Valle-Inclán, bastante interesante.

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¿En Córdoba los consejos de distrito funcionan de verdad o no?

Los consejos de distrito son órganos de participación ciudadana. Funcionan o no, según se quiera ver, porque no tiene. competencias de ningún tipo, más allá de coordinar a las asociaciones. Más de uno se confunde con lo que es un consejo de distrito y se cree que ser presidente es el no va mas de un nombramiento.

Nosotros, cuando se hizo la propuesta de crear los consejos de distrito, que estábamos agrupados en la Federación Haz tu Futuro, planteábamos que no existiera la figura del presidente, sino que fuera algo asambleario, para evitar, precisamente, las pugnas que hay por ver quien es el presidente, ya que al final se traslada el ambiente institucional de inoperancia del Ayuntamiento a los consejos. Y al final se produce una pugna política por quedarse con ellos. Si a ese problema le quitas la presidencia deja de haber pugnas.

Por tanto, sería un órgano de participación donde todas las asociaciones del territorio se coordinarían y trabajarían en torno a proyectos necesarios para la población. Pero las juntas municipales de distrito no son órganos de participación, son de gobierno, insisto. Son órganos radicalmente distintos.

¿Están viciados los dos: Juntas municipales y consejos de distrito?

Viciados, no. Lo que se ha hecho es vaciar de contenido a la junta municipal, transformarla en un mero lugar de audiencia, donde tú convocas a un concejal y éste aparecerá cuando le venga en gana y le encaje en su agenda. Pero, por ejemplo, en la Junta Municipal de Distrito Centro, donde estoy como miembro y como elegido por el Consejo de Distrito, replanteó en su día la reprobación de Salvador Fuentes. La publicación de esa reprobación se estuvo parando por parte de la 'política' que estaba como presidenta durante cuatro o cinco sesiones. Si esa reprobación se hubiera llevado a cabo con rigor y cuando se produce es porque ese concejal no hace su trabajo como debe y es algo muy contundente.

Luego hay quien considera que deben prevalecer los consejos de distrito en detrimento de las juntas municipales de distrito. es una pelea absurda, entre otras cuestiones porque la Ley de Grandes Ciudades esta ahí y tenemos que ser un poco pragmáticos y, a pesar de que uno sea radical en las formas y en el pensamiento, tiene claro que la radicalidad es ir hacia el fondo de las cuestiones. Y si una junta municipal de distrito me permite gestionar un 15% del presupuesto y me permite gobernar un distrito porque así lo dice la Ley, tenemos que ser hábiles y decir claramente que eso hay que potenciarlo y hay que darle vida y no permitir que se muera.

Por tanto, mas que viciado, lo que hay son intereses políticos para eliminar el contenido de las juntas municipales.

No hace mucho hubo un debate interesante en el ámbito del Distrito Centro, que estuvo el concejal de Participación, Miguel Ruiz Madruga, haciendo una especie de dinámica de grupo para ver lo que estaba pasando y hubo una queja generalizada de que el Ayuntamiento no nos tenía en cuenta y que no creía en la participación.

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¿Y cree que es así?

El posicionamiento que yo defendí allí es que no es que el Ayuntamiento no crea en la participación, no es que el alcalde no crea en la participación; es que el alcalde tiene otro modelo de participación que no es el que nosotros tenemos. Por lo tanto, lio creo que esta un maltrato por parte del alcalde y su equipo de gobierno a la participación. Simplemente, su equipo de gobierno, que tiene unas posturas neoliberales y ultraliberales, tiene un concepto de participación muy diferente al que planteamos y tiene un concepto de participación estrictamente gerencial, individualizado, donde yo me comunico con la Administración a través de registros en sede electrónica que se pone a disposición de la ciudadanía, pero casualmente todas las quejas que llegan a través de esos cauces no se resuelve.

Si se resuelven es porque luego nosotros usamos redes para amplificar esa protesta y mueven ficha. Lo que buscan ellos es individualizar, atomizar, segregar, desposeernos de unidad. Ése es el modelo de participación que tiene el alcalde. Por tanto, es rotundamente falso que no tengan un modelo de participación, pero es opuesto al nuestro.

¿Alguna vez se ha gestionado ese 15% del presupuesto en junta municipal de distrito?

No.

¿Nunca?

