Juanjo García López tiene un sueño. Bueno, tiene muchos, pero uno de los más importantes es ver algún día la casa familiar Romero de Torres museizada y abierta al mundo. Algo que podría parecer algo sencillo, no lo está siendo tanto, y a pesar de los muchísimos apoyos con los que cuenta su grupo de personas que también aspiran a esa misma idea, la política lo está frenando de forma incomprensible.
Todos los santos domingos, desde hace 18, se congregan ante la fachada de la casa Romero de Torres para reivindicar su apertura, porque dentro se ocultan tesoros que aún no han visto la luz en forma de documentación y piezas patrimoniales que a día de hoy son propiedad de la Junta de Andalucía.
Cordobés, de Valdeolleros. Cursó Filosofía y Letras, la sección de Geografía e Historia en la Universidad de Córdoba (UCO). Hizo la tesina sobre un escultor coetáneo a Julio Romero de Torres, Enrique Marín Higuero, de Arriate (Málaga). Empezó en la Universidad de Córdoba en el año 1991 y terminó en el 97. En 2001 llevó a cabo los cursos de Doctorado y la Tesina y ahora está preparando la Tesis, además de llevar adelante un proyecto personal como gestor cultural.
¿Se conocieron entre ambos? Me refiero a Julio, nuestro pintor, y Enrique, el escultor.
Sí y no. Tenemos constancia de una carta en el Archivo Municipal, cuando fallece Julio Romero de Torres, donde el escultor le manda a Enrique Romero de Torres el pésame. Relación tenía seguro. Y con la Generación del 98 también, porque ellos se reunían en el Café Nuevo Levante de Madrid, y Marín Higuero era uno de los asiduo. Ahí puede estar la vinculación directa. Luego en testimonios gráficos aún no he encontrado una fotografía donde aparezca él. Pero los 'secundarios' no aparecen, o aún no se han encontrado.
¿Su afán investigador de dónde le viene?
Creo que es por genética familiar. Mi madre, Paquita, tenia un primo, Martín, de Montoro, que su afán era recopilar información de la memoria oral. Es decir, lo que son leyendas, nombres de las calles y demás. Tenía un interés innato por el saber y el aprendizaje. Creo que me viene de ahí. Aparte de que luego he tenido estudios universitarios, porque mis padres se preocuparon por que me formara adecuadamente.
Cuando comencé la carrera tenía dos temas de estudio: La mujer, que todavía no había Cátedra, y el erotismo. Esos dos temas siempre han estado unidos a mí y por eso estudié y por eso conocí a Dora Martínez, que es una escultora discípula de Marín Higuero. Si no llego a conocer a Dora no hago la tesina sobre el malagueño ni a lo mejor me hubiera metido en este asunto con Julio Romero de Torres.
Ya que lo ha mencionado, ¿el primo de su madre, Martín, ha recopilado todo lo que tenía que recopilar?
La verdad es que sí. Ocurre que ya falleció y no sé qué han hechos sus hijos con todo ese trabajo. Yo tengo algunas cositas de la memoria que este hombre iba recopilando, pero lo gordo lo tiene la familia.
¿Y no sabe si van a sacar a la luz todo ese jugoso material?
Ni idea. Él lo hacía a máquina de escribir antigua, tecleando fuerte (se ríe).
¿Y tiene grabaciones y todo?
No. Todo era texto. La verdad es que tendría que preguntar a la mujer, que aún está viva, a ver cuál de los hijos tiene todo eso. Sería una lástima que se perdiera toda esa memoria sobre Montoro. Por eso es fundamental realizar nuevas investigaciones entorno a la Familia Romero de Torres y su contexto histórico-artístico. Expertos en la materia existen en nuestra ciudad y otros lugares del mundo. Sería interesante constituir un Centro de Estudios sobre la Familia Romero de Torres.
¿Su idea, por tanto, es hablar con ellas y recopilar con voz su testimonio?
Mi idea, aparte de recuperar algún día la casa familiar Romero de Torres y ponerla en valor, es fundamentalmente recopilar con medios audiovisuales el testimonio de los investigadores en torno a la familia Romero de Torres.
Esta obsesión (y no se me ofenda, que no lo digo en el mal sentido) con la familia Romero de Torres, ¿a qué se debe?
Lo primero de todo, porque son cordobeses. Me siento identificado con ellos en el sentido de que tengo una parte de mí que es artista y la incomprensión de la ciudad hacia la familia.
