AJ GONZÁLEZ. FOTÓGRAFO Y FOTOPERIODISTA

"Esos fotógrafos eran sólo de prensa y de la noche a la mañana se vieron plasmando la Guerra Civil"

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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AJ (Antonio Jesús) González, además de buena gente, es un excelente profesional que no se conforma con captar buenas imágenes de la realidad que le rodea, sino que, por culpa de sus obsesiones, se dedica a investigar en la intrafotografía para sacar a la luz so que, en definitiva, nos define como parte de una sociedad y, sobre todo, de una época concreta.

Acaba de publicar un último libro de título enormemente sugerente: 'Ni héroes ni soldados: Fotoperiodistas', que desvela la labor de quienes se vieron inmersos en un atroz conflicto fratricida centrándose en la Guerra Civil en Córdoba. Y en esta charla-entrevista se pueden descubrirr claves realmente interesantes tanto de su trabajo como de lo que AJ (así le conocemos en la profesión) tiene en su inquieta cabeza.

Nacido en la calle Enmedio, "que no es lo mismo que nacer en medio de la calle", en el barrio del Alcázar Viejo, con pareja y un hijo, asegura que se siente "cien por cien cordobés; enamorado de mi tierra y enamorado de mi profesión". Porque son ya más de 35 años dedicado a la fotografía de prensa y a la fotografía en general, que no sólo es su trabajo, sino que "es mi pasión y es mi hobbie". Y bno se ha alejado mucho de sus orígenes. "Ahora vivo a unos 500 metros de donde nací".

El gusanillo de la fotografía le entró ya en la EGB, cuando comenzó a hacer un curso de fotografía. A eso le llevo el hecho de que un año antes su hermano Paco había comenzado a estudiar fotografía en la Escuela de Artes y Oficios. Así que montó el laboratorio en su casa y reunió a toda la familia para mostrarles cómo se revelaba. "Cuando vi eso de meter una hoja en blanco en unos químicos y aparecer ahí una imagen me pareció algo mágico. Como el acto supremo de la creación. De la nada crear algo". Pura alquimia.

Por tanto, se enganchó, y estuvo estudiando fotografía en la Escuela de Artes y Oficios. Además de eso, a lo largo del tiempo realizó un montón de cursos, talleres, masters con grandes profesionales españoles y extranjeros. Y algo que le llenó de veras fue realizar un posgrado de la Universidad Autónoma de Barcelona en Historia de la Fotografía (Conservación, Archivística y demás) hace de esto ya ocho años. Para formarse de esa guisa, AJ ha viajado a otros rincones, como Sevilla, Madrid o Málaga y en Alicante, hace un lustro, pude entrar en uno de los cursos que personalmente más interesante le ha resultado: Cómo trabajar con daguerrotipos. Como él mismo señala, la formación nunca cesa, y "como esto como te guste, en cuanto sale algún curso o taller con algún fotógrafo interesante te acabas apuntando, siempre con el permiso del trabajo".

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Se podría considerar que usted ya empieza a ser un fotógrafo de ésos interesantes de los que habla, ¿no?

(Se ríe) ¿Eso qué significa? ¿Que estoy ya mayor?

Que, a lo mejor, es usted quien tiene que empezar ya a enseñar a otros.

Siempre le he tenido mucho respeto a la enseñanza. Siempre he tenido mucha suerte con mis profesores, porque eran personas que no se han guardado secretos y me han contado todo. Cuando alguien se acerca a mí con interés y me pregunta le enseño lo que yo sé. Pero admiro mucho y creo que es una profesión muy difícil como para verme yo capacitado para ponerla en práctica.

Pues es una pena oír eso.

Hombre, hace unos años estuve impartiendo unos talleres por Andalucía sobre la conservación de fotografías antigua. Estuve en Jaén, en Granada, en Cádiz, en Sevilla, aquí en Córdoba también y la verdad es que la experiencia fue muy bonita.

Bueno, ahí tiene la prueba de que enseñar no duele.

No, pero una cosa es hacer un curso una semana, que pasen tres meses y luego otra semana haciendo lo mismo, además, que meterte ya en arena de una materia como la fotografía. No lo parece, pero es muy densa y con muchas vertientes y muchos elementos que abordar.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

O sea, que no, que no va a ser uno de los caminos que vaya a elegir.

