EMPRESA FAMILIAR

La empresa familiar andaluza dura 5 años más en mercado y cuenta con más mujeres directivas 

La Red de Cátedras de Empresa Familiar en Andalucía presenta un informe sobre la importancia estratégica en la economía andaluza de la empresa familiar

Empresa familiar andaluza
photo_camera El consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, ha presentado un informe sobre empresa familiar andaluza

El consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Antonio Ramírez de Arellano, ha presentado esta mañana el I Estudio sobre la Empresa Familiar en Andalucía, elaborado por la Red de Cátedras de Empresa Familiar en Andalucía de ocho universidades públicas andaluzas: Sevilla, Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén y Málaga, la mayor red de cátedras de España, con casi 25 investigadores. 

El estudio, que se ha realizado a escala andaluza por primera vez y que pretende cubrir el vacío informativo existente sobre el peso de la empresa familiar en Andalucía, eje vertebrador de economía regional, pone de manifiesto su importancia estratégica. Así, del tejido empresarial andaluz, 4 de 5 son familiares, el 81,2%, oscilando este porcentaje entre el 76,8% de Granada y el 93,3% de Córdoba. Además, las empresas familiares tienen una mayor permanencia en el mercado: 31,7 años frente a 26,3 de las no familiares. Asimismo, las empresas familiares dependen en mayor proporción de financiación ajena, consiguen menos rendimientos a sus inversiones, soportan menores costes de financiación y, en general, son más rentables para sus propietarios.

Con respecto a su actividad, el estudio pone de manifiesto que las empresas familiares, mayoritaria en todos los sectores, tiene mayor presencia en la industria (85,7%), seguido de la construcción (83,8%), comercio y transporte (82,2%), servicios (74,8%) y del sector primario (69,2%); además, se observa una mayor propensión exportadora en las familiares (19,8%) frente a las no familiares (15,5%), aunque en el porcentaje total sobre ventas el porcentaje se invierte. 

Mujer

Uno de los aspectos más significativos del estudio es el referido a la importancia de la mujer en la gestión y gobierno de la empresa familiar. Si bien la diferencia de la participación de la mujer en puestos directivos entre un perfil de empresa y otro no es relevante (23,4% frente al 23,2%), sí es llamativo el hecho de que si bien en las grandes empresas no familiares la mujer desaparece de los puestos de responsabilidad, en las grandes empresas familiares se mantiene en un 17%. Aunque podría pensarse que es el vínculo familiar lo que les mantiene en los puestos directivos, el estudio muestra que a medida que la empresa crece la presencia de mujeres de la familia en puestos directivos desciende progresivamente, del 82,8% en las micropymes al 20,19% en las grandes empresas, frente a las mujeres no familiares. 

El estudio manifiesta que la familia presenta un alto grado de control sobre la propiedad, y en el 84% de los casos la familia posee el 100% de la capital social y únicamente el 18,5% tiene algún accionista no perteneciente a la familia. En este dato colabora el hecho de que en el 63% de las empresas familiares andaluzas la propiedad se encuentra en manos de sus fundadores. Además, no solo es alta la participación de la familia en la propiedad, sino también en la gestión, ya que un 58,2% de los directivos que gestionan empresas familiares son miembros de la propia familia, y el 84% de los accionistas trabajan en la empresa. 

También saca a la luz otra cuestión llamativa como la escasa o nula formación de sus directivos. Así, casi el 50% de los dirigentes de las empresas familiares andaluzas carece de formación universitaria, un dato que se acentúa conforme menor es el tamaño de la empresa, pasando el número de directivos con formación universitaria del 48% en las compañías con menor dimensión al 74% en la mediana y gran empresa. La falta de formación, unida a la imposibilidad de separar la gestión de la actividad diaria de la gestión estratégica y a largo plazo condiciona el crecimiento de las empresas pequeñas y microempresas y su supervivencia. 

Sucesión

Uno de los aspectos que más preocupan en la empresa familiar es el referido a la sucesión que es una cuestión que sigue sin resolverse. Así, únicamente el 8% de las empresas familiares disponen de un protocolo familiar de relevo generacional, y casi el 80% de las que no lo tienen manifiestan su intención de no hacerlo. De hecho, si bien el 83% de las empresas familiares andaluzas desean mantener el negocio en manos de la siguiente generación, en un 75,8% de ellas aún no se ha elegido quién será el sucesor. 

En este sentido, el 22,8% de las empresas familiares estudiadas han trasladado a la siguiente generación la gestión y la propiedad y en el 11,3% trabajan conjuntamente miembros de la primera y la segunda generación. 

La mayoría de las empresas familiares de Andalucía, el 66,1%, están gobernadas por un administrador único, siendo en su gran mayoría miembros de la propia familia (90,6%), frente al 9,4% de los casos en los que este cargo es desempeñado por un profesional externo. La segunda fórmula más utilizada en la empresa familiar es la de administrador mancomunado (25,5%), aunque por debajo del porcentaje en la empresa no familiar (29,1%). Por último el 7% de las empresas familiares andaluzas se rige por un Consejo de Administración (el dato en las empresas no familiares sube a más del 10%), siendo el número medio de consejeros de 4,8% en la empresa familiar. Igualmente, en un tercio de las empresas familiares existen órganos de gobierno familiar como el Consejo de Familia.