¿Incomprensión de la ciudad?
Sí. Quizá yo sea demasiado drástico o quiero meter la cizaña para ver si saltan ya las conciencias (se ríe). A ver, incomprensión; ¿por qué se va Julio a Madrid? Consigue una plaza de profesor en la Escuela de Bellas Artes. ¿Dónde está la cultura artística? En Córdoba no. Estaba en Madrid, París, Londres, Nueva York... ¿Dónde se sentía él más a gusto con otras realidades e influencias artísticas? Pues en Madrid, que era la capital del reino y donde había más cultura urbana que en Córdoba. Está claro.
Pero él estuvo muchos años trabajando en Córdoba ¿no?
Según me cuentan los expertos, él iba y venía. Tenía su estudio y su casa en Madrid. Pude constatar por periódicos de prensa en Córdoba que su esposa, Francisca Pellicer, y su hija iban en junio a verlo a Madrid y luego bajaban de nuevo a Córdoba. Cuando estaban enfermas iban a Madrid, donde había mejores médicos especialistas.
¿Entonces las fotografías en las que se ve a Julio Romero de Torres en su estudio es en Madrid, no en Córdoba?
Es que hay un montón de fotos. Las hay en las que él está aquí en el patio de su casa. Hay otra en la que se le ve pintando con un montón de mujeres y ésa es en Madrid. Son mujeres relacionadas con el mundo de las artes escénicas, es decir teatro, cine, ópera... Madrid tenía mucha vida. En Córdoba estaba el Gran Teatro, que yo he averiguado que su hermano, Eduardo, firmaba todo lo que se publicaba sobre los espectáculos que se celebraban allí o en el otro teatro de Duque de Rivas. Firman como E.R.deT. Lo tengo en la página web que tenemos de la familia de la Familia Romero de Torres. Aparte de que estaba relacionado con temas de economía, desarrollaba su faceta artística hablando de todos los espectáculos que llegaban a Córdoba desde Madrid, Valencia o Barcelona.
Si nos fijamos en los nombres de las artistas, resulta que muchas de ellas han posado y eran amigas de Julio y su hermano Enrique.
¿Estaba Córdoba preparada para una familia tan especial como la de los Romero de Torres?
(Tarda en contestar) Pues no lo sé, la verdad. Lo que sí sé es que gracias a esta familia se salvaron de la piqueta muchos monumentos. Es el caso de la Sinagoga o San Nicolás de la Villa. Eso esta documentado por los que han estudiado a Enrique Romero y al padre, Rafael Romero Barros. Si no llegan a estar ellos aquí, me da que muchos de los monumentos que hoy tanto estimamos no existirían a día de hoy. Sólo hay que recordar la cantidad de puertas de la ciudad que se derribaron, como Puerta Gallegos o Puerta Nueva. Había puertas a las que el 'progreso' pensaba que había que quitarlas de en medio y otras porque a alguien se le ocurrió defenderlas. Los conservadores del patrimonio de esta familia fueron los que dijeron que la Sinagoga era digna de preservarla. No sé si sería mucho decir que eran unos visionarios con el tema del patrimonio.
Hombre, en caso contrario no lo hubieran defendido.
¿Sabes lo que me esta pasando con esto de poner en valor la casa familiar? Que hay muchas personas que se me acercan y me cuentan historias buenas y leyendas que hay por ahí perdidas de la familia. Me cuentan que era importante para el padre, para el hermano y para Angelita, la arqueóloga de la familia, la importancia que tuvo Enrique y otros artistas del momento para que Julio triunfase en Madrid y en Bilbao. En el Facebook que tenemos estoy poniendo en abierto documentación histórica, es decir las fuentes de prensa desde 1920, y eso hace que la gente se va enterando de realidades que vivió Julio, como su primera exposición en Bilbao.
Me ha llegado incluso que Rafael Romero Barros cuando llega a Córdoba y lo nombran conservador y después director del Museo ya le dice a la Diputación que el solar donde está el Museo de Pintura, que es como se llamaba entonces el Bellas Artes, es pequeño para lo que estaba por venir. Y ni siquiera habían nacido los hijos. Fíjate la visión que tenía este hombre. Incluso hay por ahí un documento donde dice que le gustaría otro lugar, que era, en concreto, un solar que había de un antiguo convento por la calle Buen Pastor, al lado de donde la Diputación tiene el Servicio de Bienestar Social. Pues todo eso formaba parte de un convento, y ahí es donde él veía que tenía más capacidad en espacio para lo que iba a venir.
