Los sindicatos CCOO y UGT han alertado hoy contra los nuevos riesgos de la siniestralidad laboral, que no se limitan a los accidentes o enfermedades laborales, sino que ahora incluyen el estrés térmico y los riesgos psicosociales, que pueden derivar en infartos o ictus, durante una concentración en la Plaza de Las Tendillas, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra cada 28 de abril.
Aurelio Martín, secretario de Salud Laboral de CCOO, ha demostrado con cifras que "la siniestralidad laboral es la gran escondida de la prevención". Así, en todo 2022, hubo 1789 personas en todo el mundo que fallecieron por accidentes aéreos, mientras que sólo en Andalucía, como consecuencia de accidente laboral, murieron 148 personas. De igual forma, el pasado año se produjeron 25 muertes en accidentes de tráfico en la provincia de Córdoba, cuando en ese mismo periodo hubo 22 personas muertas por accidente laboral.
"Existen campañas anuales de tráfico ante grandes desplazamientos o hay campañas en colegios de seguridad vial, y eso significa que las administraciones son contundentes en el cumplimiento y vigilancia de las normas de tráfico, pero cuando hablamos de trabajo la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es la más incumplida de todas", ha señalado.
Por eso ambos sindicatos han exigido hoy el "cumplimiento íntegro y eficaz" de esta Ley como primera medida para poder terminar con esta lacra, porque "estamos a tiempo de salvar vidas y de evitar más familias destrozadas por la siniestralidad laboral", ha indicado Martín. De igual modo, "hacemos un llamamiento a ese empresariado cordobés a que se sume junto a CCOO y UGT a luchar de manera responsable contra esta lacra".
Un lacra que tiene sus propias cifras: En 2022 fueron más de 10.000 los accidentes de trabajo con bajas en la provincia, "algo inasumible", ya que supone un 12,4% más que en 2021. En este punto, Jaime Sarmiento, secretario de Salud Laboral de UGT, ha puntualizado que no es sólo un incremento numérico, sino también proporcional, ya que durante la pandemia, con menos trabajadores en activo por los ERTEs, el índice de incidencia, es decir número de siniestros por cada 100.000 trabajadores en activo, subió igualmente.
Sarmiento ha incidido en la gravedad del estrés térmico y los riesgos psicosociales. El primero de ellos, y con un mes de abril histórico en el las temperaturas se han disparado, está muy relacionado con el cambio climático. "Ya desde hace 15 años participamos de forma directa con la Delegación de Sanidad de Córdoba, con el Instituto de prevención de Riesgos laborales y con la patronal en unas propuestas de los dos sindicatos sobre el estrés térmico, que es conveniente que la ciudadanía sepa que en la página de la Junta está recogido ese trabajo de una manera sencilla y clara".
Y es que en el estrés térmico influyen la temperatura, la humedad ambiental y la velocidad del viento. "Con 33 grados, mucha humedad y poca velocidad del viento se corre riesgo de muerte por estrés térmico", ha indicado. Frente a esto, hay algunos convenios que recogen las jornadas intensivas para el trabajo en el exterior, pero no es el caso de la mayoría de convenios, de ahí la necesidad de que "los empresarios cumplan con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales", de modo que en caso de altas temperaturas "las empresas pueden y deben adoptar las medidas preventivas para evitar el estrés térmico en el campo o la construcción y se pueden, incluso, adoptar jornadas intensivas".
En cuanto a los riesgos psicosociales, están tan presentes que hasta la fecha de los seis accidentes mortales registrados en Córdoba (aunque oficialmente son cuatro) "cuatro fueron por infartos o ictus, uno por atropello y otro por atrapamiento en máquina". Esos cuatro infartos son determinantes.
"Venimos demandando desde hace tiempo que se cambie la normativa para que en las mutuas se haga también de forma regular la evaluación de los riesgos psicosociales". Y es que el ambiente laboral puede influir a que haya infartos e ictus no sólo en trabajos precarios, que son los que más generan este tipo de accidentes, sino que "hay empleos estables, como la banca, mandos intermedios o la prensa, que también padecen este tema".
En prevención de males mayores, CCOO y UGT han solicitado a la Junta mayor celeridad para poner en marcha una campaña sobre cómo actuar en caso de accidente por infarto, bajo el título de 'Unidos en prevención por los desfibriladores'. Evidentemente, consiste en que las empresas puedan contar con este aparato a un precio económico y tener la formación adecuada para usarlos correctamente.
"Tenemos que poner este nuevo riesgo, que está floreciendo, sobre la mesa", ha indicado Martín. Y para ello es necesario que haya en las empresas "una democracia verdadera en la gestión empresarial", máxime cuando eso influye directamente en la seguridad y la salud de las personas trabajadoras.
Si hay una cuestión clara en todo esto es que los infartos y los ictus vienen derivados de las condiciones de trabajo. "Puede que no sea en un trabajo de riesgo, como entendemos que es con una máquina, conducir un tractor o trabajando en altura, y puede ser ya estar en una oficina", ha indicado el portavoz de CCOO, pero la carga de trabajo, la carga psicológica o el estrés de no llegar a tiempo a entregar un trabajo que se solicitan también influye.
"El nuevo modelo productivo consiste en trabajar por objetivos, y no ya tanto por ocho horas", ah explicado Martín, para añadir que "¿qué objetivos son? ¿Se pueden cumplir de verdad dentro de las ocho horas de trabajo? No, y por eso hay gente trabajando 10 o 12 horas en su casa con el ordenador y el móvil siempre abierto". Pues bien, ese nuevo modelo laboral "hay que regularlo igualmente porque nos va la salud en ello".
