El coordinador de IU en Andalucía, Toni Valero, ha asegurado esta mañana, en el marco de la XXIII edición de la Fiesta del PCA, que su formación afrontar las próximas elecciones municipales "con muchísimo optimismo y muchísima esperanza", ya que van a ser "un revés para las políticas fracasadas del PP", al tiempo que "van a generar un contrapoder desde los ayuntamientos firmes en la defensa de la mayoría social a lo largo y ancho de Andalucía frente a esa ley de la selva que quiere imponer el PP, que está deteriorando los servicios públicos y que está poniendo nuestros servicios y nuestro tejido productivo en bandeja de plata a los fondos de inversión".
Para Valero, IU puede convertirse en un motor de cambio. Así, ha avanzado que "nos vamos a presentar en más de 537 municipios", y eso demuestra, por un lado, el "arraigo territorial que tiene IU", y, por otro, su capacidad de vertebrarse con otras organizaciones y confluir, porque "IU es una fuerza hegemónica del municipalismo transformador". Eso supone casi 100 municipios más que en los anteriores comicios de 2019, que fueron 435.
Valero ha señalado que en "todas las capitales de provincia andaluzas IU se presenta con otras fuerzas", mientras que en el mundo rural, "donde somos quizá la fuerza que podemos decir casi en solitario pero con mucha fuerza y mucha capacidad", puede ganar igualmente alcaldías. A día de hoy IU tiene más de 60 alcaldías.
"Nos presentamos no sólo con un programa de gobierno para futuro, sino también dando ejemplo de políticas públicas, que son transparentes, que luchan contra la corrupción y que defiende los servicios públicos, a las familias trabajadoras y potencian la economía global", ha rematado.
Valero ha participado hoy en la presentación del libro 'Esperando a los bárbaros', de Felipe Alcaraz, junto a Manuel González, de la editorial Atrapasueños, Julia Hidalgo y Manuela Jiménez. El propio Alcaraz ha explicado las partes en que se divide su obra rematando con un último capítulo en el que da a entender que hay un fantasma vagando por Europa, la ultraderecha o neofascismo, "con dos lunares, que son Portugal y España", del mismo modo que en tiempos era el fantasma del comunismo en época de Lenin.
Y, aunque el autor ha señalado que se requiere de una revolución, esto no tiene por qué ser violenta. "Es posible que la explotación y el dominio al nivel al que se está ejerciendo en estos momentos siga convirtiéndose en algo natural, en algo normal y que haya gente que piense que no vendrán fuerzas, organizaciones, unidades que intenten cambiar esto y que van a cambiar esto, como ha pasado en muchos sitios".
Por esa razón ha asegurado que la revolución "no es que sea posible, sino que es absolutamente necesaria si no queremos convertir esto en una especie de dogmatismo de la resignación".
Ahora bien, "la violencia no es necesaria para ello". En su opinión es un concepto abstracto y depende de quién la ejerce para justificarla o no. Es más, Alcaraz ha recordado que cuando Lenin inicia la revolución en la Unión Soviética "no dispara ni un solo tiro y toma el poder; la guerra viene después por otras razones".