¿De dónde vino él?
De Moguer. Acabó aquí porque fue a Sevilla a formarse como alumno de Bellas Artes y salen unas convocatorias a nivel del Ministerio de Instrucción Pública de conservador. Se presenta, gana la oposición y le dan la plaza destino Córdoba para seguir la labor. conservación y de dirección del futuro Museo de Bellas Artes, que en ese momento era el Museo Provincial de Pinturas, que lo gestionaba Diputación. Por eso, cuando llegan aquí la Diputación les cede el espacio que tenían en el antiguo Hospital de la Caridad que fue donde vivieron.
La casa ha tenido muchas reformas a medida que ha ido pasando el tiempo. Han ido realizando edificaciones de adaptación para darle habitabilidad. Es un edificio de evolución arquitectónica.
Por lo que dice, los cordobeses hemos tenido suerte e que la familia acabara aquí. Que fue una pura casualidad, vamos.
Sí. Fíjate, un señor que nace en Moguer, que luego va a Sevilla podría haber acabado perfectamente en Valencia con Sorolla (se ríe). Son casualidades y una gran oportunidad, porque si no llegan a estar ellos, ¿qué hubiese pasado con el patrimonio de Córdoba? Pongámonos en situación: Si Rafael Romero Barros no llega aquí en el año 1862, San Nicolas de la Villa no estaría, por ejemplo.
También estará usted recopilando anecdotario alrededor de la familia.
No hace mucho en el espectáculo de la Tuna de España una señora que tenía al lado me habló de la casa familiar de los Romero de Torres. Dijo que su padre estuvo trabajando 15 años de mantenimiento de la casa. Era el que encalaba y demás. Se llama Pedro Vacas y luego fue funcionario del Ayuntamiento. Aquí en Córdoba sacas el tema de la casa y en cualquier sitio te cuentan una historia rocambolesca o que los hijos eran muy celosos de los suyo. Los obreros llegaban para reparar una cubierta o lo que fuera, metían la carretilla y cuando salían, la hija las paraba y les obligaba a mostrar lo que llevaban en los bolsillos (se ríe). Pero hay que entenderlos. Era la época franquista.
En cualquier caso, era una familia muy especial, ¿no?
Creo que era tan especial que es incomprensible que la casa lleve 32 años cerrada. No sé si es por desidia o por falta de conocimiento o porque por un lado está la investigación histórico-artística y por otro, la sociedad. No hay esa vinculación o hace falta instaurar un programa de sensibilización con colegios, aulas y centros de mayores, asociaciones y que todo el mundo pase por la casa. Eso sería lo ideal cuando se ponga en valor.
Por especial quería decir que en esa familia quien más y quien menos tenia su peculiaridad. Quiero decir que no es sólo Julio, sino que toda la familia tenia su faceta artística.
Todos tenían una base, que era el padre y la madre.
Hemos hablado del padre, pero no de la madre.
De la madre y la hija, ambas se llamaban Rosario, no he llegado a conseguir información sobre ellas. Se dedicaron a cuidar a los hijos y hermanos. Y a cuidar la casa. Aunque tenían su ayudantes para el Museo y para la casa, ellas eran celosas de su familia y llamare estaba muy preocupada del hijo que se fue a Argentina, Carlos, e incluso la familia le ocultó que había fallecido. Ella era de Sevilla.
Volviendo al resto de la familia...
Todos tuvieron su formación artística. Si tu padre es conservador, pintor, conoce a los Bécquer y a mucha más gente fuera, ha viajado y al afincarse en Córdoba cada vez que nace un hijo los va instruyendo en arte y en música, ya me dirás. Allí, en el solar donde está la casa ahí se creó el primer conservatorio de música, la Real Academia de Córdoba, la Escuela de Artes y Oficios. todo eso fue generando una formación vinculada a las artes. Hasta Fernando, que se dedicó puramente a temas de administración y de Delegación de Hacienda en Málaga y en Córdoba, ayudaba administrativamente al funcionamiento el Museo con Enrique Romero de Torres. Todos tenían cierta vinculación con las bellas artes, la conservación del patrimonio, eran grandes coleccionistas de patrimonio arqueológico, como su padre.
