La criptomoneda más emblemática bate récords de cotización tras la autorización de la SEC a comercializar ETF vinculados.
En 2024 el precio del bitcoin ha pulverizado su marca histórica, al rebasar el máximo alcanzado en noviembre de 2021 de 67.734 dólares.
Con ello, el símbolo por antonomasia del ecosistema cripto revela su fortaleza, y que sigue siendo un activo de referencia, pese a que en innumerables ocasiones se ha anticipado su defunción.
Sí que es cierto que tras tocar techo en 2021 ha padecido largos inviernos, en los que su cotización iba a la baja, aunque ni mucho menos se tratase de un desplome que pudiese dar pie a hablar de estallido de una burbuja, ni nada parecido a lo que ha sido siempre la visión profética recurrente de los detractores más acérrimos de las criptodivisas.
También es verdad que eventualmente se ha cuestionado incluso su estatus de principal criptomoneda a futuro, particularmente cuando irrumpieron los NFT o tokens no fungibles, que estaban soportados en el sistema de Smart Contract de Ethereum.
Pero más allá del fiasco final de los NFT, ese 'sorpasso' no se ha producido, ya que si nos vamos a datos muy reveladores como el volumen de negociación, tenemos que a principios de 2024 Bitcoin movía 14.991 millones de dólares, frente a los 6.810 de Ethereum.
La clave de la subida de la cotización de Bitcoin
El secreto de que la critomoneda de referencia haya pulverizado estas semanas sus registros históricos radica en una decisión de la SEC, la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos, que es el organismo oficial que ejerce de regulador y supervisor del mercado financiero estadounidense.
La SEC ha autorizado nada menos que la comercialización de ETF vinculados a Bitcoin, lo que franquea el acceso a los inversores que ya no tienen que depender de comprar el activo directamente en plataformas como Binance o Coinbase, al poder operar con la criptomoneda como activo subyacente, lo que también elimina los problemas y riesgos asociados a la custodia de bitcoins.
Además, dado que los ETF son productos financieros regulados, los inversores pueden moverse con mayor seguridad jurídica, que ha sido un hándicap habitual en el ecosistema cripto.
De este modo, se abre un nuevo mercado que puede atraer desde a inversores institucionales hasta minoristas, lo que repercute en una mayor demanda del activo, y por tanto en una subida de su cotización, que estamos apreciando ahora mismo. Aunque esto no excluye la volatilidad del precio, que es el algo habitual con los Exchange-Traded Funds o fondos de inversión cotizados (ETF).
A todo ello, se añade el atractivo que puede tener el Bitcoin como activo para la diversificación de carteras, de manera que los grandes fondos de inversión puedan ofertar a sus clientes un valor adicional que sumar a las acciones y bonos.
Legitimación de las criptomonedas
Pero si vamos un paso más allá, y valoramos la decisión de la SEC en toda su dimensión, el hecho de que un organismo regulador financiero (nada menos que de Estados Unidos) legitime Bitcoin supone todo un espaldarazo para el conjunto de las criptomonedas, que siempre habían estado en tela de juicio. De ahí, que su aceptación como moneda de curso legal sea todavía una excepción, al margen de casos muy concretos como el Salvador, pese al tiempo transcurrido desde su irrupción. Si bien, eso no es una barrera para que se puedan realizar pagos en Bitcoin en múltiples países de manera más o menos regulada.
Con todo, está por ver cómo este paso de la SEC influye en la regulación futura de las criptomonedas a nivel global, ya que si se produce un efecto en cadena positivo es probable que la cotización de activos como el Bitcoin suba exponencialmente. De hecho, el alza que está experimentando en la actualidad refleja también una apuesta de los inversores en esta dirección.
Igualmente, la legitimación recibida influye en una reducción de la percepción de riesgo, que siempre ha ido asociada los criptoactivos, lo que puede atraer a los perfiles de inversor más conservadores, para los que la existencia de un marco regulatorio definido resulta algo básico.
El éxito de los ETF de BTC repercutirá en la dinámica de la oferta y la demanda de la criptomoneda, más allá del efecto inicial alcista que haya podido tener el anuncio de su lanzamiento, de modo que un amplio caudal de inversión hacia el activo subyacente al final determinará el comportamiento de la cotización de Bitcoin.
De todas formas, todavía quedan muchas incógnitas por resolver, desde cómo se van implementar ETF hasta cómo será exactamente la evolución del marco regulatorio de las criptomonedas en el futuro.
En cualquier caso, de lo que no cabe duda es de que hemos entrado en una nueva dimensión, y que el mercado de ETF con los bitcoins está experimentando una efervescencia que está atrayendo ya a infinidad de inversores.