Nunca se puede decir, como señala el refranero, que de este agua no beberé. Pero no es una parcela que de memento me haya tentado.

Si uno se mete en la web ajgonzalez.es, ¿qué se va a encontrar?

Yo he intentado volcar mi pasión por la fotografía, mi pasión por el fotoperiodismo, que llevo ya 35 años trabajando en Diario Córdoba, mi pasión por mi fotografía personal, en la que también llevo más de 30 años trabajando, con proyectos de creación personal, mi pasión por la investigación de la historia de la fotografía... En fin, creo que se puede encontrar ahí mucho de mí a través de mis imágenes. Pienso que ellas hablan mejor de mí que yo mismo.

Evidentemente, he estado buceando un poco en esa web. Le va el blanco y negro, ¿verdad?

Es que, aunque pienso que soy todavía joven, ya tengo 55 tacos, pero comencé desde muy pequeñito y lo hice en blanco y negro. Y el blanco y negro te aporta que lo realmente importante sea lo que muestre la imagen. Ese dicho de que menos es más es lo que le pasa al blanco y negro, a mi parecer. Con muy pocos elementos tienes que conseguir una imagen que comunique.

Eso no quieta que luego también haya hecho cosas en color y me haya metido en cosas muy locas cuando era joven a base de fotomontaje y de rayar fotografías y echarle lejía con un grupo de amigos y compañeros dentro de un grupo de creación que se llamaba 'Los artesanos del ruido', que llegamos a ganar el Premio Nacional de Fotografía de Juventud y el Premio Andaluz también. Fue una experiencia muy bonita en la que utilizamos un tipo de fotografía en una época en la que todavía era demasiado clásica y en la que podríamos decir que técnicamente la pervertimos, usando procedimientos muy innovadores en aquella época.

Rompiendo moldes, ¿no?

Exacto.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Una época también que se prestaba mucho a eso en todas las artes y en todos los sentidos.

Sí. Y cuando eres joven buscas querer romper un poco también con las normas, a pesar de que soy de la opinión de que en el caso de la fotografía para romper con la técnica imperante y el clasicismo hay que conocer esa fotografía clásica muy bien, pero igualmente te apetece eso de transgredir intentando investigar más allá.

Algo que ha apuntado ya en esta charla y aparece, además, bastante en su página web es el concepto de fotoperiodismo, me da que como diferencia del fotógrafo a secas. Me parece muy interesante y me gustaría que usted profundizara en ello.

Yo, personalmente, me considero fotógrafo. Para mí es la palabra clave, porque eso abarca todo lo que hago, y, al mismo tiempo, creo que es lo suficientemente amplia como para que cualquier cosa, mañana o dentro de bastante tiempo, que quisiera abordar lo podría incluir.

Aunque, realmente, una parte muy importante de mi carrera la he dedicado al fotoperiodismo, a la fotografía de actualidad en el Diario, que es muy importante para mí y me ha servido para reconocer a muchas personas de muchos sitios, me ha hecho crecer como persona y realmente creo que es una faceta y un componente de la fotografía en mi caso muy importante dentro de mi carrera.

Por tanto fotógrafo es lo genérico y lo global y fotoperiodista, una rama o una derivación.

Mira, por ejemplo uno de mis trabajos que le dediqué casi 15 años fue el proyecto de La Corredera, en el que empecé a fotografiarla antes de que comenzaran las obras y lo acabe cuando las obras ya habían finalizado. Pues bien, hay gente que cree que eso es fotoperiodismo, pero fotografía documental.

La fotografía se convierte en un documento y va más allá del hoy. Deja de estar maniatada por la actualidad. Sin embargo, el fotoperiodismo su principal componente precisamente es que esta ligado a la actualidad, aunque también el fotoperiodismo, por ejemplo recientemente cuando falleció Antonio Gala o cuando hace unos años se fue Julio Anguita, las fotografías ésas que tenemos todos los compañeros con el paso del tiempo se convierten también en documento.