Fue una gran suerte que nacieran y que se instruyeran aquí. Incluso las hijas, una de ellas, Angelita, fue académica de la Real Academia de Córdoba, como he indicado en la web, que intenta poner en valor cada una de las personas de la familia y acercar lo que vamos encontrando.
Hay un artículo muy bueno que se hizo en el año 90 por Mercedes Valverde Candil y fue publicado en una revista en Moguer y ahí hay una foto que la he visto muy pocas veces y en la que aparecen casi todos los hijos. Mercedes los tiene muy bien documentados. En la web digo que en la casa se escucha la música que le gustaba mucho en Cuaresma a la madre, Rosario, y que además tocaba el piano la hija. Es decir que aunque se dedicaran a las tareas domésticas puedo comprender que tuvieran una gran formación humanista y de bellas artes y de música.
Las mujeres de la familia tuvieron, por tanto, su peso específico.
Tengo que reconocer que a Rosario no la tengo muy bien estudiada. No he tenido acceso a información en prensa ni en nada. Tendría que preguntarle a los expertos a ver que tienen de ella. Pero luego está Angelita, cuya figura se está recuperando ahora por parte de arqueólogas, que es una gran desconocida y creo que habría que ponerla en su lugar histórico.
Por lo pronto arroje un poco de luz sobre ella, por favor.
Mientras que Enrique Romero de Torres era el director y la parte de Bellas Artes, Angelita se encargaba de la parte de sección de arqueología, siguiendo las directrices del hermano de su padre. Ella fue la que puso en valor, aparte de cuidar el jardín arqueológico de su casa, inventarió todas las piezas arqueológicas de su colección privada. Luego hay una parte que habría que investigar mucho por parte de la Universidad de Córdoba (UCO), a raíz del último encuentro que tuvimos con el rector, Manuel Torralbo y el vicerrector de Estudiantes y Cultura, Israel Muñoz, surgió la idea de promocionar o de orientar a los futuros investigadores hacia esas parcelas. Estudiar la colección Romero de Torres, hacer una revisión del inventario que se hizo en su momento, investigar más en definitiva, sobre esa parte y poner en valor a Angelita como arqueóloga.
Lo que empieza a quedar claro en esta conversación es que Romero de Torres no es sólo Julio.
Para nada. El Ayuntamiento en su moción sobre la casa familiar la denominó Casa natal de Julio Romero de Torres, y yo siempre añado la coletilla 'y familia'. Porque Julio es lo que es, o ha sido lo que es, porque detrás había una base, que era la familia. Su hermano era un gran relaciones públicas y le sirvió a él.
Yo la llamaría Casa Romero de Torres sin más.
Claro. En la camiseta que usamos el grupo que reivindicamos su pesca en valor pone Casa Familiar Romero de Torres (se ríe).
Ya que lo menciona, cuénteme cómo va la cruzada de ustedes.
Después de la moción presentada por IU y Podemos en el Ayuntamiento y consensuada por todos, y la que se ha logrado en la Diputación, que ha sido Vox quien la ha llevado, y consensuada también, pero hasta el último minuto, ¿eh? Es increíble. Es que hubo una enmienda del PSOE que no sé a que vino, porque en el texto ponía que 'se firme' y el PSOE quiso cambiarlo a que 'se acuerde' en relación al convenio para la gestión de todo ese patrimonio. Ahí se ha producido una historia de verbos... Y es que no es lo mismo acordar que firmar, claro (se ríe).
Hasta el último momento, Miguel Castellano, diputado no adscrito, me hizo un comentario sobre este tema que el consenso estuvo muy difiícil. Es algo que le hicieron a Cristina Pedrajas, de Podemos, en el Ayuntamiento, que hasta el último momento no daban el brazo a torcer.
Entonces, ¿cómo va el proyecto? Ahora mismo, aunque hay dos mociones que son son vinculantes, como todos sabemos, hemos estado en prensa, que es lo importante y lo positivo, se esta removiendo el tema, el sector turístico de los guías nos apoya en todo.
¡Ah! ¿Sí?
Sí, sí, sí. El sector de guías oficiales, con los que me relaciono, me dicen que están muy contentos con lo que se esta haciendo. Pero claro que esto va para largo. También el Consejo del Movimiento Ciudadano nos avaló en el Ayuntamiento, nos comentó que esto no es tan rápido, que es una cuestión de años. Felisa Cañete, de la Diputación, el día 1 de diciembre, antes de presentar las mociones, nos dijo que en cuatro años se podía hacer el proyecto en marcha. Es decir que la legislatura que empieza ahora en mayo, si ellos son reelegidos en esos cuatro años se hará. Hablamos de 2027.
