El último estudio que hizo Vimcorsa habla de unas 3.200 casas-patio en el interior del Casco Histórico, según ha indicado esta mañana Rafael Barón, presidente de Claveles y Gitanillas. Y de ese total, en los últimos 20 años han abierto sólo unas 220. Se trata, en su opinión, de una proporción muy pequeña de las que se deciden a montar el Patio y abrirlo al público, y "ahí, precisamente, es donde tenemos que ir pinchando para que esta forma de vida no desaparezca".
Barón ha participado esta mañana en un acto de homenaje a los propietarios y propietarias de Patios, con motivo de la celebración, ayer, del X aniversario de la declaración de la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a la Fiesta de Los Patios, que, por cierto, el pasado año cumplió un siglo de Concurso. En este encuentro han estado también el alcalde, José María Bellido (PP); el presidente de la Asociación Amigos de Los Patios, Miguel Ángel Roldán, además de numerosos propietarios y propietarias de recintos y representantes de los diferentes grupos de la Corporación municipal.
Según el presidente de la Asociación de propietarios de Patios, ya se han facilitado algunas fórmulas de ayuda a este tipo de vida, como son los abonos en el precio del agua o la rebaja del IBI, que "ayuda a que la gente pueda tener un poco de interés en instalarse en uno de estos recintos", pero "aún es muy costoso tener un Patio todo el año y la esclavitud que supone el cuidado de las macetas, que son señoritas a las que servir, y que para irte de vacaciones tienes que buscar a alguien que las cuide".
La idea, por tanto, es hacer que sea atractiva esa forma de vida, a través de talleres formativos o de ayuda a personas mayores en esas tareas, que pueden enganchar a más de un participante joven. El problema es que muchas de esas casas-patio acensadas "están abandonadas y deshabitadas y en algunos casos en ruina", por lo que Barón ha lanzado el reto de que las administraciones las adquieran, las restauren y faciliten alquileres baratos para gente joven, "con la condición de que cuiden esos Patios y los abran luego al público".
Son fórmulas que están ahí para ponerlas en marcha, pero que el Ayuntamiento solo "no puede", por tanto deben actuar muchas más fuerzas e intervenir otras instituciones, a fin de poder entre todos levantar esto, "que es lo que nos interesa a la ciudad como patrimonio y como forma de vida y no sólo para atraer, sino que se consigue una ciudad más bella, buena y amable, donde la gente vive mejor".
El acto de hoy ha consistido en reunir a un buen puñado de propietarios y propietarias de Patios para hacerse una foto de recuerdo a los pies de la Puerta del Puente, y un desayuno en El Bandolero, igual que hace una década ocurrió en la Oficina de Turismo de Santa Clara, nada más conocer la decisión de la Unesco en torno a las 10.15 horas de aquel 6 de diciembre de 2012.
El propio Bellido ha recordado que se trató de un expediente muy esforzado, que no estuvo exento de idas y venidas, y, de hecho, hubo que rehacerlo en varias ocasiones, pero sobre todo ha querido recordar a as personas que lo hicieron posible y que lograron "un éxito colectivo, que en Córdoba debemos seguir tomando nota, por ser un claro ejemplo de los triunfos que se obtienen cuando todos nos unimos", al estilo, por ejemplo, de los que ha ocurrido con la Base Logística del Ejercito de Tierra.
El regidor ha destacado que Los Patios ha sido de siempre una Fiesta muy cordobesa, pero fue con aquella declaración cuando "tomamos conciencia de que eso que era muy nuestro tiene un valor excepcional y universal y sabemos que tenemos el deber de protegerlo y cuidarlo", porque "la fiesta cada vez tiene un carácter más universal y ya no es sólo nuestra".
De igual forma, en opinión de Bellido, durante los dos años de pandemia (2020 y 2021) "aprendimos de nuevo que Los Patios van a otro ritmo de vida e implican vivir despacio". Fueron años en los que muchos cordobeses y cordobesas pudieron volver a disfrutar de forma pausada de lo que es la fiesta como tal y el tesoro que guarda en su interior por e que se consiguió precisamente, la catalogación: "Cuidar esa forma de vida más que la propia arquitectura de los recintos, que no son lo amparado por el Patrimonio de la Humanidad, sino esa forma de vivir tradicional en Córdoba que le da continuidad".
