EL RINCÓN DEL AUTOR

Los corazones del patio

Juanjo García López posa para Córdoba Hoy
photo_camera Juanjo García López posa para Córdoba Hoy

En la casa disponemos de tres patios, uno es muy parecido al de la Casa de Sorolla en Madrid. A lo largo de la tarde iré escribiendo el desarrollo de la fiesta nocturna en el Patio del Encuentro. Ayer no tuve ni un minuto para escribir a medida que ocurría el encuentro de los Corazones del patio, pues al final la casa se lleno de buena vibración, risas, bailes, besos, abrazos, estrellas, y muchos más instantes que hoy quizás cuente. Os voy a narrar de la forma más intensa lo acontecido ayer desde las dos de la tarde hasta hoy domingo 25 julio a las once de la mañana. Antes de nada, Gema puso el despertador con una canción que mi madre siempre cantaba y bailaba en casa... Casi todos los domingos, y más en este día mágico tras nuestra luna llena de julio...

Y para culminar tenía puesto una selección de músicas que a lo largo de los años viviendo en esta casa ha escuchado, e incluso un día me confeso que me había visto bailar solo en el salón con una escoba... Jeje qué pillina mi escultora. Aquí os dejo unas cuantas canciones donde mis padres bailaban en su salón en el caserío familiar en Segovia. Espero os guste y os lleve a recuerdos de la infancia y adolescencia. Yo ahora mismo estoy llorando de emoción, y mis piernas temblorosas olvidan la enfermedad, tarareando sus melodías y sintiendo la magia de la música 'atemporal' que nos producen las letras únicas entrañables dolorosas y libres de estos juglares del siglo XXI.

Mientras Gema está interpretando la melodía exquisita en el piano de casa de mi gran Ludovico Einaudi – Una Mattina, yo estoy escribiendo en el cuaderno digital lo sucedido ayer. Pensabas querido lector y lectora que no iba a llegar este momento tan esperado, ¿verdad?. Si te puedo contar lo difícil de narrar un evento íntimo en esta casa patio de tantas historias sin contar aún, sólo un 10% se narra normalmente, pues la mente no tiene esa capacidad aún de retener, explicar y transmitir a la velocidad del 100% de nuestro cerebro. Os sugiero que veáis la película 'Lucy'. La cuestión es que tras la llegada de Gema y Lucía, el momento espiritual-religiosa ante el Altar de la Virgen del Carmen, invité a los allí congregados a visitar la vivienda preparada para mi hermano menor, Narciso, dispuesta entorno al patio central con cuatro habitaciones, un salón comedor amplio, tres cuartos de baño, y un acceso directo a la azotea solárium con el ascensor, la inversión ha sido importante, pues si al final él no se viene será mi vivienda de abajo, y la de arriba donde estoy la utilizaré cuando venga familia y amistades. Como ya sabéis, Juan, me ha ayudado en una habitación del patio a trasladar la biblioteca e investigar junto con Pedro, arqueólogo, realizando una excavación sistemática en todo el suelo y muros de la casa.

Esta noche en el vídeo preparado presentaremos lo descubierto. A las dos de la tarde, tuvimos una primera comida con amistades llegadas de diferentes lugares del mundo, algunas de ellas hemos dado hospedaje y otras han reservado en el Hotel El Balcón de Córdoba, donde mi hermano está residiendo.

