La empresa madrileña Drace Geocisa, SA se encuentra realizando unas actuaciones de urgencia "por graves daños" en los muros de la trinchera de entrada a la Estación Central de ferrocarril de Córdoba, concretamente en el punto kilométrico 440+200 de la Línea 400 Alcázar de San Juan‐Cádiz, que han sido valoradas por el ADIF en 1.270.500 euros (sin IVA), de los que 1.186.500 (sin impuestos también) son para las obras propiamente dichas, y otros 84.000 euros (sin IVA) se destinan a la empresa malagueña Centro de Estudios, Materiales y Control de Obra, SA, para, precisamente, realizar los trabajos de vigilancia control y asistencia técnica a la Dirección de Obra.
Las obras, ya en marcha, tienen una duración de cinco meses y las actuaciones tienden a asegurar la estructura del muro derecho (junto al edificio de la Fundación Memoria y Futuro del Trabajo de CCOO), después de haber realizado ya una serie de medidas preventivas, tales como su aseguramiento mediante el anclaje de cinco grandes barras de acero a un macizo de hormigón de dimensiones, la implantación de una limitación temporal de velocidad de 60 kilómetro por hora entre los kilómetros 440+130 y 440+220, desde el pasado 21 de abril de 2023, o el aseguramiento de los seis primeros módulos de ese muro.
Según el informe previo a estas actuaciones, la estructura que se está reformando consiste en unos muros trinchera ubicados en la rampa de entrada a la Estación de Córdoba (desde el lado Madrid), con una longitud de 493 metros en el lado derecho (el afectado) y de 378 metros en el lado izquierdo, con unas alturas representativas de seis metros por encima de la plataforma y un ángulo de 90 grados. El muro derecho se encuentra junto a la vía de la línea convencional y el izquierdo junto a la plataforma de Alta Velocidad.
Pues bien, la anomalía se detectó a raíz de unas obras ejecutadas por ADIF Alta Velocidad sobre la mejora integral de la infraestructura de la línea de Alta Velocidad Madrid-Sevilla, en el tramo Guadalmez-Córdoba, que incluía una serie de actuaciones en 120 metros del muro derecho de la entrada a la estación para sostenimiento y drenaje. Eso llevó a realizar una serie de inspecciones visuales entre noviembre de 2022 y febrero de 2023, de las que se localizaron una serie de patologías que tampoco suponían daños mayores, tales como el desplome de algunos módulos de los muros.
Ya con fecha 30 de marzo desde la Jefatura del Área de Mantenimiento de Córdoba de ADIF se informa que se había detectado un "cabeceo brusco en el módulo 5 del muro derecho", una situación calificada en el informe de "alarmante", por lo que se decidió realizar un levantamiento topográfico del alzado de los distintos módulos y un seguimiento de la evolución de los posibles desplomes.
Los resultados que salieron fueron un movimiento de no más de 3 milímetros en el muro izquierdo, que no es preocupante, pero sí en el derecho, ya que el movimiento puede llegar a los 5 milímetros, pero en su módulo 5 hay un movimiento relativo de 6 centímetros producido entre el 30 de marzo y el 18 de abril.
Previamente se había realizado una cata para comprobar la presencia de humedad que resultó negativa, pero al profundizar en ella unos cinco metros dio la cara una grieta horizontal en el trasdós del muro, con una abertura de 3 centímetros y 12 centímetros de profundidad que fue la principal causa del desplome y cabeceo del muro.
"Este daño se considera muy grave, y pone en serio peligro la integridad estructural del muro y su estabilidad", indica el informe. Igualmente se indica que el filtrado de agua está detrás de la corrosión de las armaduras del trasdós, que se ha acelerado en contacto con el oxígeno que procede del intradós. "La pérdida de sección de estas armaduras puede llevar a provocar desplomes significativos o llegar al colapso del muro", abunda.
El problema es que como todos los módulos del muro se elaboraron de la misma manera, todos ellos pueden estar expuestos al mismo problema, aunque en el 5 es más acusado. Por esta razón se ha optado por actuar de forma general en todo el muro.