Nunca. Esto fue muy novedoso. Había que ponerlo en marcha. ¿Qué quiere decir que se pueda llegar a gestionar hasta un 15%? Yo no me tengo que pelear con ninguna otra asociación ni con ningún vecino; lo que debo hacer es crear grupos de trabajo en las juntas municipales de distrito con Infraestructuras, con Servicios Sociales, con Seguridad, con todos, para que vayamos viendo las necesidades y vayamos actuando. Que el Ayuntamiento sea incapaz, porque no quiere y porque su modelo de gestión de la ciudad es otro diferente al que nosotros estamos demandando, de tener las calles en condiciones en materia de acerado, desperfectos y demás, obedece simplemente a esa táctica de privatizar todo y, sobre todo, generar una sensación de que lo público no sirve y todo tiene que hacerse a través de los privado.

Sin embargo, el mismo equipo de gobierno que vende la gestión privada como algo maravilloso se encuentra con obras paradas, como el Templo Romano o la Acera del Río; y obras que se eternizan, como la calle Santa María de Gracia o Trassierra, y que tienen una consecuencia en la población tremenda porque, por ejemplo, hunde la red comercial en el pequeño comercia. O sea, lo privado no funciona en absoluto.

Bueno, pero el hecho de que no se haya podido gestionar ese 15% ha ocurrido con todos los gobiernos y no sólo con el actual del PP. Y que yo recuerde en Córdoba ha gobernado la izquierda.

Sí. De hecho esto se puso en marcha con el gobierno del Partido Comunista y de IU, pero hay un matiz importante. Cuando el gobierno de IU y del PC intenta poner en marcha los consejos de distrito y se encuentra con la Ley de Grandes Ciudades sí es verdad que inició un proceso desde la base para apoyar lo que era la participación ciudadana. Trajeron profesores universitarios de Madrid, entre ellos el sociólogo Tomás Rodríguez-Villasante, y se hizo un planteamiento de funcionamiento a través de asambleas, que luego iban a nutrir el consejo de distrito.

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De todo este proceso que se hizo de participación, y que si el Ayuntamiento coincidiese en el modelo de participación que tiene con el que nosotros tenemos, posiblemente lo que se haría ante la bajada de implicación cuidada que se observa en muchos foros sería generar una dinámica de participación, favoreciendo la implicación de sectores juveniles en institutos, colegios, AMPAs... Pero hay que trabajarlo y hay que tener recursos. Lo que no se puede es tener un único dinamizador cultural para cuatro distritos, como hay ahora, por ejemplo.

Lo que yo planteo, por tanto, es verdad: Ese interesantísimo 15% presupuestario no se ha llevado a efecto con ningún gobierno cordobés, ni de izquierdas ni de derechas.

No. No.

¿A cuánto dinero equivale ese 15%?

No te lo sabría cuantificar. Pero si hablamos de un Distrito Centro, que es uno de los más grandes de la ciudad, y habría que ver el presupuesto de Infraestructuras, de Educación y todos los presupuestos, tiene que ser una cifra interesante. Por supuesto, si ahora empezamos con esnob se iniciaría con el 15%, sino con menos, pero sería un primer paso para decir vamos a empezar a cumplir con lo que dice el reglamento y vamos a comenzar a trabajar en las juntas municipales de distrito como órgano de gobierno de la ciudad. Eso generaría unas dinámicas de implicación ciudadana tremendas, porque haríamos ayuntamientos cercanos, equipos que implique a la población. Ya no será el alcalde o alcaldesa en sus torres de marfil de Capitulares, sino que estaríamos construyendo ayuntamiento en todos los distritos.

La dinámica y la provocación para la participación sería importantísima. Fíjate que para ejecutar una obra se tendría en cuenta a todos los sectores y se penalizarían las repercusiones que pueda tener esa actuación.

Especifique un poco más esa idea, por favor.

Te voy a poner un ejemplo actual. En La Viñuela se manifiestan los comerciantes por inseguridad. Resulta que la mayoría de los comerciantes de La Viñuela no están en la Asociación de Comerciantes, que es la interlocutora del Ayuntamiento. Difícilmente se va a saber qué es lo que quiere la gente y la población del entorno. Eso genera polémica. No hace ni cuatro años, en las reuniones de La Paz la presidenta del Consejo de Distrito de entonces decidió que había que cambiar el tráfico de las calles. Lo hizo sin contar con nadie. Eso generó una dinámica desde la base que consiguió cambiar y restituir el tráfico a las calles. Pero hasta que se logró el objetivo muchos comercios cerraron, y para evitar daños similares, y partiendo desde la horizontalidad y desde las necesidades reales de la población cercana, posiblemente se sea muchos más eficiente y más eficaz en la realización de proyectos y en la gestión presupuestaria.