La casa patio donde vivimos es amplia y extensa, a parte del patio central, tenemos varios patios de reducido tamaño que dan a dos calles diferentes, en total la casa es la unión de tres casas judeoconversas, cuyo origen se remonta al siglo XVI (1500-1599). Cuando la heredé en parte tuve que comprar otras casas medianeras donde había un inversor americano, pero yo conocía a la familia propietaria, y llegamos a un acuerdo económico ventajoso, pues aparte de 'plata' le obsequié con una casa en Huelva valorada en 800.000 euros y una casa de campo en Santa María de Trassierra, valorada en 900.000 euros, fruto de herencias familiares. Estas propiedades más unos ahorros juntados durante 30 años, pues si ganaba cinco, guardaba tres en fondos de inversión segura, y así pude ir atesorando, hasta que vi oportunidad cerrando un acuerdo en la compra de  esta bonita casona en el barrio de la judería cordobesa. Como esta fiesta es la primera vez que íbamos a hacer tras el Covid, la hemos preparado con la idea de vivir el momento de la luna llena a las 3.40 a.m. de la madrugá. Por lo que habilitamos en uno de los patios varias habitaciones por si alguna amistad podría quedarse.

En el almuerzo del sábado tuvimos la visita de varios artistas de la familia que poseemos obras suyas en casa y en un fondo de colección de un Museo privado en Nueva York. Si hay que invertir en obras de arte, y más en estos tiempos donde el Arte Español está siempre al alza, pensando en el futuro. Fue un almuerzo entrañable, estuvo Chico Herrera amenizando de vez en cuando con su guitarra y canciones de cantautor, pues a Gertrudis y Carmencita les encanta, siendo una emotiva sorpresa para ellas. Tras un merecido descanso unos en el patio, otros en la cocina preparando todo para la noche, otros fueron a la alacena de unos amigos, José Antonio y MariCarmen, amablemente nos cedieron un lugar dentro de su casa patio en calle Aceite para tener ahí todo preparado, es decir, las bebidas, la comida, los peroles, barbacoa, algunas mesas y sillas, pues al final en esta noche estuvimos entorno a veinticuatro personas, más nuestros queridos perritos y gatitos, y nuestro loro Tiberio. La suerte es que Juan se acercó con su vagoneta, para recoger los preparativos en el barrio de Santiago para que estuviera todo a punto a las nueve de la noche. Sobre las seis de la tarde, estando ya reunidos en casa los siguientes 'corazones': Carmencita, MAngeles, Gertrudis, Lucía, Gema, Carmini, Victor, Pepito, Cristina, Gregorio, Pepi, Guiomar, Pedro, Alejandro, Francisco José, Mari, Chico, Antonija, Pepa, Elisa, Antonio, Juan, Carmen y Trini, con nuestros queridos Prudencio, Aretha, Maia, Blanqui, Tiberio, creo recordar. Como la fiesta era extensa e intensa, Juan se encargó de contratar una ayuda complementaria, y estaba todo planificado. Aunque a mí me gusta que sean fiestas 'improvisadas', jejeje. Tras la siesta, tuvimos unas horas de descanso, organización y terapia de grupo haciendo meditación en uno de los patios interiores de la casa, cerca dónde Pedro y Juan, encontraron en una de las catas arqueológicas un antiguo baño siglo XII, un aljibe y una bodega del siglo XIV, actualmente estamos adecuando a su uso.

En este patio empedrado con arcos de medio punto y decoración judeoconversa, estuvieron haciendo meditación con Marta, del Espacio Capriola. Siendo una experiencia inolvidable en aquel patio, tan íntimo y fresquito de toda la casa, y con la historia que sabemos bajo el suelo. Estuvieron desde las 6 de la tarde hasta las 9 de la noche un nutrido grupo de amistades haciendo ejercicios, sesiones de yoga; otro grupo, estuvieron en el patio de en medio en una improvisada tertulia literaria sobre el libro novel de Alejandro, su trama, y la disertación de Francisco José sobre la novela 'Dos mundos en Guerra', tanta enseñanza nos transmite en sus textos, en un momento de la Guerra Civil en la Batalla del Ebro. Fue una suerte que pudiera estar en la fiesta, pues tiene un periplo por muchas ciudades en la puesta en escena con su Editorial Algaida. Alejandro, Juan, José Manuel, junto con Vicente y Victoria que pudieron estar en esta tertulia, y un servidor hicimos interesantes propuestas para vernos en otros momentos del año en la casa o en otros espacios culturales de la ciudad de Córdoba.

