Política municipal

El PSOE vuelve a tender una mano condicionada para acordar los presupuestos

Isabel Ambrosio señala que a día de hoy no tienen "ni una línea" de anteproyecto para poder negociar y que "ya estamos en tiempo de descuento"
Isabel Ambrosio esta mañana en el Ayuntamiento
photo_camera Isabel Ambrosio esta mañana en el Ayuntamiento

El Grupo Municipal Socialista (GMS) en el Ayuntamiento , a través de su portavoz, Isabel Ambrosio, ha vuelto a tender la mano al cogobierno para alcanzar un acuerdo sobre los presupuestos municipales de 2020 no sin antes mostrar su "preocupación" por el hecho de que ni hay anteproyecto, ni siquiera ni una línea y "estamos ya en tiempo de descuento y cada día que pasa es un perjuicio para la ciudad".

Ambrosio también ha lamentado el silencio del cogobierno a las nuevas propuestas a los largo de esta emana de mano tendida por el PSOE, dentro de su papel de "oposición leal y constructiva", si bien también ha advertido su portavoz que hay cinco puntos inamovibles para conseguir que se faciliten las cuentas municipales de 2020. Eso y el hecho dique siguen sin tener mayoría para sacarlas adelante en solitario.

Esas cinco condiciones son la apuesta por las personas, con incremento en políticas sociales para abordar un equilibrio con los que peor lo están pasando, al estilo del 7,72% que dejaron marcado para el presupuesto de 2019; la vivienda, con un refuerzo de la Oficina Municipal de la Vivienda, de la que "resulta sospechosa la desactivación de su web con la excusa de una reestructuración; un modelo socioeconómico que apueste por la generación de empleo de calidad en sectores fundamentales, la industria de base tecnológica, la logística o la diversificación del turismo sostenible y nuevas lineas en comercio.

También habla de servicios públicos, con la contratación de profesionales no sólo a base de oferta pública para laborales y funcionarios, y recordando que en se pusieron sobre la mesa 96 millones, con un subida del 5%, y donde hay que impulsar la administración electrónica; un equilibrio en las inversiones de la ciudad, para las que el programa Mi Barrio es Córdoba tuvo su utilidad , pero ahora "sigue paralizado, porque las obras del 2018 y las contempladas en 2019 no se han puesto en marcha", y una ciudad sostenible para la reducción de emisión de gases, además de una hoja de ruta para el transporte colectivo, una apuesta por peatonalización, el uso de combustibles más sostenibles, abaratar el Cercanías, a fin de que "sea apetecible para vecinos", o limitación de vehículos al centro de la ciudad.

Ambrosio ha recordado que su mano tendida no es tampoco "un cheque en blanco" y sus condiciones están ahí para tenerlas en cuenta.