Po eso yo puse la fecha utópica de 2030, centenario de la muerte de Julio (se ríe). Que no nos pille haciendo actos rápidos, sin ningún concierto para salir al paso, sino que hay que hacerlo bien y creo que hay tiempo todavía para planificar un buen 2030.
Lo hay, pero lo suyo hubiera sido con una casa ya preparada y museizada para las visitas.
Yo lo que no entiendo es cómo teniendo el Ayuntamiento un proyecto de museología, la Junta de Andalucía otro hecho en 2011 y Diputación ahora solicita fondos europeos y llevan tres años, desde octubre de 2020 sin ponerse de acuerdo. Me gustaría saber qué tiene el borrador que no se ponen de acuerdo. No he tenido acceso a él. Ya se lo he pedido a los diferentes portavoces de los grupos, tanto de Vox como de Podemos, para que nos pasen el borrador del proyecto museológico del Ayuntamiento, que tiene que tener un documento. Aunque es verdad que eso se lo enseñaron al grupo del PP, que no pude estar presente. A la concejala de Cultura, Marian Aguilar, y Leopoldo Tena, el subdirector de Cultura, se les enseñó la documentación. O sea, que eso está desde 2019 trabajado.
¿Qué es lo que pasa con el borrador? Lo importante es el documento borrador. ¿Qué hay ahí que no se ponen de acuerdo para firmar? No lo sé. Les he pedido al Grupo de Vox que si consiguen entrar en la casa a ver si les pueden dar algún documento, lo que sea, que lo explique. No lo entiendo. Por eso, en el grupo de Facebook hemos puesto que no entendemos la demora para firmar un convenio. Que sí, que hay eleciones de por medio, pero que cuando hay voluntad en tres días consiguen ponerse de acuerdo.
Bien, pues hablemos al menos de los apoyos que tiene la iniciativa. ¿Quienes están detrás?
Estamos teniendo apoyo en primer lugar del Consejo del Movimiento Ciudadano, con Juan Andrés de Gracia a la cabeza, que aprobó por unanimidad su apoyo. Luego hemos tenido una reunión con el Consejo de Distrito Centro, que preside Lourdes Martínez, que nos citó para que le comentáramos emotivo por el que surge nuestro grupo y cuáles son nuestras pretensiones.
A raíz de eso, y tras una serie de conversaciones por correo electrónico, nos apoya la Asociación Española de Pintores y Escultores. Nos apoyan porque Julio Romero de Torres y Enrique Romero de Torres en 1910 fundaron la Asociación junto a otros artistas en Madrid y son socios de honor. No entienden cómo la casa no está puesta en valor todavía. Lo tienen. plasmado en su web y en la revista Gaceta de Bellas Artes del mes de marzo también aparece.
Luego tenemos el apoyo de TunaEspaña. El fin de semana pasado estuvieron aquí. Querían hacer u homenaje a Julio Romero de Torres y un grupo de persona del grupo de Facebook nos pusimos en contacto con su delegado en Córdoba, Eduardo ramos, que es profesor de Agrónomos aquí, y le informamos que estaba el asunto de la casa, se quedaron sorprendidos y nos dijeron que dentro de sus posibilidades nos iban a dar su apoyo. Eso se tradujo en descargos una canción al grupo en el Gran Teatro y también en el solar de la casa pintaron un cuadro y se hicieron fotos y demás.
También está detrás la UCO, ¿No?
Sí, estuvimos no hace mucho con el rector, Manuel Torralbo, y dijo que nos apoya. Se planteó para 2024 hacer algunos actos académicos, que se están estudiando para que la comunidad universitaria tuviese conociendo de todo esto. Tengo que decir que todos los grupos políticos, absolutamente todos, sin excepción, apoyan el proyecto, incluso los alcaldables de partidos que no están en la Corporación municipal. Es que es un patrimonio muy importante.
Y, por supuesto, un grupo de personaste todos los domingos se concentran ante la fachada de la casa para recordar la iniciativa.