Sobre las nueve de la noche, se presentaron con unos preciados presentes culinarios mi hermano Narciso y Rebecca, y las amistades hospedadas en el Hotel, pues mi hermano estuvo mostrando su proyecto cultural a estas amigas mías, muchas de ellas inversoras, entre ellas estaba mi Iris, y un grupo de mujeres empresarias empoderadas latinoamericanas, por cierto todas 'divorciadas'... Ya informé de este hecho a Alejandro, Juan, Guiomar, y otro algún candidato pues la noche se presentaba muy bien. Por supuesto, yo estuve toda la noche con Iris recordando nuestros viajes por Europa, Asia y América Latina; mientras Alber y Gertrudis estuvieron contando con todo lujo de detalles  su último viaje postcovid en Grecia, y donde conocieron a Carmini. Marta, mi malagueña, no pudo estar en la fiesta, pues estaba viajando a Nueva York para recibir un premio a su labor investigadora durante toda su vida, pero hablé con ella, y en el momento que regresará, en una semana, vendría a Córdoba a compartir con Narciso y conmigo el proyecto cultural, en el que quiere participar como inversora. Narciso aprovechó la fiesta para 'ofrecer' su proyecto a la pléyade de personas aquí reunidas, y la luna llena le ha traído un buen augurio, según me comentó esta mañana antes de regresar al hotel a descansar.

Ahora si sabiendo Gertrudis y Juan que soy un apasionado del Arte Español, y como me gusta la improvisación, me dieron una grata sorpresa. En un momento de la fiesta en el patio, mientras estaba explicando el viaje con Iris por la Patagonia, Juan se acercó para taparme los ojos con un pañuelo, me sentaron en una silla, pues saben que mis piernas están ya temblorosas y cansadas, y me llevaron a un lugar nocturno especial, ya os podéis imaginar cuál fue, ¿verdad?... Sí. No puedo describir con palabras lo que siento y sentí esta noche ante la inmensidad de infinitas palmeras anaranjadas, yo solo ante tanta belleza... Pues os reconozco estar enamorado de mi ciudad Córdoba a corazón abierto a lo largo de la historia, y espero que siga siendo lo que fue, al menos yo lo intento cada día de mi vida.

¡¡Uff, qué subidón... Verdad!! Pues lo mejor también fue al volver, al ver en el patio principal a todos mis seres queridos y amistades juntas, siendo cada uno de su ideología y de su vida personal, todos y todas colaborando, llenando el corazón del patio pétreo dando alegría, lágrimas emocionadas y disfrutando el carpe diem y tempus fugit tan inmediato, sobreviviendo en esta tierra multicultural, pese a quien le pese. Los que no pudieron estar, hicimos una videoconferencia en la azotea con varios lugares del mundo con Mario, Armando, Xavier, Virginia, Mónica, Tatiana, Lu, Gabriel, Eva, Laura, Ramón A., David, Alberto y Nohemy, Zumaya, Rachid... La membresía de corazones se complementa con Gregorio y Pepi, Salvador y Rafa, Fernando y Pepe, Mangeles y Pepe, César y María, Trini, Loles y Macarena, MariaRut, Eli y Cristina... 

Durante la cena y la madrugá, los corazones del patio iban y venían, cada persona podía estar el tiempo que pudiera, por supuesto, la libertad es eso, ¿no? En un momento de la cena comunitaria tocaron a la puerta de la cancela. Eran Luisa y Álvaro, los amigos de mi Marta, que dieron hospedaje a Gema, Lucía y Elvira, en su casa del Barrio de Salamanca, buenas personas y coleccionistas, traían una maleta grande sobre ruedas. Al entrar Álvaro en voz baja me dijo: "Eus, te quiero enseñar lo que hay en la maleta en tu sala privada". Nos encaminamos hacia la sala del fondo, al lado del patio donde habían estado haciendo yoga, y en una mesa fue colocando tres cajas herméticamente cerradas, y me dijo: "Eus, te hemos traído estos presentes en este día tan especial para ti".

