CULTURA

El Cabildo invierte 100.000 euros en restaurar el machón nororiental de la galería del Patio de los Naranjos

MEZQUITA MANCHON

El Cabildo Catedral de Córdoba ha invertido casi 100.000 euros en la restauración del machón nororiental de la galería del Patio de los Naranjos, en el Conjunto Monumental Mezquita-Catedral, siendo éste el último de los trabajos que la institución capitular ha llevado a cabo en el interior del monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

A este respecto y en rueda de prensa en el propio templo, el canónigo obrero, Pedro Soldado Barrios, ha explicado que dicha restauración se inició en octubre de 2020, con la presentación a la Delegación Territorial en Córdoba de la Consejería de Cultura del proyecto de rehabilitación del referido machón y su consiguiente propuesta de intervención, "fundamentada en el estado de la fábrica, una vez realizadas las actuaciones de limpieza y consolidación, y a la vista de los resultados del estudio de morteros encargado al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH)".

El proceso de limpieza y consolidación fue realizado por personal especialista en restauración y consistió en la limpieza superficial de los sillares y del material que cubría sus juntas, así como en la retirada los morteros de cemento con los que Félix Hernández recompuso el pasado siglo la perdida volumetría de la fábrica.

Tal y como se identificó en el estudio de morteros, "estos no se consideraban compatibles con los materiales pétreos originales ya que, además de aportar sales solubles, podían generar tensiones sobre los materiales adyacentes provocando su desmoronamiento interno".

Ahora, las actuaciones llevadas a cabo se han basado en el "criterio de intervención mínima, concretándose en sustituciones o reintegraciones de nuevos sillares, la reparación de los sillares que presentaban deterioros cuando sus condiciones así lo aconsejaban, un tratamiento general de protección y, por último, las medidas de mantenimiento necesarias para la correcta conservación de los paramentos de este machón".

Así, "la intervención de sustitución de sillares se ha circunscrito únicamente a aquellos que, tras la labor de limpieza y retirada de morteros de cemento y otros rellenos descompuestos, presentaban daños severos que ponían en riesgo la estabilidad de la fábrica".

Estas pérdidas de volumen tan significativas han obligado a la sustitución de estos sillares por otros de nuevo corte, que aportan la debida garantía estructural y constructiva, haciéndolo con piezas de idénticas dimensiones y características petrológicas.

Existe otro grupo de sillares cuyo deterioro es susceptible de ser reparado sin necesidad de sustitución, por tratarse de piezas con pérdidas puntuales de volumetría con una profundidad significativa.

El tratamiento en estos casos ha sido compatible con los sillares de piedra de soporte, por lo que ha consistido en la aplicación de mortero de cal. Estas reparaciones se han realizado en capas sucesivas con un espesor nunca superior a 15 milímetros, dejando secar cada capa antes de aplicar la siguiente con el fin de conseguir el correcto fraguado del mortero y utilizando varillas de fibra de vidrio para armar las zonas cuyo volumen así lo ha requerido.

En toda el área de intervención se ha realizado un nuevo sellado de juntas con mortero de cal, así como un tratamiento superficial de protección de los sillares, impermeabilizándolos mediante un hidrofugante basado en nanopartículas inorgánicas. Para evitar la afección del agua de lluvia proveniente de la cubierta, se ha prolongado la boca del canalón que se encuentra sobre el machón.

Igualmente, por lo que se refiere a mantenimiento ordinario, se ha previsto mantener limpia la superficie de los sillares, vigilando especialmente la aparición de biodeterioro o de vegetación espontánea en las juntas y en las partes bajas del machón.