La cosa se ha desmadrado un tanto con los precios del pescado. Hay género, pero no tanto como antes. El cálculo de la subida de la semana pasada a la actual se calcula de media en un 30% (entre 15 y 20 euros por caja y entre 4 y 5 euros por kilo), con picos del 50% en boquerones, por ejemplo, pero los comerciantes se niegan a aplicar esa subida o, al menos, en su totalidad, y se ven en la obligación de asumirla como coste, porque prefieren no volcarla en la clientela.
"¿Qué vas a hacer?", se pregunta Sergio Martínez, de la pescadería Hermanos Moreno, "en un barrio vives de tu clientela todos los días, por lo que no puedo aplicar en nada esa subida". ¿Hasta cuándo se puede aguantar así? "Hasta que podamos", pero es una forma de decir que no lo saben.
La culpa de la subida de precios no es de los mayoristas, en su opinión, porque le pasa lo mismo que a ellos mismos: "Tienen sus clientes y depende de ellos y sería absurdo machacarlos". Además, yendo un poco más allá del mayorista, ésos a los que éstos compran están en la misma situación. Hay un equilibrio en el que nadie quiere maltratar a nadie.
La causa ahora está en el abastecimiento, por los camiones de transporte parados, y previamente en la subida de la energía que se usa en pescadería para la refrigeración, "pero claramente no era una subida con el nivel de lo que ha pasado ahora".
"No sabemos quién es el verdadero culpable para poder ir al origen de estas subidas salvajes y tratar de que todo vuelva a la normalidad", se lamenta Martínez.
En la Carihuela, por contra, hay bastante material en sus mostradores, abultados también por el hielo que hay debajo. Allí aplcan el dicho de 'Si la montaña no va a Mahoma, el profeta tendrá que ir en busca de ella'. Dicho de otro modo, "en los primeros días del paro de transporte sufrimos desabastecimiento", reconocen allí, pero una y no más. Eso significa que se han buscado la vida para tener su propio medio de transporte y se han estado moviendo hacia los puntos de venta directa de pescado, ya fuera en Málaga o incluso en la vecina Portugal.
Esto les ha permitido, igualmente mantener firmes sus precios, pero también hay género al que n o acceden directamente y depende del transporte de autónomos. Y en ese caso, "sí que ha subido el precio", aunque como en otros casos se ha aplicado sólo en parte, porque también tienen una clientela bastante fiel.
