El colectivo Rebelión por el clima Córdoba, la fórmula cordobesa de la iniciativa estatal 2020 Rebelión por el clima y de la iniciativa internacional By 2020 We Rise Up, organiza una charla debate el próximo martes, día 12, para profundizar en los objetivos y el modelo organizativo de estas plataformas y para reflexionar sobre la necesidad de la movilización social para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.
La actividad, que se desarrollará en el salón de actos de la Biblioteca Central tiene como título 'Rebelión por el clima o cómo poner la vida en el centro de todas las políticas. Sólo la movilización social y la desobediencia civil masiva pueden parar el ecocidio', y en ella participan dos activistas vinculados a ambos movimientos, como son Marta Bordons Martínez, de Salmorejo Rebelde y Fridays For Future Sevilla, y Andrea(s) Speck, de La Transicionera y Salmorejo Rebelde.
La proximidad de esta convocatoria con la celebración de la cumbre del clima en Madrid, que trae aparejada la celebración de la 'contra cumbre' o cumbre de los movimientos sociales y que supone la organización de fuertes movilizaciones en la capital, será con toda seguridad uno de los temas que se traten en este encuentro, aunque Rebelión por el Clima Córdoba tiene prevista una próxima reunión para el lunes, 18 de noviembre, en la que se tratará con más detalle esta convocatoria.
La cumbre del clima es una convocatoria anual de Naciones Unidas y se celebrará entre el 2 y el 13 de diciembre. Inicialmente estaba previsto que se desarrollase en Santiago de Chile, pero el gobierno chileno ha renunciado a última hora a su organización, recayendo esta responsabilidad en el Gobierno de España, que ha anunciado que se celebrará finalmente en Madrid.
El otro tema estrella de este encuentro será el papel que tiene que jugar la movilización social en el rumbo que adopten los estados y las instituciones internacionales para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, pues los colectivos convocantes de esta actividad son conscientes de que hay que incrementar de forma muy notable la presión cívica habida cuenta del bajísimo compromiso que están adquiriendo los poderes públicos, la lentitud en su aplicación y el nulo control sobre el cumplimiento de los pobres compromisos adquiridos en el ámbito internacional.
