El primer estudio se realizó en el marco de la ayuda de la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) por un importe de 18.000 euros, mediante el cual se localizaron restos de 17 víctimas de la Guerra Civil.
En un segundo trabajo de exhumación, a cargo de Cecosam y con un importe de 12.100 euros, se extrajeron los restos de siete personas. En estos trabajos se ha contado con un arqueólogo, un antropólogo forense y un historiador.
Conclusiones del estudio
El estudio, llevado a cabo por el equipo técnico de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ha documentado la existencia de una fosa común en uso durante el año 1936 y constata, a nivel documental, el uso de la fosa como lugar de inhumación de víctimas en los primeros meses de la Guerra Civil.
La ubicación de la misma se confirma, tanto a nivel documental como arqueológico, en el conocido actualmente como cuadro Virgen de los Dolores. Se corrobora, pues, la localización de la fosa común del verano/otoño de 1936.
El registro arqueológico documenta el uso de la fosa común para enterramiento de víctimas de la Guerra Civil, pero también de inhumaciones ritualizadas, por lo que se han encontrado depósitos de enterramientos no sólo en el contexto de la Guerra Civil, hecho a tener en cuenta en las futuras actuaciones.
