La Asociación Vecinal Torre de la Malmuerta, que preside Jesús Padilla, ha remitido un comunicado al presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU), Salvador Fuentes (PP), en el que solicita que antes de proceder a la restauración del monumento que da nombre al colectivo vecinal se realice una cata arqueológica de la cara oriental de la torre cuadrada de la fortaleza, donde se pueden apreciar restos de un arco almohade de la primitiva torre islámica sobre la que Enrique III construyó la actual Torre de la Malmuerta en 1406-1408. Un arco que probablemente no sea el único, sino que, tal vez, exista un segundo, recubierto por las cantería aplicada sobre el monumento en la remodelación que se hizo en la época cristiana indicada.
Según Padilla, un detalle a tener en cuenta para sospechar el relleno realizado en el arco o arcos primitivos es el dato de que en las fotografías de finales del siglo XIX y principios del XX, nos aparece en el referido lugar una puerta de un habitáculo excavado en la torre.
Así, la existencia de esta primitiva edificación "nos es dada documentalmente, en el traslado fechado en Córdoba el 8 de agosto de 1405, de la real cédula otorgada por Enrique III, en Segovia el 2 de octubre de 1404, ordenando aplicar el sobrante de las rentas de las tahurerías a las labores que se estaban realizando en la Torre de la Malmuerta y en los adarves de la ciudad", señala el comunicado, y eso quiere decir que la actual torre se edificó sobre otra, de origen árabe preexistente, que ya era conocida como actualmente se le denomina, Torre de la Malmuerta, y que, "sin duda, esta cata demostraría fehacientemente su existencia".