Me da por lo que esta usted contando, que Córdoba está dejando de ser ejemplo de participación ciudadana. En su momento esta ciudad fue referente a nivel nacional.

Por supuesto que sí. Te lo dice alguien que estuvo trabajando con Tomás Rodríguez-Villasante; que formó parte de la Federación Haz tu Futuro, que fue la única asamblea que sobrevivió al proyecto iniciado por ese sociólogo; y te lo dice alguien que fue ponente, porque le invitó el equipo de Tomás Rodríguez-Villasante a participar en Madrid, en Gijón, y te lo dice alguien que fue en el año 2000 a Oslo, como experiencia novedosa seleccionada por el Gobierno de entonces, y que cuando estábamos exponiendo la experiencia de Haz tu Futuro, que es participación de desarrollo comunitario desde la base sin subvenciones ni nada por el estilo, el que me traducía a mí, porque yo de inglés estoy pegado del ala, me decía que nuestros interlocutores alucinaban en colores porque no íbamos allí a pedir dinero. El personal en Europa se quedaba con la boca abierta cuando les decíamos que no queríamos dinero, que lo que planteabas era una organización democrática de la ciudad, y eso sorprendió mucho.

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
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Pero ya no somos ejemplo, por tanto.

No. hace mucho que dejamos de serlo. ahora somos el ejemplo típico de cualquier ciudad con un modelo de participación gerencial, de los grandes técnicos que yo me busco de la privada, que me los traigo al equipo de gobierno, y que luego regresan a la privada garantizándose así las puertas giratorias y no haya problemas de ubicación. Y luego ocurre que te suban el 8,5% del salario de los concejales y de los cargos de confianza en una ciudad con unas desigualdades bestiales y con una realidad económica de decadencia absoluta, que lo fía todo a lo que el Ministerio de defensa ha querido hacer en Córdoba. Porque no olvidemos que ha sido el Ministerio de Defensa el que ha querido hacer la famosa Base Logística que se supone va a traer tantos puestos de trabajo, que ya veremos realmente los que acaban siendo, pero seguro que no serán tantos como dicen.

¿Hay alguna ciudad en el país donde la participación ciudadana sea sana, real y para tener en cuenta?

¡Hombre! Sanos somos todos (se ríe). Pero te entiendo lo que quieres decir. No conozco ningún caso donde esta una horizontalidad en el planteamiento que estamos haciendo. Hace no mucho el alcalde de Villanueva de Córdoba ha abierto un proceso para generar en la ciudad, porque en España a partir de 10.000 habitantes ya somos ciudad, un proceso abierto a que la población participe y gestione. Habrá que ver cómo lo va a desarrollar al final, aunque la intención es positiva, pero aquí no sirve decir que hay consejos de distrito y que si quieres participar, para eso están. Pues mire usted, eso no es la participación. La participación real consiste en la generación de redes en los barrios y en los distritos formales o no, pero que exista una densidad de participación importante y de personas actuando. En caso contrario, al final nos quedamos en lo que una minoría puede considerar.

Nosotros intentamos superar esa situación a través del trabajo en las redes que por ejemplo se puedan tener en una asociación. ¿Qué nos permiten las redes? Una comunicación permanente y constante con los compañeros que nos mandan información, denuncias, propuestas. Eso es lo que debería articularse mediante una presencia física. Pero ahí es cuando empiezan los problemas diciendo que no hay recursos ni espacios para acoger esa presencia física de la participación.

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
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Salvo honrosas excepciones como puede ser el Luciano Centeno, en la zona de Costanillas, que es un proyecto que esta consiguiendo tener espacios de juventud y muchos colectivos, pero eso hay que enriquecerlo. Mientras tanto te encuentras con que el famoso centro cívico, que iba a haber en la zona de San Agustín, que es la famosa casa número 5, con Fondos del Edusi, el Ayuntamiento ha decidido no ejecutarlo y perder esos fondos. Nos encontramos con un equipo de gobierno que a 31 de diciembre tiene que justificar como sea fondos Edusi.

