CULTURA Y REBELDÍA

Un colectivo de artistas denunciará el desinterés por el C3A con 'The Funeral'

El evento, que se celebrará el 1 y 2 de abril próximos consistirá en la ocupación de un espacio en desuso del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía para exponer la obra de los nueve creadores

c3a
photo_camera c3a

Un colectivo de artistas, pondrá en marcha un fugaz evento, denominado 'The Funeral', para poner el foco de luz sobre la problemática que actualmente suscita el estado del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, el C3A, en Córdoba, a orillas del Guadalquivir, y que tendrá lugar en ese mismo lugar el próximo fin de semana, 1 y 2 de abril.

"The Funeral es un evento en el margen, casi invisible. Partiendo de la autogestión y el interés colectivo de los artistas participantes se presenta como un acto de ocupación de los espacios en desuso del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía", explica este colectivo de creadores en un comunicado. 

Así, los nueve artistas participantes, Antonio Blázquez, José Jurado (la fotografía que se adjunta es de él), Juan López López, María Alcaide, María Cañas, Nano Orte, Rafael Chinchilla, Raquel Soto y Manuel Zapata (se adjunta su obra el Contador de personas), pretenden "generar un laboratorio de reflexión y crítica en torno a la problemática que ha supuesto la apertura de C3A en la ciudad de Córdoba, su actual disfunción como centro de creación y su futuro próximo". La idea es trasladar al interior del edificio, a través de la propuesta de 'The Funeral', un debate que se encuentra activo y que versa sobre "¿Qué es el C3A? ¿Sabe Córdoba que es el C3A? ¿Es realmente algo preocupante para la mayoría de ciudadanos?".

fotografia

A efectos prácticos, en este evento de corta duración se mostrarán las obras que los artistas han generado en torno a estas cuestiones casi con la intención de pasar página. "Debemos anunciar y denunciar la muerte, sacar los cadáveres a la calle para insuflarles una nueva vida", señalan como lema del evento.

'The Funeral' abrirá sus puertas el sábado, 1 de abril, a las 11.30 horas, en la sala que albergará la futura tienda del centro y permanecerá abierto al público en horario de 11.30 a 20.00 horas, el sábado, y de 11.00 a 14.00 horas, el domingo.

Manifiesto

A modo de manifiesto, bajo el título de 'Síndrome de Cotard' (una enfermedad neuronal por la que el enfermo cree estar muerto, estar sufriendo la putrefacción de los órganos o simplemente no existir), y con epígrafe del gran Jorge Luis Borges de "La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene", el colectivo explica que:

"No nace hoy la necesidad de un espacio para el arte de ahora en Córdoba. Si bien como en aquella película de los años 60 Bienvenido, Mister Marshall, se preparó la ciudad para renacer, y aún más allá de su estampa tópica como lugar monumental. Con la búsqueda de la Capitalidad Europea de la Cultura, hoy ya mera ilusión, se fraguó el proyecto que durante décadas colectivos de la ciudad demandaban, el que hoy no sin controversias y recelos es el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía.

"Pero, ¿es este nuevo espacio el mausoleo donde enterrar toda una vida vivida en lucha por conseguirlo? Como la gran obra faraónica que es, por su prolongación en el tiempo y por las dimensiones que superan la escala humana y las de la propia ciudad, nos enfrentamos a la disfuncionalidad que sustenta por encima de sus efectos lumínicos exteriores, un lugar inhóspito donde difícilmente el público local puede reconocerse.

Contador de visitas. Instalación Cerámica. Rafael Chinchilla y Manuel Zapata

"Más allá de la diana en la que se ha convertido para ataques que parten de intereses políticos, económicos o de crítica institucional desde los ámbitos culturales de la ciudad que se ven sin voz dentro del centro, ¿dónde se sitúa la gente de a pie en este conflicto?¿Es realmente algo preocupante para ellos? ¿Qué es el C3A?

Actualmente nos encontramos en un contenedor de obra donde hay agentes trabajando sin un público que los respalde. Un síndrome de Cotard en el que el propio centro y aquellos pocos que lo recorren se sienten una muerte en vida. Un panteón vacío con alguna que otra lápida y donde irán llegando cada vez más muertos. Debemos anunciar y denunciar la muerte, sacar los cadáveres a la calle para insuflarles una nueva vida".