El presidente de la Diputación, Salvador Fuentes (PP), ha advertido esta mañana que "nadie puede poner como excusa a la Diputación" de la decisión adoptada por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles para aplazar la Cata del Vino, que ya no se celebrará en abril como puerta natural al Mayo Festivo Cordobés.
"Pensar o decir que la Cata depende de Diputación sería un comentario frívolo", que "no lo voy a compartir de ninguna manera", ha añadido al respecto y ha señalado que "es la Denominación de Origen la que tiene que decidir" sobre lo que va a pasar con la Cata del Vino Montilla-Moriles, uno de los eventos más esperados y queridos por la ciudadanía cordobesa. Ya que la institución provincial sólo es "parte colaboradora, junto con el Ayuntamiento y con la Junta, con los que hemos hecho un esfuerzo, y ayer decíamos en un comunicado que vamos a seguir trabajando con la DO, y con la puesta en valor de todos los productos que hace la provincia de Córdoba, porque son los mejores del mundo".
Fuentes, además, ha avanzado ya que, decida lo que decida, el Consejo Regulador, "lo vamos a apoyar", al igual que se hace con el jamón ibérico de Los Pedroches o los aceites amparados, "y a todo lo que sea un producto que podamos vender en el mundo entero".
Volviendo a la antigua sede de la Cata, que fue la Diputación antes de su último salto a la plaza de toros de Los Califas, el presidente ha querido dejar claro que los restos arqueológicos aparecidos en el aparcamiento del Palacio de La Merced "es algo que depende de un informe de Cultura", que no tiene por qué hacer depende de ello la Cata. "Cuando llegamos, nos encontramos ese hueco que era fruto de un proyecto de la Diputación para edificar ahí; eso se paralizó por localizarse unos restos y eso está ahí y a día de hoy no hay nada que haya diferente". Eso sí, Fuentes ha insistido en que aun hay que decidir si ese proyecto para edificar en el aparcamiento sigue o no adelante.
Para el presidente, la decisión de realizar esa parada técnica "creo que es muy inteligente para ver de qué forma ser más grande, más eficaz, y más eficientes"; de ahí que la Diputación avance que "vamos a seguir colaborando estratégicamente en el reforzamiento y el posicionamiento de los productos de Córdoba", entre ellos el vino amparado.
Visión de la DO
El director gerente el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Montilla-Moriles, Enrique Garrido, señaló ayer a este periódico que "parada técnica" no equivale a que no habrá Cata. De hecho, la intención es que se celebre este mismo año. Para ello, ayer, martes, por la mañana se puso en marcha la constitución de un grupo de trabajo, que se reunirá ya la semana que viene, en donde han de participar la restauración y "otros actores que nos puedan ayudar en darle una nueva vision".
Y es que la Cata, después de 37 años, necesita "plantear nuevos retos, nuevo modelo, ubicacion, etc", cuestión que ahora se pretende diseñar. Eso ya se dio a entender el mismo día en que se elaboró el balance de la XXXVII edición en la web de la DO al hablar de "satisfacción contenida por el magnífico resultado de la cita eno-gastronómica, tanto a nivel de asistencia y respuesta cívica de los cordobeses, como por el sentir general sobre la misma, pero con la responsabilidad de asumir los cambios que haya que adoptar en el futuro para su mejora, ya que se ha convertido en una referencia turística y promocional de primer orden".
En cuanto a la ubicación, Garrido ha dado a entender que la plaza de toros, aunque "es un magnífico lugar", quizá no sea el idóneo para el nuevo modelo que se busca, ya que abarca a muchos más sectores de la sociedad cordobesa, a nivel gastronómico, cultural y turístico. En cualquier caso, y dado el cariño que la tiene la ciudadanía a la Cata, "queremos ir rápido con todo".
