El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, abrió hoy en un acto solemne la Puerta Santa de la Catedral de Córdoba para inaugurar el Jubileo de la Misericordia convocado por el Papa Francisco.
Numerosos feligreses acudieron a la apertura de la Puerta y protagonizaron una pequeña avalancha cuando se les permitió paso al interior de la Mezquita-Catedral.
Fernández leyó las palabras del Santo Padre en las que dice que “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre, el misterio de la fe cristiana, parece encontrar su síntesis en esta palabra” y que “Jesús de Nazaret, con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios”.
“Misericordia es la guía que une Dios y el hombre porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado”, parafraseó Fernández quien terminó diciendo que se celebra este jubileo extraordinario de la misericordia “como tiempo propicio para la Iglesia, para que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes”.
