Se mantiene el silencio. Solo las gotas, atropelladas de la lluvia, rompen la monotonía de un Arcángel callado. Ausente. Las palomas blancas, cruzan su césped, verde, de tono limpio. El repique de una gota en el suelo talla la melancolía. Y repite su ceremonia cansada. El viento, con aire enigmático, pasa su mano por la cara. Sí, es difícil. Qué pena. Y viendo la alfombra de hierba mojada, se debe de jugar bien al fútbol. Pero claro, se ve sencillo desde el palco. Eso sí, la panorámica es preciosa. Se merece la lucha, más que la permanencia. Hay un trinar de pájaros que evoca a la humildad. A la esperanza. A Javi Galán, con el chándal oficial del club. Generoso, amable y paciente.
Ya tienen el punto de partida. ¿Pero qué le hace pensar que la remontada ante el Real Valladolid es la definitiva para encadenar una serie de victorias?
Necesitábamos una victoria, sobretodo, para cambiar la dinámica, pues veníamos de unas cuantas derrotas seguidas. Una victoria así, con nuestra afición y con una remontada, nos ha dado mucha más energía de la que ya teníamos para hacernos ver que sí se puede conseguir el objetivo.
¿Qué cambia con Sandoval, respecto a Romero?
No me gusta decir qué ha cambiado. Yo, con Jorge (Romero) estaba muy a gusto. Sandoval nos transmite mucha energía, intensidad… Cada uno tiene su forma de ver el fútbol.
¿Qué le pide el nuevo míster?
Ahora estoy jugando más como lateral. El otro día (ante el Real Valladolid) jugué media parte extremo. Me pide lo que nos pide a todos: intensidad, estar juntos y aprovechar también lo que tenemos arriba.
¿Qué se aprende de una situación tan caótica: cuatro entrenadores, nueva propiedad, dos tercios de lo que llevamos en descenso…?
La verdad es que está siendo un año complicado para todos. Nadie se lo esperaba. Con la pretemporada que habíamos hecho, iniciamos la temporada con muchas ganas y, al final, la situación te va poniendo ahí. Tienes que aprender de todo. Intentar cada semana, cada domingo, olvidar lo del domingo pasado y centrarse en el domingo siguiente.
¿Galán es lateral o extremo?
Soy de lo que el míster quiera y vea dónde puedo ayudar al equipo. Yo siempre he jugado de extremo, pero de lateral también me adapto. Puedo hacerlo.
¿Es la de lateral una demarcación nueva para usted?
Debuté de lateral en Cádiz con Oltra, pero en partidos no recuerdo haber jugado ahí nunca.
¿Considera, sin embargo, que el cambio obligado en su posición lo convierte en un jugador más completo?
Es opinión del entrenador. Ahí, lo puedo hacer. Sé que me tengo que ir adaptando poco a poco. Pero también sé que al final, jugar en distintas posiciones, es bueno para todos.
¿Hubo error, en verano, de planificación?
No me incumbe decirlo a mí. Pero, si estamos en esta situación, es que no se hicieron las cosas del todo bien. Es una cosa de todos, tanto del jugador como de la planificación que hubo. Es culpa de todos lo que está pasando este año.
¿Por qué le cuesta al equipo ser sólido?
No sé, es una cosa mental. Te ves ahí, en esa situación, y no creo que sea por falta de ganas. Nosotros salimos cada domingo, seguramente, con más ganas que nadie. Pero es una situación complicada. Sabemos que no lo hemos estado haciendo bien durante todo el año y eso nos hace salir, ahora, más cohibidos al partido.
¿Qué motivos tiene el vestuario para creer en la salvación?
Los motivos son que tenemos plantilla para creer y que le debemos mucho a esta afición. Vamos a hacer todo lo posible hasta el final para conseguirlo.
Lo próximo es Santo Domingo. Los alfareros no pierden allí desde octubre. ¿Cómo afrontan la visita a Alcorcón?
Lo afrontamos como afrontamos ya cada partido, como una final. Solo pensamos en el domingo, en ir allí a por los tres puntos y echarlo todo en el campo.
¿Qué le falta al Córdoba CF para ganar lejos de El Arcángel?
Si tuviésemos la clave la aplicaríamos. Tenemos que conseguir resultados fuera por la situación y salir a por los tres puntos en cada campo.
La permanencia, de conseguirla, sería gracias a …
Todo el mundo. A la afición, a la nueva directiva que ha puesto empeño y a la plantilla, está claro.