Por su parte, Miguel Ángel Roldán ha recordado que hace 10 años estuvo en París junto al entonces concejal de Cultura, Rafael Navas (PP), y la presidenta de Claveles y Gitanillas, Leonor Camorra, en ese foro donde había 186 países representados, y ahora una década después "me sigue emocionando". La delegación española, acompañada por técnicos del Ministerio de Cultura, se llevó una gran alegría que se retrasó un poco, porque estaba previsto que se diera a conocer el día 5 por la tarde, pero se aplazó hasta la mañana siguiente.
Precisamente, el hecho de haber abierto ayer 29 Patios en conmemoración del galardón conseguido ha servido de recuerdo de aquella emocionante jornada con la que Córdoba pasó a ser un referente universal tanto por la Mezquita.-Catedral, como por Los Patios, "que es lo que vienen demandando los visitantes".
Durante el día de ayer, las visitas fueron abundantes, especialmente por la mañana, mientras que por la tarde se produjo "un parón" por el partido de la selección española en el Mundial, que hizo que Córdoba se parara entre las 16.00 y las 18.00 horas. Pero luego "hubo patios que tuvimos que cerrar un poco más tarde, porque la gente se echó a la calle al acabar el partido, y han venido gente de todos los sitios del país: La laguna, Valladolid, Madrid, Murcia...".
En su intervención, Rafael Barón, no sólo fue reivindicativo, sino que quiso poner énfasis en quienes trabajaron a fondo para que el expediente cordobés acabara siendo reconocido por la Unesco. "Gente que trabajó muy duro, como Juan José Primo Jurado, entonces subdelegado del Gobierno, Ana Verdú, del Archivo Municipal, Leonor Camorra, que estuvo en París y vivieron en primera persona esa experiencia". Pero también los que ese día se quedaron en Córdoba y que participaron en la elaboración del dossier durante más de cuatro años "para que la Unesco se diera cuenta del valor que tiene nuestra Fiesta y nuestros Patios y sobre todo la gente que vive y cuida de ellos".
Relevo generacional
Barón ha señalado que una de las cuestiones pendientes de la Fiesta es el relevo generacional. "No sólo hay que vivir en una casa-patio y vivir despacio, tranquilo y con comodidad, sino que luego hay que tener ganas de trabajarla y abrirla al público". A día de hoy "es difícil encontrar personas que sean tan generosas que abran las puertas de sus casa para que todo el mundo entre, y es una generosidad difícil de heredar", por tanto "hay que aprenderla y desde nuestra asociación luchamos por hacer entender que hay que educar a las nuevas generaciones para que crean que vivir en un Patio merece la pena".
Una cuestión para lo que el presidente de Claveles y Gitanillas ha indicado que hacen falta ayudas. Más de las que hay. De hecho, actualmente hay una serie de problemas que están tratando de resolver codo con codo con el Ayuntamiento para intentar solucionarlos, "pero no todo el peso ha de recaer en el Ayuntamiento, y la Junta de Andalucía y el Estado central tienen que colaborar y ayudar de manera efectiva, creando soluciones habitacionales para que hay gente que recurra a casas de vecinos y quieran vivir allí compartiendo luego sus Patios".
En este sentido, ha indicado que el programa educativo del Ayuntamiento "hay que incrementarlo, llevarlo a los institutos, a los colegios para que esos chiquillos sepan que vivir en un patio no es una tortura, sino que es un beneficio para la salud". De hecho, la botánica de Los Patios genera oxígeno para la ciudad. Además, de una forma sostenible, ya que "nuestra manera de regar, con una lata y planta a planta, es de los más ecologista y se gasta más bien poco".
Incluso hay Patios con pozos que se pueden utilizar, pero el consumo de agua con tanta maceta es elevado y hay que buscar alguna fórmula que lo evite. Por lo pronto, Barón ha descartado el riego por goteo, porque riega a todas por igual y unas viven y otras mueren con lo que en Córdoba no funciona".
