El ministro de Agricultura, el cordobés Luis Planas, ha visitado su ciudad y se ha traído consigo noticias medianamente buenas acerca de la culminación de las negociaciones de la Política Agraria Común (PAC), al señalar que en este mismo mes de junio, y bajo presidencia portuguesa de la UE, "pretendemos cerrar el acuerdo, algo muy necesario tras haber estado tres años entre conversaciones y discusiones".
Según Planas, esta misma semana, en la cumbre celebrada entre el lunes y el martes en Lisboa, se ha pasado dos días conversando con sus colegas del resto de Estados miembros, y también con el comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Janusz Wojciechowski, además del presidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Norbert Lins, y "pienso que estamos en disposición de alcanzar una gran PAC para España y para Andalucía".
Cuestión que salpicaría muy directamente sobre Córdoba, una provincia que, desde el punto de vista agroalimentario, tanto en el sector primario como en el de la transformación, "es, sin duda, de las grandes provincias españolas de las cuales estoy orgulloso". Y razones le sobran a Planas para decirlo.
Además de contar con un millar de empresas agroalimentarias de todos los tamaños, "tenemos un sector agrario cordobés con dos características claras que lo hace innovador con respecto al resto de Andalucía y España", ha dicho para remitise a los datos que lo ejemplifican: Los datos globales de producción del sector se sitúan en Córdoba en unos 2.000 millones de euros anuales, al tiempo que las exportaciones son unos 1.500 millones de euros, es decir prácticamente dos tercios de esa cantidad global.
"Si cogemos el conjunto de España, las exportaciones agroalimentarias, que por cierto han alcanzado una cifra récord en 2020, se sitúan en 57.000 millones. Significa aproximadamente la mitad de la producción del sector agroalimentario, por lo que la primera conclusión es que Córdoba está volcada en la exportación agroalimentaria", ha señalado el ministro.
En este contexto la noticia conocida hace dos días de que Estados Unidos y la Unión Europea habían alcanzado un acuerdo para suspender durante cionco años aranceles sobre la producción en determinados productos muy relacionados con Andalucía y con Córdoba, como el aceite de oliva envasado, los vinos, las aceitunas verdes, quesos o cítricos, viene como anillo al dedo para la potencia exportadora que es Córdoba. Se trata de una noticia "muy tranquilizadora y da confianza al sector agroalimentario español", que es el cuarto de Europa y el octavo del mundo en exportaciones de este tipo de productos.
El ministro, igualmente, ha destacado la importancia del mercado estadounidense, al que España vendió productos agroalimentarios en 2020 por valor de 2.100 millones de euros y con el que mantiene una balanza comercial positiva de más de 500 millones de euros, y no sólo por el consumo directo, sino porque funciona como mercado escaparate.
De igual modo, Luis Planas ha destacado el peso que tiene la agricultura ecológica en la provincia de Córdoba. Hasta el punto de ser la segunda, tras Toledo, en mayor superficie agraria útil dedicada a la producción ecológica.
La media nacional, que convierte a España en el primer país de la UE en esta materia, es de un 9,4% de la superficie, y en el caso de Córdoba es del 20,5%. Así que "cuando nos planteamos como objetivo político alcanzar en 2030 una producción ecológica del 25% de la superficie agraria útil de la UE, Córdoba y Andalucía están ya a día de hoy muy bien posicionadas al respecto". Y eso es positivo tanto por "el valor añadido que eso supone como por la demanda que hay de esta producción en el mercado", especialmente en los países del centro de Europa.
Una vez que se cierre el acuerdo europeo, será el momento de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y las comunidades autónomas aborden y consensuen la aplicación de la reforma en España y de elaborar el Plan Estratégico Nacional que se deberá remitir a Bruselas para su aprobación.
Planas ha recalcado el espíritu de unión y positivo con el que se afrontará este proceso para conseguir un acuerdo “que beneficie a todos, especialmente a nuestros agricultores y ganaderos”.
En el caso concreto de Andalucía, Planas ha reseñado algunos puntos en los que el ministerio y la Junta comparten la misma posición como que la convergencia entre los beneficiarios de las ayudas tenga como techo un 85% o en la flexibilidad para la aplicación de los ecoesquemas.
