REALIZARON UN SHOWCOOKING SOBRE LA ELABORACIÓN DEL PAN

Miembros de la selección nacional de repostería, jueces del I Concurso de Repostería “Villa Cervantina” de Castro del Río

Los vencedores fueron Antonio Bello y Ángel Corpas, ambos castreños

Concurso repostería Castro del Río 2
photo_camera El alcalde de Castro del Río se dirige a los asistentes al I Concurso de Repostería "Villa Cervantina" de la localidad

Los miembros de la Selección Nacional de Repostería Francisco Recio y José Roldán han estado presentes hoy en el I Concurso Provincial de Repostería “Villa Cervantina” que ha organizado el Ayuntamiento de Castro del Río y que han ganado Antonio Bello, en la categoría de aficionado, y Ángel Corpas en la de profesional, ambos vecinos de la localidad castreña.

Este primer certamen castreño de repostería ha sido todo un éxito y en el mismo han participado una docena de aficionados y profesionales tanto de Castro como de otras localidades de la provincia cuyas preparaciones atrajeron a un numeroso público, que también se interesó por el showcooking sobre el proceso tradicional de elaboración del pan protagonizado por los miembros de la selección, que presidian en jurado que valoró los platos presentados.

El jurado valoró la “Tarta Artesanía” de Antonio Bello y la “Tarta de tres chocolates en tres texturas” de Ángel Corpas como las mejores preparaciones, recibiendo respectivamente 300 y 500 euros. Asimismo, Alberto Gay ha ganado el premio al Mejor Participante Local, dotado con 200 euros.

Además del showcooking de Recio y Roldán, el encuentro contó con varios expositores relacionados con la pastelería y un taller de repostería para los más pequeños.

El concurso, que el Consistorio pretende que se vuelva a repetir en próximos años dado su éxito de asistencia y participación, encuentra su razón de ser en la tradición repostera castreña y provincial, especialmente ligada a la Navidad y a la Semana Santa y su profundo arraigo histórico a la cocina, con influencia de la época andalusí, de donde deriva el uso de la almendra, y de la cocina sefardí, que impulsa definitivamente la repostería hasta alcanzar su máximo desarrollo en el Siglo de Oro.