"Aquí hace más calor que vigilando un Kebab". Lo primero que dijo India Martínez en el escenario de un de los salones del Parador La Arruzafa resumía perfectamente el sentir general de los cordobeses que, tras un día de lluvia y bajada de las temperaturas, se habían abrigado más de la cuenta para un San Rafael que hacía presagiar necesidad de algo más que "rebequita". De hecho el "saquito" ya estaba desde ayer calentando en la banda, siendo hoy innecesario su concurso La jornada se presentó primaveral, jornada escogida a propósito por la cantante por su significado en la ciudad que le vio nacer hace 34 años, precisamente en un octubre de 1985. Presentaba en su tierra el nuevo disco: Palmeras.
Con varias docenas de seguidores invitados, Martínez contó con dos inusuales maestros de ceremonias, el propio alcalde, José María Bellido, y la concejala de Turismo, Isabel Albás. El alcalde destacó la labor de la cantante al hacer patria allá donde vá e igualmente alabó el hecho de que hiciese gala de sus orígenes. Y estos orígenes, y esta labor de hacer patria, no se limita a Córdoba en general, sino que se centra en su barrio, las Palmeras, una constante en este mini-concierto que empezó con casi media hora de retraso (estaba previsto a las 12:==) y que además significaría que India Martínez tuviera que darse prisa para continuar con la promoción en Madrid, puesto que su AVE salía a las 13:30.
En total fueron cuatro canciones que empezaron por "La gitana" y terminaron con "Amor". Ese amor, según la cantante cordobesa, no era a una persona, sino a su barrio. Recordó también que en esta última canción había colaborado el grupo cubano'Orishas', por lo que ligó esas palmeras cordobesas con las de la isla. Martínez llamó la atención sobre la exclusión social de esta zona de la ciudad, a la que situó a la cola de Europa en diversos aspectos.
Acompañada de tres músicos y dos coristas, India Martínez explicó que el nuevo trabajo incluía también numerosas reflexiones que suelen surgir en sus viajes. Su público no se perdió detalle con el habitual paisaje de teléfonos móviles grabando la actuación, que se iba a repetir horas después en la estación de Atocha, ambas a horas impropias para la artista, que reconoció que no está acostumbrada a dar conciertos a las doce de la mañana.
FOTOS: LAURA MARTÍNEZ Y RAFA MELLADO