Nos podemos enterar el día 1 de enero que se han pedido 600.000 euros, como se perdieron en Regina y hubo que devolverlos, y esa incapacidad tan manifiesta es muy dolorosa. Sobre todo cuando este equipo de gobierno ha tenido 18 millones de euros para revolver todo y generar procesos de participación interesantes. Se han hecho algunos intentos de participación en Las Moreras y en Las Palmeras, pero perdón por la franqueza, no han dejado de ser anecdóticos y para figurar en los libros. Que alguien me diga que poner árboles en Las Palmeras cambia la realidad de uno de los barrios más pobres de España es una triste guasa.

Precisamente, ¿qué necesitan esos barrios, aquí y en otras ciudades?

Las Moreras, Las Palmeras necesitan programas de trabajo garantizado. Y asociado a eso, intervención en el espacio urbano. Y asociado a la intervención en el espacio urbano, una intervención en todos los edificios y en todas las comunidades, porque es necesario formar muchas comunidades, ya que se ha hecho un proceso de adjudicación de viviendas que ha desvertebrado los territorios. Esto no es sólo hacerse una foto por haber ido a una ciudad a contarles que estamos plantando árboles. Yo entiendo que el proyecto intenta ser algo más, pero eso no es suficiente.

Usted habla mucho de los programas de trabajo garantizado. ¿Haz tu Futuro llevó a cabo alguno?

No llegó a ser un programa de trabajo garantizado propiamente dicho, pero la Federación firmó un convenio con todas las administraciones, a excepción de la Junta, que empezó allá por el año 1997. Ese convenio lo primero que establecía era que no se querían subvenciones, sino participar en la gestión, desarrollo, planificación y seguimiento de los proyectos, implicando a una multitud de personas importantes, de AMPAs, colectivos y de población que buscaba participar. Las primeras escuelas-talleres que se traen a Córdoba, los primeros agentes de dinamización socio-laboral que entran en la ciudad vienen a través de ese proyecto de convenio con Haz tu Futuro.

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
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Vale, ¿pero funcionó?

Funcionó muy bien. Teníamos otro modelo, que eran las experiencias mixtas de formación y empleo con la Diputación y Ayuntamiento, donde los primeros meses no se cobraba nada por parte del alumnado por ser prácticas y luego cobraban un contrato de cuatro, cinco o seis meses, porque lo que hacían era ejecutar el contrato. ¿Qué sucede? Mientras admitieron la democracia en el proceso, y eso implica el control de la ciudadanía organizada, la cosa fluyó bastante bien. Pero al ser un modelo exitoso comenzaron las maniobras para desvirtuar el tema, para desgajar territorio, para ser planes integrales en Las Palmeras al margen de lo que estamos hablando y fueron un desastre absoluto porque no llevaron nada a ese barrio.

La realidad y lo ideal era ligar formación, empleo, educación. Y eso se cortocircuitó, porque no interesaba. Y fue así porque estaba siendo 'demasiado democrático'. Eso no podía ser. El político de turno no se llevaba las flores, sino que éstas eran para la ciudadanía. Aquello se abortó. Se intentó pilotar desde la administración y no llegó a nada. El convenio tenía la figura de un coordinador, que no pertenecía a ninguna administración, sino que dependía de las asambleas territoriales. Era una figura muy controvertida, porque no estaba a disposición ni del Ayuntamiento ni de la Diputación, sino al servicio de las asociaciones. Había un control democrático de todos los procedimientos. todo esto te lo cuento en primera persona, porque el coordinador era yo.

¿Sería posible volver ahora a esa idea?

Perfectamente. Lo que no sé yo si en esta sociedad tan autoritaria y con tendencias involucionistas aceptaría mecanismos democráticos tan horizontales y tan potentes como el que estamos planteando. La arquitectura es fácil. Un programa de trabajo garantizado va e la mano de que el Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Gobierno central se sienten y pongan sobe la mesa la realidad de que tenemos cuatro o cinco barrios de los más pobres de España. Tenemos una población que es clase trabajadora pobre extendida por toda la ciudad. Tenemos una de las rentas medias más baja el país. Ante esto es lógico plantear una terapia de choque y eso quiere decir implementar recursos y, al estar todas las administraciones sentadas y no entrar en cuestiones de competencias, se trata de ver todo el dinero que tienen entre todos y organizarlo para un proyecto de ciudad. Mediante, insisto, programas de trabajo garantizado, programas de formación y empleo, ligar la formación con empresas y constituir empresas que vengan a paliar la pérdidas de empresas que está teniendo la ciudad... Es que se puede cambiar por completo la realidad de Córdoba.

