Vitamina D3 y K2 esenciales para una salud óptima​

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Las vitaminas D3 y K2 deben consumirse porque las dos contribuyen a que los procesos celulares de nuestro organismo se desarrollen de la manera ideal.

Dado que la vitamina D contribuye de forma significativa a la defensa de nuestras células inmunitarias, su carencia es especialmente preocupante teniendo en cuenta los tipos de virus e infecciones invernales.

Existe la preocupación de que muchas personas no tienen niveles adecuados de vitamina K. Los estudios demuestran que las dietas bajas en vitamina K pueden acelerar su deficiencia en tan sólo siete días.

Las personas con trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable (SII), tienden a tener una mayor prevalencia de baja densidad mineral ósea. Esto puede deberse en parte a la inflamación del revestimiento intestinal, que dificulta mucho más la absorción de nutrientes como las vitaminas D y K. Estas personas tienen una mayor necesidad de suplementos de vitamina D3 con K2.

¿Qué es la vitamina D3?

Esta vitamina es una molécula orgánica de tipo esteroide. Actúa en el metabolismo del calcio y el fósforo en el organismo, garantizando el mantenimiento de los niveles de calcio y fósforo en la sangre. Gracias a la vitamina D3, el calcio se une mejor a los huesos, cartílagos y dientes. Esta vitamina también influye en la transmisión nerviosa y la contracción muscular.

Esta vitamina se recomienda ampliamente para los bebés y los ancianos. En el primer caso, ayuda a prevenir el raquitismo, es decir, la falta de calcificación de los huesos y cartílagos, lo que provoca problemas de crecimiento óseo. Para estos últimos, la vitamina D3 es esencial para prevenir la osteomalacia (descalcificación de los huesos), la osteoporosis y la debilidad muscular, que puede provocar caídas.

Las enfermedades relacionadas con la deficiencia de vitamina D3 también incluyen el hiperparatiroidismo (producción excesiva de la hormona paratiroidea), la cirrosis y la insuficiencia hepática.

Puede aliviar los síntomas relacionados con el síndrome del intestino irritable. Además, la vitamina D3 tiene beneficios para la moral de las personas mayores. Debe preverse que no haya carencia de vitamina D porque esto conduce a la depresión.

Propiedad de la vitamina K2

En cuanto a la vitamina K2, asegura el correcto aprovechamiento del calcio absorbido gracias a la acción de la vitamina D3. Es esencial para la coagulación de la sangre y la elasticidad de las paredes arteriales.

Vitamina D3 y vitamina K2: una pareja perfecta

Un consumo inadecuado o excesivo de esta vitamina puede debilitar la salud de los vasos sanguíneos. La vitamina K2 aumenta la seguridad de los suplementos de vitamina D3.

La vitamina D forma un sólido equipo con la vitamina K, que apoya a la vitamina D en muchas de sus funciones. La vitamina K está conformada por un grupo de compuestos liposolubles conocidos como MK-4 a MK-13. Este grupo de compuestos de vitamina K2 se considera el más activo biológicamente.

Por un lado, las vitaminas D3 y K2 ayudan a construir una sólida reserva ósea, suficiente para prevenir el desarrollo de la osteoporosis. Por otro lado, ayudan a prevenir los depósitos de calcio en los tejidos blandos (riñones, corazón, paredes arteriales).

Esto se debe a que los osteoblastos, las células que forman los huesos, producen una pequeña proteína llamada "osteocalcina". Esta proteína hace que la proteína se fije correctamente a los huesos. Para que esta unión sea eficaz, es esencial contar con una cantidad suficiente de vitamina D3. Pero para que la osteocalcina haga su trabajo, necesita ser activada por la vitamina K2.

Equilibrar las vitaminas D y K

Mantener estos dos nutrientes fundamentales en los niveles correctos es esencial para prevenir la osteoporosis y mantener los huesos y los dientes en un estado normal.

  • La vitamina D facilita la absorción intestinal del calcio y actúa eficazmente en la regulación del calcio en la sangre,

  • La vitamina K ayuda a conducir el calcio desde los vasos sanguíneos hasta los propios tejidos del cuerpo, ejemplo los huesos y los dientes.

El consumo de estas vitaminas es importante para evitar que el calcio se deposite en las paredes de las arterias, los cartílagos o los órganos, donde podría causar calcificación.

El cuerpo sólo almacena una cantidad muy pequeña de vitamina K y este nutriente se agota rápidamente si no se complementa con regularidad, ya que alrededor del 30-40% de la vitamina K se excreta.