A mí lo que me obsesiona es la fotografía como sinónimo de documento. Es un lenguaje, es una forma de comunicación, pero para mí por encima de todo es documento. Una imagen que con el paso del tiempo está cargada de simbología, de información, de historia. Creo que muchas de ellas habría que preservarlas y valorarlas, porque cuentan a distinto nivel cómo éramos como sociedad, como era una ciudad, cómo era nuestro sistema político, cómo eran nuestros artistas. Nos cuentan cómo somos y cómo hemos sido.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

La foto periodística, más allá del dicho de que una imagen vale más que mil palabras, es en sí misma una información, básicamente. Por tanto, no cualquiera puede hacer fotos periodísticas. Tiene que tener esa visión de lo que es noticia.

Esta claro que un fotoperiodista debe estar muy al día de la actualidad. No sólo se trata e tener una formación técnica a nivel fotográfico, sino también una formación no sólo moral sino ética además, de lo que esta haciendo y con lo que se encuentra. Y con todo ello, a veces, se puede conseguir una fotografía única, un documento que cuenta una historia, que narra y capta un momento que es importante para una sociedad y para poder entenderla, en mi caso dentro del ámbito geográfico en el que me muevo, que es Córdoba.

¿Cuál sería, hasta la fecha, la foto que más le gusta de las suyas? Que la ve y diga "esta es representativa de verdad de lo que hago".

(Se ríe) Yo creo que está por hacer. es verdad que hay muchas fotos que he hecho que me siento orgulloso de ellas, pero cuando pasa cierto tiempo, es como los hijos, tienes que dejarlas ir y ya no te pertenecen. Yo ahora en las redes sociales hay grupos de fotografía que reproducen fotografías antiguas y últimamente están usando algunas imágenes mías de La Corredera, que son de finales de los años 80' o primeros de los 90', que tienen ya unos 30 años y me sorprende verlas. Son imágenes que yo las tenía más que superadas y vuelven. Las veo ahora con otros ojos diferentes a como las hiciste en su día.

Una de ellas, de hecho, muestra en un calendario la fecha de 1991. Bien, el término fotoperiodista aparece plasmado también en el título de su última investigación plasmada en libro. Hábleme un poco de ese 'Ni héroes ni soldados: Fotoperiodistas'.

El libro forma parte de otra de mis obsesiones. Te habrás dado cuenta de que soy un obseso de la fotografía (se ríe). Es la investigación y recuperar la memoria gráfica de la provincia de Córdoba y de Andalucía, espacialmente. Alguna he hecho a nivel nacional. Porque, como he comentado antes, pienso que son documentos muy importantes y especialmente con las fotografías anteriores a la Guerra Civil con las que se ha producido una tragedia enorme. Se ha perdido una cantidad ingente de archivos e fotógrafos de nuestra tierra.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

La causa ha sido que la fotografía, hasta prácticamente finales del siglo XX no se ha valorado como un objeto artístico, como un documento, como una pieza que había que conservar y me di cuenta de eso a finales del siglo pasado, en 1999, y me puse a investigar, a recuperar la memoria de los fotógrafos que habían hecho esas imágenes y de sus imágenes.

Desde entonces voy abordando distintos proyectos en los que intento recuperar esa memoria fotográfica, que no deja de ser la memoria nuestra, la de todos nosotros, de Córdoba, de Andalucía. La memoria de otro tiempo, pero que está íntimamente ligada a la actualidad.

'Ni héroes ni soldados'. Son los fotoperiodistas con una idea circunscrita al periodo de la Guerra Civil. Un periodo, además, que siendo relativamente reciente es, quizá, uno de los que haya sufrido mayor expolio a nivel de imágenes.

¿Y eso por qué?

Porque cuando finaliza el conflicto bélico la inmensa mayoría de las fotografías son incautadas por el régimen franquista para usarlas como pruebas incriminatorias en la conocida como 'Causa General' contra los españoles que habían luchado por la República. Ahí ya la fotografía se convirtió en un documento, en una prueba documental para comprobar de qué lado habían luchado, y si lo habían hecho en el lado perdedor usarla en un juicio para incriminarte y meterte en la cárcel o cosas peores. Eso provocó que muchísimas fotos se perdieran.

