Lo que iba ser una plácida jornada festiva de la Inmaculada en el tranquilo municipio de Montalbán se ha convertido en una mañana de angustia, miedo y congoja entre la vecindad. Y es que un hombre de 35 años, F.M., ha disparado a bocajarro a un agente de la Guardia Civil presuntamente con una escopeta de caza cuando iba a ser interrogado por la Benemérita y la Policía Local de La Rambla tras un caso de amenazas a su expareja.
Según ha explicado a Córdoba Hoy el alcalde de Montalbán, Miguel Ruz (IU), todo ha empezado en la vecina localidad de La Rambla de donde son el hombre y la mujer ahora separados. F.M. se personó en la vivienda de su expareja profiriendo amenazas e insultos antes de regresar a Montalbán, donde ahora mismo reside. Los padres de la mujer dieron aviso tanto a la Guardia Civil como a la Policía Local rambleñas, quienes se personaron en la vivienda del hombre en Montalbán, quien, "si mediar palabra" disparó a uno de los agentes "a bocajarro" y se atrincheró luego en la casa manteniendo como rehenes a sus propios padres, ha añadido el regidor. Eran las 11.30 horas.
El agente fue de inmediato trasladado hasta el hospital de Montilla donde a estas horas continua siendo intervenido y donde ingresó en un estado de extrema gravedad. Entre tanto, alrededor de la casa se montó un fuerte dispositivo de la Guardia civil y se dio aviso de la situación a Madrid, desde donde se desplazaron agentes especiales de los GEO por si requerían de su participación.
No obstante, "todo ha acabado de la mejora manera posible dentro de la gravedad, ya que el hombre se ha terminado entregando a las autoridades a las 14.15 horas tras la negociación y ya está volviendo todo a la normalidad", ha indicado el alcalde. De hecho, los servicios especiales enviados desde la capital ni siquiera han llegado hasta el pueblo y ya no será necesaria su presencia.
No obstante, la jornada entera ha quedado marcada por este suceso, muy próximo a la zona donde se concentran los bares y demás establecimientos de hostelería de la localidad, "que han permanecido cerrados y vacíos", mientras que las calles mostraban un aspecto de abandono y silencio durante todo el tiempo "con los niños encerrados en casa" hasta que la situación se ha normalizado.