Bueno, incluso está la Base Logística para esa formación especializada de la que tanto se está hablando.

Vamos a ver cuánta gente se forma, al margen de los que ya vengan a Córdoba desplazados desde las otras bases que se van a unificar aquí.

Vale, pero se puede mirar ese proyecto como una buena oportunidad también.

Si se plantea bien, sí. Y lo digo porque la realidad es otra. Sin ir más lejos en el Ayuntamiento tenemos cerca de 180 trabajadores jubilados y sin reponer. Está bajo mínimos. Y una compañera me decía: "Manolo, me están preguntando profesores de grado medio y superiores relacionados con materia de jardinería, arbolado y demás que los alumnos no pueden hacer prácticas, porque el Ayuntamiento no se sienta con ellos". O sea, que tenemos un buen número de centros de Formación Profesional con grados superiores y medios y ahora resulta que no eres capaz de proporcionarles prácticas a esas personas. Si ése es el espíritu para todo...

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
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Yo me tengo que poner en la mentalidad de que a un Ayuntamiento cualquiera no le puede interesar tener en su ciudad a los barrios más pobres de un país.

Pues da la sensación de que interesa.

¡Hombre!

Es que si no se hace nada al respecto. Será porque interesará, digo yo. Me hace gracia que alguien me diga que no quieren por lógica tener los barrios más pobres, pero ¿tú has hecho algo por evitarlo? Eso hay que demostrarlo con hechos. Y eso no se esta haciendo.

¿Lo que usted plantea poner en marcha es costoso?

Es costoso para algunos porque tienen que ceder poder. Y eso no les gusta en absoluto. Económicamente hablando, los recursos ya están ahí. Hacer un Área de Rehabilitación y Regeneración Urbana (ARRU) ya se hizo en su día en el Casco Histórico, y logro sacar a La Axerquía Norte del declive en el que estaba inmersa.

Eso funcionó, por tanto.

Funcionó. Y lo que tienes que valorar no es si es costoso monetariamente, sino si es costoso mantener lo que está demostrado por activa y por pasiva que no funciona. ¿Qué es más costoso, intentar resolver la situación de los barrios pobres de Córdoba y de la población de clase trabajadora que vive con menos del salario mínimo, o cambiar esa realidad? Imagino que si cambiar la realidad implica inversiones, pero consigue cambiarla no lo considero oneroso. Sí lo es mantenerla como está.

¿En la Axerquía Norte qué se hizo?

Cuando se llevó a cabo el proceso allí estaba en una situación de decadencia muy similar a la que estaba Sevilla antes de la Expo del 92. El Casco Histórico de Sevilla era para no pasearse por allí. A eso se le dio un vuelco enorme. Aquí hablamos de lo mismo. Nos encontramos en un proceso de involución permitiendo que existan numerosos solares abandonados y muchas casas que se caen a trozos. Eso se llama registro municipal de solares que el Ayuntamiento esta obligado a hacerlo y no lo ha hecho.

¿Y dónde está le cesión de poder a la que ha aludido antes en la actuación de La Axerquía?

Es una cesión de poder según tu punto de vista. En mi modelo de participación no lo considero cesión de poder. Veo más bien una complicidad y una convivencia con la ciudadanía. Pero si tienes un modelo ultraliberal sí considerarías que cedes poder a la ciudadanía.

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
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¿En La Axerquía hubo esa complicidad?

En ese momento, sí. Se creó una oficina y se hizo ese proceso. Ahora mismo tenemos una degradación tanto de solares y casas ruinosas, como de proliferación de apartamentos turísticos legales o ilegales, que hasta la misma Asociación de Apartamentos Turísticos está pidiendo una moratoria, porque la situación en el Casco es insostenible. Frente a eso el alcalde dice que no demonicemos a los apartamentos. ¿Y quien los demoniza? Lo que se está diciendo es que del haga su trabajo, que haga una ordenanza como en otras ciudades, y de verdad le demos a esto una estrategia municipal de vivienda, donde lo que se pretenda hacer es un uso residencial permanente y estable.

Eso para algunos les supone quitarles poder. Les estás diciendo cómo tienen que hacer las cosas. hace mucho tiempo, cuando funcionaba bien el programa comunitario de Haz tu Futuro, en una mesa dije cómo había que hacer las cosas, y me contestaron: "Manolo, vale, pero que el político soy yo". Con eso te lo digo todo.