Luego en el caso de los fotógrafos, los hubo que cuando vieron por dónde iban los derroteros o bien directamente destruyeron su obra y sus archivos o los ocultaron. De ese modo no los podrían utilizar nadie y causaran la muerte de una persona o que acabara en prisión solo por aparecer en una imagen de la época.

Estas dos casuísticas han provocado que en el caso de la provincia de Córdoba conociéramos de maravilla la fotografía de Robert Capa y Gerda Taro, porque eran fotógrafos no españoles a los que no se les pudo incautar los archivos, pero también han sido en parte los que han motivado este trabajo.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

¿De qué modo?

Por esa visibilidad y la importancia que se les ha dado en las últimas décadas a sus trabajos que acabó por eclipsar, precisamente, y hacer que se olvidara a los fotógrafos especialmente cordobeses y españoles que habían trabajado aquí en la provincia.

Pero se supone que el régimen de Franco, al hacer uso de esas imágenes para buscar culpables, las debía preservar de alguna manera.

Muchas de esas fotografías se han recuperado, no todas. Estaban guardadas en el Archivo General de Salamanca, al que le han cambiado ya dos o tres veces de nombre, y se encontraban dentro de los documentos de las causas judiciales. Esas fotografías, con la llegada de la Democracia, cuando toda la documentación de los juicios de la 'Causa General' se digitalizó, se separaron las imágenes del resto de la documentación y muchas están ahora disponibles en los últimos años en la Biblioteca Nacional de España.

En cualquier caso, en ese libro suyo hay plasmadas 300 imágenes de entonces.

El libro recopila casi esa cantidad.

Pues le ha debido costar sangre, sudor y lágrimas.

Sí. Ha costado bastante trabajo y la principal fuente de imágenes ha sido la prensa de la época. Desde el 16 de julio e 1936 hasta prácticamente todo el año 39 he visto toda la prensa gráficas de la época, no solo cordobesa, sino también madrileña, e incluso alguna de fuera de España. En ese rastreo han ido apareciendo muchas fotografías. Muchas de ellas, desconocidas. Y, aunque los originales no han aparecido, sí he podido reproducir esa imagen y las he tratado con un programa digital para mejorarles un poquito la calidad y las hemos incorporado al libro.

¿Cree usted que eso podría luego servir para montar una exposición en alguna parte para que la gente pudiera acceder de forma algo más masiva?

Es verdad que, por desgracia, en estos tiempos que vivimos el libro tiene un público muy limitado. Por eso he elaborado una versión del libro en un pequeño documental de 10 minutos, en el que no sólo incorporo fotografías, sino también he incorporado algunas imágenes de cine, con una alocución de nuestro compañero Álvaro Guerrero, con un guión que desarrollé yo. Ahí condenso tanto imagen como contenido sobre lo que es el libro.

Es como una forma de que cualquiera pues acceder a él. Simplemente entrar en Youtube y verlo con una calidad bastante digna para conocer un poquito cómo trabajaron estos fotógrafos y cuáles fueron sus obras.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA

Se puede ver, por tanto, por cualquiera en Youtube.

Sí. En un formato completamente libre. Se encuentra poniendo el título del libro.

Aparte de las imágenes, que sí que son las que se te meten literalmente por los ojos, usted tiene que haber explicado en su libro quién es quién, su trabajo y demás.

Exacto. Ésa es otra de las patas del libro. Por un lado se trataba de recuperar la memoria gráfica y por otro la recuperación de la memoria de los fotógrafos que las hicieron. He contado datos biográficos y profesionales, intentando, además, narrar cómo era la profesión en aquellos años.

¿Y cómo era?

Eran fotógrafos que trabajaban en prensa, pero no eran fotógrafos de guerra ni de zona de conflicto, y de la noche a la mañana se vieron abocados, les gustara o no, a fotografiar una guerra y la tragedia de un conflicto. Ahí cuento cada uno cómo llega a la profesión, en qué zona está en cada momento, los problemas que tenían con los equipos, lo difícil que era conseguir películas, la relación y los problemas que tuvieron con la censura, cómo la propaganda utilizaba sus fotografías.

Algo muy importante que quizá no es una idea muy generalizada es que la Guerra Civil nivel informativo fue la guerra más fotografiada hasta el momento. Y fue, además, la primera guerra en la que la fotografía se convirtió en un arma de guerra.

