El Ministerio Fiscal solicita una pena de tres años y seis meses de prisión y 10 meses de multa a razón de 12 euros diarios para M. J. M. R., quien en 2013, mientras era cuidadora de su tía, posteriormente fallecida, llegó a apropiarse de grandes sumas de dinero haciendo transferencias desde la cuenta de la finada hasta la suya propia.
De hecho, según la calificación del fiscal, a la que ha tenido acceso Córdoba Hoy, l acusada estaba autorizada a gestionar sus bienes hasta el día de su fallecimiento, que se produjo el 1 de diciembre de 2013. Aprovechándose de esa circunstancia, realizó continuas disposiciones dineradas de las cuentas corrientes de su tía, incorporando dicha cantidad a su patrimonio.
Y se detallan las cantidades. Así, el día 11 de septiembre, siempre según la misma fuentes, la acusada hizo una transferencia de 48.000 euros desde una cuenta que su tía tenía abierta en la localidad de Espejo a su propia cuenta corriente. Mientras que el 12 de julio de ese mismo año había pasado 1.000 euros y el 2 de septiembre, sendos reintegros de 1.000 y 2.000 euros, respectivamente. En esa cuenta de la fallecida había un saldo mayor en 2013 de 69.434,48 euros, y cuando falleció habían quedado 18.102,24 euros.
El mismo día, es decir el 11 de septiembre de 2013, canceló un depósito abierto en la sucursal de Espejo a nombre de la fallecida por importe de 117.000 euros, que ingresó íntegramente mediante transferencia bancaria a su cuenta personal.
De igual modo, su tía fallecida era titular de otra cuenta corriente en el mismo municipio del Guadiato, en la que en 2013 había un saldo mayor de 125.950,95 euros. De ellos, 117.000 fueron, según la calificación, dispuestos por la acusada para abrir un depósito a favor de su tía para posteriormente cancelarlo e ingresarlo a su propia cuenta corriente, restando un saldo a la fecha del fallecimiento de 19.127,74.
Un total muy elevado
Eso hace un total de 286.000 euros retirados de la cuenta de la mujer fallecida en favor de la acusada.
No obstante, la historia no termina ahí, ya que la mujer fallecida otorgó testamento el 23 de junio de 2010 en el que establecía un legado a favor de sus siete sobrinos por séptimas partes iguales e indivisas de la mitad del dinero que hubiera en sus cuentas bancarias a la fecha de su muerte. Además, el testamento establecía un legado a favor de su sobrina, la acusada M. J. M. R., de la mitad del dinero que existiera en las cuentas bancarias cuando hubiera muerto, instituyendo, además, a la acusada heredera en el remanente de sus bienes.
De este modo, según la calificación, en fecha 18 de febrero de 2014 se realizó escritura de partición hereditaria y en fecha de 23 de noviembre de 2015 escrita de rectificación de escritura de adjudicación hereditaria.
Se trata, por tanto, en opinión del fiscal, de un delito continuado de apropiación indebida. El juicio tendrá lugar en la Sección Tercera, el próximo 7 de marzo, a partir de las 10.00 horas.