Claro. El pulmón de que todo esto suceda es porque la sociedad cordobesa en personas afines se están acercando los domingos a la Plaza del Potro. Aparte de otras personas que no pueden porque viven fuera y están todo el día apoyando dentro de sus posibilidades a través de medios tecnológicos, de prensa, televisión incluso y hay algún que otro contacto nuevo que tenemos que nos va a poner en contacto con la Unesco. Es algo que vamos a empezar a tocar ahora y buscando apoyos internacionales.
¿Cómo se formó este variopinto grupo?
Fue un 27 de octubre, que tras una conversación con el director actual del Museo de Bellas Artes, José María Domenech, vimos la situación que tenía la casa familiar. Le solicitamos información y él nos explicó toda la evolución. A raíz de esa reunión, en la que estuvimos Inmaculada, de una empresa turística, y yo como gestor cultural, empezamos a estudiar de qué manera poner esto en marcha. Después de eso, me reuní con unos amigos míos en la Judería y uno me planteó que lo moviera por redes sociales y se creó un grupo de Facebook. Se fueron invitando unos a otros y ahora mismo somos 1.127 miembros activos, más otros muchos que no se adscriben, pero están entrando constantemente.
Ahí empieza a gestionarse el grupo. Luego en mi página web personal, Proyectogarlo.com, todo aquello bueno se publica en prensa, lo tengo ahí publicado.
Hablando de la prensa. No la ha mencionado entre sus apoyos. ¿No siente que los medios de comunicación le estemos arropando su iniciativa?
La verdad es que no. Así de claro. Cuesta trabajo. No sé por qué. Quizá porque estamos en marzo, febrero y no es agosto, cuando no hay noticias y se mete cualquier cosa (se ríe). Creo que les cuesta salir en los medios de comunicación a todos los que nos dedicamos a la gestión cultural. Esto se ha quedado, además, a un nivel muy local. Nosotros hemos enviado notas de prensa a nivel nacional y autonómico. Y nada de nada. Sólo el ABC en Córdoba ha sacado algo en papel. La verdad es que cuesta hacernos notar. No tenemos peso político ni económico y parece que se nota.
Bueno, quizá eso sea lo de menos. Se trata de un iniciativa y una idea positiva. Es la vergüenza de tener una casa como tienen las principales ciudades donde han contado con artistas de relevancia internacional y la muestra con orgullo a modo de museo, y aquí no.
Aquí no. Cierto. Eso es precisamente lo que no llego a entender. Esto no es de ahora. Hablamos de más de 30 años hacia atrás. ¿Qué pasa con la casa? ¿Por qué no se pone en valor? Ésa es mi pregunta y la de todo el grupo, cuando nos reunimos todos los domingos, al mediodía, que ya llevamos 18 encuentros, donde hacemos homenajes, hacemos lecturas poéticas y vienen artistas que se acercan para comentarnos cosas. De verdad que no sé lo que ocurre.
Por cierto, la descendencia de la familia Romero de Torres ¿dónde está? ¿Quiénes son? ¿Están vivos?
Ya no hay nadie. Cuando murió María Romero de Torres en 1991 fue la última.
¿Ya no hay nadie más? ¿Ni siquiera fuera de Córdoba?
Había mucha mortalidad infantil. Luego ellas no se casaron y no tuvieron descendencia. Rafalito, tampoco. Incluso una prima de Julio, Carola, que estuvo aquí viviendo muchos años, cuando falleció en Sevilla en el año 92, tampoco tenía descendencia. Julio Romero de Torres tuvo tres hijos, Rafalito, María y Rosario, pero no tuvieron hijos. De haber habido un hijo o una hija quizá esto hubiera sido algo muy diferente. Más fácil. Porque la colección no se vende un precio bajo y esa colección que expropia de la familia se la hubiese quedado la hija o el hijo en propiedad. Lo más probable esquema hubiese montado una Fundación privada, como han hecho muchos descendientes de grandes artistas.
Toda esa riqueza cultural ¿a quién pertenece, pues?
Ahora mismo la colección Romero de Torres, que incluye cuadros, muebles, documentación en papel, la biblioteca privada de la familia, las piezas arqueológicas, el ajuar, las cámaras de foto, es propiedad de la Junta de Andalucía. En 1987 lo compró por 18 millones de pesetas de entonces. Se lo compraron a María Romero de Torres, la hija, tres años antes de morirse. Quizá pensó que le quedaba más tiempo de vida, pero se fue.
¿Quién ha tenido la inmensa suerte de acceder a todo ese material?