Como propaganda.

Exactamente. Los dos bandos, a través de sus respectivos servicios de propaganda, utilizaron las fotografías como un arma más de guerra para luchar contra el enemigo, para intentar convencer a sus partidarios y sus detractores de que tenían la razón, para buscar ayuda de las potencias extranjeras, para debilitar las posiciones morales del rival, para ensalzar la moral de las tropas propias... Fue una herramienta muy, muy importante y fue la primera piedra de lo que hoy es la fotografía de prensa o la fotografía de conflicto bélico a nivel global ya en pleno Siglo XXI.

¿Esos fotógrafos eran cordobeses o profesionales de fuera que fotografiaron la parte cordobesa de la guerra?

Para el libro he escogido las imágenes que se hicieron en la provincia de Córdoba. Pero no todos los fotógrafos son de Córdoba. Hay cinco cordobeses, pero la inmensa mayoría son de fuera. Hay, incluso, algunos extranjeros.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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¿Y de dónde ha sacado sus biografías?

En muchos casos de bibliografía existente. En otros casos de las mismas páginas de los periódicos. Porque el fotoperiodismo se convierte, también coincide muy poquito antes del comienzo de la Guerra Civil, en la década de   los años 30', se produce una gran evolución en la prensa. Si hasta entonces se había usado la fotografía como una mera ilustración, a partir de entonces se dan a conocer una serie de publicaciones, revistas y diarios de referencia en los que se usa la fotografía no al servicio del texto, sino como un elemento independiente para contar historias.

El éxito es tal, y no sólo a nivel internacional como la revista Life o Vu en Francia, la Picture Post de Inglaterra, o las alemanas, y en España la revista  Estampa, que acaba siendo una corriente internacional que nace en Alemania, que ha recorrido todo Occidente, con un éxito popular enorme. Hablo de cientos de miles de ejemplares de tirada, donde cualquiera, no hacía falta saber leer ni tener un nivel de conocimientos grande, podía hacerlo, porque la imagen tiene esa capacidad de comunicar se tenga el nivel que se tenga. En esa época que había tanto analfabetismo supuso una auténtica revolución.

¿Este libro suyo es continuación de Fotógrafos de guerra, el tercero que tiene usted?

(Se lo piensa mucho) No es una continuación. Porque este libro nace de la necesidad que yo tenía por un lado de recuperar la memoria de los fotógrafos que trabajaron en la Guerra Civil exclusivamente en Córdoba, y, por otro, de reivindicarlos frente a Capa y Tardo como fotógrafos icónicos y por culpa de cuyas prolongadas sombras da la sensación de que no hay mas fotógrafos en la Guerra Civil.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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Entonces, está relacionado con ese otro libro anterior, pero en ese primer libro realmente yo ahondaba mucho más en los fotógrafos del Siglo XIX, que ni siquiera sabían que estaban haciendo fotografías de guerra ni fotoperiodismo y de los que tan pocas noticias tenía.

¿A usted le hubiera gustado ser fotógrafo de guerra?

Cuando era joven era una idea que me rondaba en la cabeza. Pero luego con el paso del tiempo creo que no hubiera sido capaz de tener esa valentía  de meterme en esta profesión de fotografiar un conflicto.

Bueno eso es algo que no se sabe hasta que no se prueba. De hecho, usted mismo acaba de decir que los fotógrafos que empezaron a captar imágenes de la Guerra Civil no eran fotógrafos de guerra.

Ya, pero ellos se vieron en la obligación de hacerlo y yo estoy en una época en la que he podido elegir. Quizá sea una visión muy localista, pero yo creo que desde lo local se cuentan historias universales. Las historias que cualquier periódico cuenta son acerca de personas. Y eso es algo entendible, porque es parte del mundo. Lo que las hace singulares es esa localidad que les sirve de escenario y les aporta ese toque especial, esa historia diferenciada de la de cualquier otra.

AJ González posa para Córdoba Hoy FOTO JM AYALA
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El libro está a la venta, ¿verdad?

Sí. El libro está editado por la Diputación y el único distribuidor que tiene es la Librería Luque. Se puede comprar tanto en la tienda física como on-line.

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