El paso de los años tiende a dejar todo tipo de secuelas en lo que respecta a la estética, lo cual va generando cierto impacto en nuestro estado emocional. La pérdida del cabello es uno de los efectos más destacados en esta materia, sobre todo, si hablamos del género masculino. Hasta no hace mucho, los tratamientos para paliar la alopecia estaban lejos de presentar un grado de efectividad aceptable, sin embargo, la llegada del injerto capilar ha resultado ser toda una revolución, cambiando por completo lo que cabía esperar de un recurso asistencial de estas características.
En qué consiste el injerto capilar
Antes de hablar sobre cómo ha impactado el injerto capilar en Granada, gracias a clínicas como Leticap, es importante explicar en qué consiste este tratamiento. Porque no hablamos de un recurso paliativo, como pueden ser las píldoras y los champús anticaída, se trata de una solución efectiva que nos devuelve el cabello que habíamos perdido, suponiendo una mejora sustancial en lo que a nuestra apariencia física se refiere. Una intervención que, por fin, se ha asentado en España, evitando tener que viajar a países como Turquía, para someternos a ella.
Existen varias técnicas de trasplante capilar, no obstante, en Leticap han apostado por la técnica Micro FUE DUAL, la cual reubica los cabellos de la parte posterior y de los lados de la cabeza en aquellas zonas que se han visto afectadas por la alopecia. En todos los casos, se utiliza el mismo pelo del paciente y, si no tiene en la cabeza, se emplea el de la barba, o incluso el del cuerpo. De este modo, el grado de aceptación por el organismo es incontestable, evitando así el rechazo de folículos que ocurre cuando se emplea el pelo de otro individuo.
Una vez hecho el injerto capital, dichos pelos irán creciendo durante un periodo que puede durar entre los seis y doce meses. Finalmente, el resultado es tal y como teníamos el cabello antes de empezar a sufrir su caída, dando una perfecta sensación de naturalidad. En cuanto a la metodología de esta clínica de injerto capilar en Córdoba, se emplea anestesia local en la zona tratada, evitando cualquier tipo de dolor. Incluso, el proceso de recuperación carece de molestias graves.
En cuanto finaliza la intervención, la cual se realiza en una sola sesión, es importante que los médicos aporten indicaciones a sus pacientes para optimizar el postoperatorio. En este aspecto, la mesoterapia es un recurso clave, ya que estimula el crecimiento del pelo, en favor de lucir los mejores peinados, lo antes posible.
Por qué confiar en Leticap
Desde el principio hemos estado hablando de Leticap, clinica de injerto capilar en Málaga, y esto no es por casualidad. Se trata de uno de los centros más prestigiosos, no solo de Andalucía, sino también en toda España. Un lugar en el que tratan a cada paciente de forma personalizada, adaptando el procedimiento a las necesidades concretas de cada individuo, lo cual asegura los mejores resultados en cada caso.
Cuando se empezó a hablar del injerto capilar, todo apuntaba a que Turquía era el único lugar en el que someterse a esta operación. No obstante, esto ha cambiado en los últimos años, fruto del considerable abaratamiento que se ha dado para dicha operación. Es más, en clínicas como Leticap, ya se equiparan a los precios turcos, estando entre los 1.700 y los 3.500 €. Nada mal, teniendo en cuenta que es la única forma efectiva de recuperar el cabello.
Al ser pioneros en el injerto capilar, esta clínica lleva nada menos que 18 años en activo, lo cual le ha convertido ya en la mejor clínica de injerto capilar en Sevilla, siendo la directora del centro, Leticia Merino, una de las grandes figuras de dicho procedimiento en el país. Una profesional que cuenta con un equipo de especialistas de renombre, que trabajan a diario para devolver el pelo a sus pacientes.
Su sistema de microinjerto capilar 3D DUAL, logra implantar un gran número de folículos en cada intervención, algo que ha suscitado el interés de todas aquellas personas que, cansados de mirarse al espejo y no reconocerse, han tomado la decisión de dar un giro de 180º a su imagen, con todo el aumento de autoestima que ello conlleva.
