Está demostrado que los niños tienen mejor rendimiento escolar cuando sus padres se interesan por sus tareas. Esto contribuye a demostrarles que lo que ellos hacen es importante y digno de reconocimiento.
Sin embargo, ayudar a los pequeños con sus deberes no tiene por qué implicar largas horas encorvados sobre un escritorio. Además, muchas veces resulta una tarea ardua conseguir que los niños se sienten a estudiar.
A continuación, repasamos algunos consejos útiles a tener en cuenta a la hora de ayudar a los niños en este momento.
1. Establecer un área y un horario adecuados
Es importante que el niño cuente con un espacio bien iluminado para hacer sus deberes. A su vez, debemos asegurarnos de que tenga a su alcance los materiales adecuados, como por ejemplo, una regla para averiguar el área del paralelogramo.
Por otra parte, establecer un horario regular para estudiar y hacer deberes ayuda a generar una rutina en el niño. Debemos atender a sus particularidades, ya que algunos prefieren estudiar temprano en la mañana y otros a la tarde.
2. Ayudar a diseñar un plan de trabajo
Como adultos, muchas veces nos podemos sentir tentados a organizar el estudio de los niños. Sin embargo, es importante que acompañemos el proceso de organización de nuestros niños con sugerencias y consejos, únicamente.
Una opción es ayudarlos a dividir una tarea escolar pesada en partes más manejables, por ejemplo. También podemos armar horarios de trabajo y cronogramas con objetivos a cumplir en distintos plazos.
3. Motivar y supervisar
Preguntarle al niño sobre sus deberes y exámenes ayuda a establecer la sensación de acompañamiento. Ellos deben saber que pueden acudir a nosotros en caso de duda o preocupación.
Si no disponemos de tiempo suficiente, podemos utilizar plataformas virtuales. Al estudiar desde casa con Tutorela, por ejemplo, contamos con profesionales que trabajan de manera personalizada, para que los niños evacúen todas sus dudas.
4. Reducir al mínimo las distracciones
Una vez que hayamos establecido los horarios destinados al estudio y a la realización de los deberes, debemos reducir cualquier elemento de distracción. Esto incluye la televisión, la música alta y las llamadas telefónicas.
Sería óptimo que todos los habitantes de la casa pudieran cooperar en esta reducción de distracciones, sobre todo en relación al teléfono. De todos modos, no olvidemos que realizar una llamada a un compañero sobre una tarea en concreto puede ser de gran ayuda.
5. No olvidar los elogios
Este último punto es clave para potenciar a largo plazo los buenos resultados. Cuando los niños realicen una tarea de manera apropiada, unas palabras de elogio pueden servir de aliento para continuar en ese camino.
A su vez, si debemos señalar que no han realizado su mejor esfuerzo, es crucial que realicemos siempre críticas constructivas. Esto les ayudará a entender los errores y poder mejorarlos, sin desanimarse.
Estos son algunos consejos que podemos tomar para acompañar a nuestros niños en la realización de sus deberes. De esta manera, no será una tarea pesada para nadie.
