CAMPIÑA SUR

El cementerio de San Rafael de Monturque conserva tumbas con lápidas aún de madera y de pizarra

Es una de sus muchas singularidades, si bien su valor histórico-artístico se va perdiendo ya que los familiares las van cambiando por mármol
Entrada al cementerio de San Rafael de Monturque
photo_camera Entrada al cementerio de San Rafael de Monturque FOTO FRANCISCO J. RUEDA

La localidad de Monturque, en la Campiña Sur, es cada vez más conocida por sus Jornadas Culturales y Gastronómicas Munda Mortis, que se abren hoy al público de forma oficial, y eso es así gracias a su particular camposanto, ubicado en la zona más alta del pueblo, por encima incluso de su castillo, aunque ambos forman parte del mis espacio llano donde antiguamente se encontraba el foro de la ciudad romana.

"Lo que tiene de distinto a otros cementerios es que cuenta con un yacimiento arqueológico en su seno, unas cisternas romanas de finales del siglo I después de Cristo que son monumentales; las más grandes que hay en España", señala Francisco Javier Rueda Aguilar, técnico de Turismo y Patrimonio, historiador y autor del libro 'Las Cisternas Romanas de Monturque y el Cementerio Municipal de San Rafael. Tanto es así que el camposanto es el único en el país con una zona arqueológica declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

Cementerio de San Rafael de Monturque
Cementerio de San Rafael de Monturque FOTO FRANCISCO J. RUEDA

"Otros cementerios singulares pueden tener panteones monumentales, grupos escultórico de interés o incluso personajes ilustres, que no son nuestro caso", añade el experto. Con sinceridad, las cisternas bastarían y sobrarían para que el cementerio de San Rafael estuviera incluido por derecho propio en la Ruta Europea de Cementerios, como uno de los más significativos del continente y que en 2017 fuera candidato al mejor cementerio de España dentro de los premios impartidos por la revista Adiós Cultural. Pero siempre se puede ir más allá.

Obviando las Cisternas, ¿es San Rafael singular? Francisco Javier Rueda es de la humilde opinión de que "es el normal de un pueblo pequeño", es decir con la arquitectura típica andaluza. Y eso implica paredes encaladas de blanco y rejas árabes. Pero nada de panteones ni siquiera esculturas llamativas. No obstante, y a medida que uno va escarbando un poco van surgiendo las singularidades que le aportan un encanto propio al margen del BIC.

Lápida antigua en el cementerio de San Rafael de Monturque
Lápida antigua en el cementerio de San Rafael de Monturque FOTO FRANCISCO J. RUEDA

La primera de ellas está en la misma entrada, que sí tiene valor arquitectónico al ser la única fachada del siglo XIX que se conserva en pie en el pueblo. Tiene 134 años (de 1888), por lo que ha visto pasar de todo ante sus puertas y sobre todo a través de ellas.

Y hay más. Rueda indica que en materia de enterramientos "hay mucha igualdad y son muy similares entre sí, de modo que no hay una que destaque sobre otra". Eso ya de por sí es bastante singular, puesto que las familias pudientes suelen hacer ostentación de su situación social incluso en la muerte, pero en Monturque la diferencia está en los materiales: Más nobles para los más ricos y más sencillos para los humildes. Un ejemplo auténtico de que la muerte iguala realmente a todos y los sitúa al mismo nivel y ras bajo tierra.

Lápida de madera en el cementerio de San Rafael de Monturque
Lápida de madera en el cementerio de San Rafael de Monturque FOTO FRANCISCO J. RUEDA

Y dentro de esa modestia impuesta por las circunstancias de la vida, otra singularidad más la mar de curiosa. Por suerte, el camposanto conserva tumbas antiguas, desde la época incluso anterior a la portada, de 1870, con algunas lápidas llamativas. Están elaboradas de madera y la inscripción está tallada. "De eso ya no se suele ver en otras partes", conviene el bibliotecario. En realidad no son muchas las que se conservan, entre otras cuestiones porque siglo y medio de intemperie ha hecho mella en ellas y las está pudriendo. Su mantenimiento depende directamente de las familias de los fallecidos, que son quienes deciden si las sustituyen por otras más modernas, generalmente de mármol.

"Es una verdadera pena, porque al desaparecer pierden encanto y también valor histórico-artístico", señala. Pero el Ayuntamiento no tiene potestad sobre ellas y su parte del mantenimiento alude a las zonas comunes, como los parques, caminos y techados. Otra cosa distinta sería que al estar dentro de una ruta muy especial, que comparte con 62 cementerios más en 49 ciudades de 20 países de Europa, se pudieran acceder a algún tipo de ayuda comunitaria con la sana intención de mantener ese patrimonio antes de que desaparezca del todo.

Lápida antigua en el cementerio de San Rafael de Monturque
Lápida antigua en el cementerio de San Rafael de Monturque FOTO FRANCISCO J. RUEDA

Algo similar ocurre con las lápidas elaboradas con pizarra, "de las que tampoco quedan muchas ni las hay ya en otros cementerios; son muy poco comunes", indica el bibliotecario.

No acaban ahí las singularidades del camposanto de San Rafael de Monturque. El hecho de que esté sobre unas cisternas hace que en su superficie aparezcan una especie de respiraderos (hasta una decena) que llaman mucho la atención de los y las visitantes. Además, 

La singularidad que tiene es que está levantado sobre el antiguo foro romano y las cisternas que están subterráneas le dan al cementerio una serie de respiraderos en la zona alta y al entrar se ven y aportan una singularidad que a los visitantes llama la atención. De igual modo, la composición del camposanto da la sensación de conformar un patio andaluz, con los nichos a su alrededor y un amplio espacio en el medio donde hay profusión de vegetación a base de naranjos, cipreses, arbustos y árboles de gran porte. Los respiraderos y los árboles dan la sensación de estar en un jardín, que cuenta, además, con un tipo de iluminación monumental como requiere un BIC de esas características.

Lápida antigua en el cementerio de San Rafael de Monturque
Lápida antigua en el cementerio de San Rafael de Monturque FOTO FRANCISCO J. RUEDA

"Otra característica es que el cementerio está en mitad del pueblo y al lado de la parroquia principal", la de San Mateo, y se encuentra rodeado de lugares de interés como la propia parroquia, el Museo Local o el Mirador y Yacimiento Arqueológico de 'Los Paseillos', desde el que se pueden admirar unas magníficas vistas de la Campiña y al más allá incluso de las Sierra Subbéticas. "Cada vez quedan menos con esas circunstancias, porque los cementerios en el siglo XIX se empezaron a sacar fuera de las urbes y éste se mantuvo dentro", añade Rueda. Eso hace que sea un cementerio muy visitado todo el año y con mucha frecuencia.

Cementerio de San Rafael de Monturque
Cementerio de San Rafael de Monturque FOTO FRANCISCO J. RUEDA