Al destapar el primer regalo, ya sentí en la sala que no estábamos solos los tres, tras un tabique, mi ayudante Juan había indicado construir un pasadizo con celosía para observar desde otra sala lo que ocurría en esta estancia donde se conserva mi colección privada de Arte. Cuando destape las tres cajas, no daba tregua a mis pupilas, ahora y aquí estaba observando a mis musas, tras muchos años de espera e inversión. Abracé con alegría a Luisa y Álvaro, y enseguida llamé a Juan, Gema, Gertrudis y Narciso, ya que tenía que firmar unos documentos con testigos cercanos. Tras este momento, subimos todos a la azotea, eso si me asegure que dichas obras quedaban depositadas en la bodega del siglo XIV a buen recaudo, y el lunes llamar a una amiga experta en pintura y escultura española.

Al llegar a la azotea, estaba todo recogido, colocadas unas mesas, sillas, sillones, un pequeño escenario, el proyector de cine, y un recorrido de velas con inciensos agradables, todos los corazones estaban charlando, compartiendo risas, miradas, anécdotas, en un ambiente distendido con buenas copas, golosinas exquisitas, y en un instante subió al escenario Chico a cantar la canción 'Vientre', la favorita de Gertrudis. Pues sus letras aún teniendo una diferencia de edad visible, siempre he sentido así la vida, el amor y el paso del tiempo de igual forma.

A medida que iba llegando la hora de la plenitud de la Luna Llena nos fuimos quedando los más íntimos, y los que habían avisado de quedarse en las habitaciones libres en la casa. Hubo unos invitados queridos e inesperados, Aretha y Prudencio habían convocado a su manera a la comunidad felina, congregándose unos treinta en las medianeras de los tejados de la casa para estar en este momento entrañable. Cuando los corazones allí reunidos vieron a tanto gatito negro, no se asustaron, pues saben de las virtudes y buenos augurios, y más en esta Luna Llena Juliana.

Terminada la sesión musical, Lucía puso música árabe española para dar tiempo a la magia del lugar y del momento. Iris y yo, como ya os conté, estuvimos un rato solos conversando; Narciso y Rebecca, al igual cerquita; Lucía, Gema, Juan, Alejandro contando historias de miedo; Alber, Gertrudis, Guiomar y Lucrecia, amiga de Iris, conversando sobre viajes; Luisa y Álvaro con María y Johanna, amigas de Iris, hablando de arte e inversiones; Elisa y su amigo Emilio, compartiendo un momento íntimo, cerquita de mí; y el grupo de Carmencita, Mangeles, Trini, Carmen, Mari, Antonija, Trini, Cristina, Macarena, Loles, Rafa, Luis estaban reunidas hablando sobre astrología, astronomía, literatura, música, y otros temas interesantes...

Ya eran las dos de la mañana, bajamos Iris y yo al patio donde estaba la bodega renacentista, y sabiendo del gusto artístico de mi mexicana empresaria, le brindé el encuentro de contemplar y acariciar los lienzos allí depositados en las tres cajas. Tanto que nos recostamos en un sillón mientras nos miraban las tres musas, bese con dulzura y pasión a mi Iris, tanto que nuestras ropas fueron desprendiéndose de nuestros cuerpos en una unión mística real carnal de dos mundos que se encuentran en un mismo océano.

(Continuará... En el mejor momento os dejo la miel en los labios de vuestra boca... Pues la madrugá fue furtiva alocada ante las tres musas en luna llena).

Capítulo: Corazones del Patio, en la novela titulada 'Diario del Arte', escrita por Juan José García López (Córdoba, 1973). Libro en venta exclusivamente en Copisan, Copistería en calle Don Lope de los Ríos, 28, (Barrio de Santa Rosa – Valdeolleros) Córdoba, o dirigiéndote al autor: [email protected].