¿Qué pasó con Haz tu Futuro?

Como todo. Cuando comienzan a dejar de funcionar y de incorporar recursos las administraciones la red se va disolviendo. Sobre todo, porque ya no tienes los recursos para mantener el funcionamiento de lo que era la red. No me refiero al funcionamiento burocrático, que no lo había, pero si tienes una red de escuelas de padres, de actividades en institutos programadas al margen de lo que fuera la directiva de las administraciones políticas, cuando te dicen que eso programas los asumen ellos y lo acaban eternizando, como ocurre ahora, es el principio del fin.

¿Sería posible recuperar ahora ese espíritu inicial de la Fundación?

Sí, claro, Pero hay que hacer un trabajo de base importante, de sentarse y sobre todo de que haya una comunicación que rompa con los reinos de taifas. recuerdo que entonces las AMPAs eran muy potentes y ahora las hay igual de potentes y con mucha implicación de los padres, pero hay otras que funcionan simplemente como correa de transmisión de la dirección de los centros.

Pero sí, es perfectamente factible, si somos capaces de generar núcleos de apoyo desde la base. hay que tener muchos nudos de la red, mientras más mejor, para que sea mas densa y más rica. Se puede intentar trabajar al respecto; es difícil porque vivimos en un contexto de desmovilización muy tremendo y una situación económica que no es que se boyante.

La verdad es que no, pero ¿sería válido ese modelo en la actualidad?

Yo pienso que sí. Nosotros estamos insistiendo en los programas de trabajo garantizado y es porque lo vemos válido. Si en los planes de empleo juvenil que ha hecho el Gobierno de España se hablaba de medidas y recursos para implementar el empleo en la juventud con formación, escuelas-talleres, casas de oficio y otras fórmulas, y se hablaba igualmente de la posibilidad de establecer estrategias en ciudades muy afectadas y castigadas por el paro, la pregunta es ¿por qué no se ha hecho en Córdoba esa estrategia contra el paro cuando es una realidad evidente que somos una de las ciudades con más paro del país? Pues bien, todo eso es factible si aceptamos un modelo democrático y horizontal.

Manuel Ortega posa para Córdoba Hoy
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Ya, pero eso no se puede achacar sólo al PP, que también hubo otros gobiernos en el Ayuntamiento y seguimos igual.

Hubo momentos en que eso que digo funcionó. El PP ha estado 16 años de gobierno, desde que IU no es ya la potencia hegemónica de la izquierda. También hemos tenido gobiernos de coalición de izquierdas y es verdad que tampoco han apostado por esto. A eso me refiero de que están poseídos por el espíritu de la institución. Esa 'entidad demoniaca' que hay allí y les dice que cuando entran ya son algo que les pertenece y no pueden salirse ya de ese camino.

¿En cuántos saraos esta usted metido?

En todos los que puedo. Trabajo mucho el tema de las redes sociales, usándolas como canales para recibir información y que la gente canalice y visible los problemas. Ahí podemos tener unas cinco o seis páginas de Facebook, Instagram y Tik Tok diferentes relacionadas con Córdoba denuncia y con asociaciones vecinales. también estoy en la Asociación Vecinal San Lorenzo Existe como presidente y participa en la Asociación Vecinal La Palabra, de Moreras, como secretario, por haber estado trabajando allí mucho tiempo y conocer bastante bien su realidad.

También tenemos un pequeñito partido, Andalucía Entre Tod@s, que es una mosca cojonera, y ahí está. Y cuando toca salir como partido se sale, y estamos participando en la Plataforma en defensa del Árbol. Formamos parte de Nodo Corduba, que fue bastante interesante, porque hay una red a nivel de Europa coordinada de ciudades muy castigadas por el tema del turismo depredador, y te asombra que en Córdoba no hubiera nadie que se uniera a esa red. Hablamos con asociaciones como La Medina y nos integramos en ella.

De este modo tengo diferentes caras muy poliédricas y según la situación se pone el poliedro de la cara que toque.

¿Es usted consciente de que se le considera en esta ciudad una auténtica mosca cojonera, ya que lo ha mencionado?

Bueno, no deja de ser algo 'suave'. Yo a eso sólo puedo responder como lo hacía ése otro: "Me llena de orgullo y satisfacción" (se ríe).

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