"Hoy vamos a hacer historia". Son palabras de David Requena, de 32 años y CEO de la empresa Wendu, que ha creado una prenda de vestir capaz de generar frío o calor a conveniencia del usuario controlándola a través de un smartphone. Y no es broma. La ciencia ficción, que siempre ha ido por delante de la realidad y, más bien, ha ido tirando de ella, ha cobrado forma en Córdoba y lo que puede hacer un astronauta en el espacio gracias a su traje especial (y espacial) ahora lo puede empezar a hacer cualquiera que tenga los pies bien plantados en tierra mientras va al trabajo o hace deporte.
Por el momento son camisetas, con un diseño bastante agradable, una de corte deportivo (la S1) y otra casual para estar en la calle (la C1) para chico y chica y desde la empresa no se descarta que se amplíen a nuevas prendas, según evolucione la demanda del mercado. "Son las primeras que calientan y enfrían del mundo", ha asegurado Requena. Lo que sí es cierto es que son las primeras de este tipo que se generan en nuestro país, como mínimo.
Y para lanzarlas a un público más amplio Wendu va a iniciar esta misma noche una campaña de crowdfunding en la plataforma Kickstarter, donde ya lo intentaron una primera vez en 2016. Por entonces consiguieron que 179 patrocinadores les entregaran 30.751 euros de los 104.219 que requerían a través de esta plataforma. Lo que planteen en esta nueva oportunidad está por ver cuando se inicie la campaña, pero, al menos, ya se ha adelantado que los primeros 100 compradores tendrán un jugoso descuento. En principio, el precio de esta prenda (con todo lo necesario incluido) es de 149 euros ("mucho más barato que cualquier prenda de nuestra competencia directa"), pero el precio para ese centenar de intrépidos que quieren ser los primeros en conseguirla será de 115 euros).
La empresa está afincada en dos naves del edificio Baobab del Parque Tecnológico de Rabanales 21. Y allí es donde también van a llevar a cabo la fabricación de estas prendas, con una capacidad para elaborar entre 40 y 50 diarias, según ha avanzado Requena, y la inversión inicial ha supuesto ya unos 100.000 euros. "Lo vamos a fabricar en Córdoba, aunque hay partes que nos traen nuestros proveedores internacionales, porque el ensamblaje de la tecnología se hará aquí y para ello contamos con fabricantes textiles que nos confeccionarán la prenda a la que luego nosotros le incorporaremos la tecnología y también haremos el embalaje y el envío".
Precisamente, ¿en qué consiste esa tecnología? Básicamente, la prenda posee una electrónica flexible y distintos focos de frío y calor ubicados en las partes más sensibles del cuerpo. Hay otra parte, que es lo que llaman la 'window station' y que supone un pequeño dispositivo que se une magnéticamente a la prenda, así como una tercera parte consistente en la aplicación para que "con un solo dedo podamos graduar la temperatura de la camiseta entre 20 y 40 grados".
La idea de esta camiseta termorreguladora le ronda la cabeza a David requena desde hace ya una década, pero fue en 2013 cuando, junto con el ingeniero electrónico Francisco Javier Navas, le dio la primera forma. Con esta idea se quería dar respuesta a necesidades de diferentes colectivos como personas que practicaban deportes extremos, que estaban realizando una rehabilitación médica —al permitir regular la temperatura del pecho y la espalda por separado—, o bien para militares, bomberos, mineros o sanitarios.
Eso significa que el dispositivo "tiene un número ilimitado de aplicaciones, porque los focos que tiene de frío y calor contactan con la piel y es como si tuviéramos el aire acondicionado incorporado". De hecho, incluso tienen aplicaciones médicas, puesto que "hemos contabilizado más de 150 enfermedades, síntomas y efectos secundarios de fármacos que son capaces la camiseta de combatirlo regulando la temperatura. Es el caso del parkinson o de una simple fiebre.
Para entenderlo un poco mejor, Requena ha explicado que el cuerpo humano está a una temperatura media de 37 grados con un determinado tipo de vibración de nuestras partículas. La prenda o que hace para enfriar es que su componente especial vibra a una velocidad menor que hace a la piel vibrar al unísono con la misma frecuencia, con lo que la temperatura baja de forma natural. Lo mismo para el calor y todo ellos a base de ciclos temporales que mantienen siempre la misma sensación de temperatura, con una autonomía de batería al máximo de entre 3 y 4 horas de forma continuada, o de 5 y 6 horas para la batería plus.
La campaña va a estar en marcha durante 30 días, y too el dinero que se consiga "se va a reinsertar en el negocio para que en unos meses podamos entregarles las prendas a los clientes".
Wendu, para los más curiosos, significa en chino tradicional temperatura y el símbolo que acompaña a la palabra indica la dualidad del frío y el calor.
La prenda, evidentemente, se puede lavar, planchar o sudarla según ha explicado, por su parte, Pedro Díez, responsable del diseño exterior de la prenda. Para ello se buscó una tipo de tejido cómodo y flexible al que se pudiera añadir material impermeable, así como piezas metálicas inoxidables, que la hacen muy segura. De hecho, la camiseta lleva corriente interna (similar a la que acciona un mando a distancia), pero os electrones recorren toda la prenda a través de unas pistas conductoras flexibles aisladas y muy finas, que apenas se notan.