Los directores y directoras del Museo de Bellas Artes, los investigadores que hicieron el inventario y poco más. Yo no. Siempre ha sido personal vinculado a la Administración autonómica en esos años que recuerdo que esta gobernando el PSOE, hasta que se ha cambiado el Gobierno ahora con el PP.
¿Esas personas han publicado alguna vez algo sobre el inventario para que los profanos podamos conocer un poco lo que hay dentro?
Sí. hay unos inventarios hechos sobre las piezas. Creo que hay que solicitarlo para acceder a ellos. Habría que preguntar al Museo de Bellas Artes.
¿Usted no ha intentado acceder?
La verda es que no.
¿No tiene curiosidad por saber lo que hay, y conocer la potencialidad que tiene todo esto?
Todavía no me ha dado tiempo. Pero tengo la intención de hacerlo junto a una de las mayores expertas de Julio Romero de Torres, que ha sido la directora de los Museos Municipales, para acercarme a ese mundo. Y también al actual director del Museo de bellas Artes solicitarle por correo electrónico el acceso al inventario.
Entre otras cuestiones porque su página web se nutre de información que va saliendo a la luz en las investigaciones.
Hay una parte en la página web que es 'Casa Familiar', que está por hacer y estoy pensando que integrar ahí, y posiblemente sea lo que me acabas de comentar: El inventario. La colección Romero de Torres cómo está compuesta, qué es lo que tiene. ¿Hay algún documento que yo como ciudadano de a pie puedo leer accesible? En caso de que no exista, ¿por qué no se elabora? ésa sería la pregunta y la cuestión: Accesibilidad a esa información. Porque igual está inventariado perfectamente, pero no está hecha la difusión.
Ni usted ni yo conocemos lo que hay ahí dentro, así de claro. Y usted es, quizá, uno de los que más interés tiene, pues ya me dirá.
Hombre, yo entiendo que todo lo que es la parte del Museo de Bellas Artes, donde están los cuadros de Rafael Romero Barros, de Rafael y de Julio, forman parte de la colección familiar y así se indica en las fichas de los cuadros. Pero ¿cuántas cosas habrá de cuadros en los almacenes que nunca han podido salir a la luz pública porque no hay sitio?
Pero usted y yo intuimos que una de las cuestiones más jugosas que puede haber ahí dentro es la documentación: Más imágenes, cartas...
Los libros que ellos consultaban en su biblioteca privada. Una cosa es el funcionamiento del Museo, que eso lo conserva el Archivo Histórico Provincial, y tiene toda la documentación que generaba el archivo del director para encalar paredes, llamar a cerrajeros, preparación de salas y demás. El día a día del Museo está documentado. Pero a mí, personalmente como historiador, lo que me interesa, la parte más sustanciosa es acceder al ejemplar de la Colombine.
¿Perdón?
Una escritora, Carmen de Burgos, que firmaba con ese pseudónimo, y me encantaría saber si esta familia tenia un ejemplar de ella. Escribía en los semanarios nacionales historias, cuentos... Eso por poner sólo un ejemplo. Ahí puede haber cualquier cosa. ¿Quién sabe si hay algún libro inédito de Valle Inclán, sin ir más lejos? ¿Por qué no? Se relacionaba con la familia y en lugar de regalarles un cuadro porque no es pintor quizá les regalara como amigo un libro.
Puede haber cartas que aporten más información para investigar.
¿Tiene algún tipo de apoyo por parte de la Administración?
No. Lo de la web es una iniciativa privada de dos miembros de mi equipo Proyecto Garlo, Lisa y Nacho, ambos informáticos. Un día dijimos de comprar el dominio y se lava cuando contenido. Dividimos el gasto de mantén la página el CEO y demás y pagamos a medias. Si entra cualquiera puede ver que no tiene ningún logo de nada. Mi página personal tampoco tiene subvenciones. Todo esto lo hago por amor al arte y mis dos compañeros, lo mismo en su tiempo libre.
¿Cree usted que va a ver su proyecto culminado?
Sí. Quizá no aparezca e la foto, porque no me gusta aparecer en ellas, pero haré yo la foto a los que lo vayan a inaugurar. Yo documento la historia, amo aparezco en ella.
¿Cuál será su pensamiento entonces?
Que la familia al completo van a estar muy contentos de que por fin se les haga el homenaje pertinente, que es abrir su casa al mundo.
