Cómo empezó la industria del tabaco

 Cómo empezó la industria del tabaco
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Para conocer los orígenes del tabaco tenemos que remontarnos cientos de años atrás, pero al igual que pasa en otras industrias, esta ha evolucionado muchísimo y aunque se han inventado otras maneras de fumar, los cigarrillos siguen siendo la forma más común de consumir tabaco. Actualmente, son muchas las personas que se lían sus propios cigarros con papeles smoking y que fuman cómo y cuándo les apetece.

Si quieres conocer más en profundidad la interesante historia de la industria del tabaco, te invitamos a que sigas leyendo y la descubras en este artículo. 

La historia del tabaco

El tabaco es el resultado de procesar las hojas de Nicotiana tabacum y NIcotiana rústica, aunque existen más de 50 especies de esta familia de las solanáceas. El tabaco se utiliza desde hace milenios en diferentes culturas, aunque encontramos su origen en el continente americano, concretamente en la zona andina que se encuentra entre Perú y Ecuador, aproximadamente entre cinco mil y tres mil años a. C. Posteriormente, se extendió a Europa en el siglo XVI, ya que el tabaco empezó a cultivarse por los españoles en la isla de Santo Domingo en el año 1530, y más tarde llegó al resto del mundo.

Actualmente, el tabaco se comercializa por todo el mundo de forma legal, excepto en Bután y aunque se consume de varias formas, la principal es inhalado al fumar. Antiguamente, se aspiraba por la nariz, se masticaba, se bebía y comía e incluso se aplicaba en la piel, se introducía en el cuerpo mediante enemas o con gotas en los ojos. El tabaco también tenía un matiz místico y se ofrecía a los dioses y se esparcía sobre los guerreros antes de luchar o sobre las mujeres antes de mantener relaciones sexuales.

Origen de los cigarrillos

Aunque el tabaco comenzó a cultivarse en el siglo XVI, no fue hasta 1825 cuando empezaron a fabricarse los primeros cigarrillos de papel. Tras su llegada a España estos se hicieron muy conocidos entre la población, sobre todo entre las mujeres a partir de 1930 A las españolas les encantaba el aroma a licor que desprendían y que el papel estaba estampado con colores muy llamativos, poco tiempo después este auge en España se trasladó al resto de Europa.

Las primeras cajetillas de tabaco aparecieron en 1933, por lo que podemos datar el origen de la palabra cigarrillo en ese año, aunque su crecimiento alcanza su máximo esplendor cuando se empiezan a producir cigarrillos a gran velocidad gracias a la máquina de vapor. Este invento de James Albert Bonsack permitía que se liaran millones de cigarrillos en poco tiempo, consiguiendo así lograr una ventaja frente a su competencia, ya que otros productores usaban métodos más antiguos. 

Esta capacidad de manufacturar cigarrillos en grandes cantidades hizo que estos pasaran de considerarse un artículo de lujo a un producto popular al alcance de todos. La máquina de liar cigarros la compró James Buchanan Duke en 1885, quien revolucionó la industria del tabaco y participó en la creación de la “American Tobacco Company” en 1890.