Por megafonía se escuchó algo tan sencillo como que la Cofradía del Salmorejo ofrecía raciones de este plato típico de forma gratuita. Y esa misma voz de la megafonía indicaba que los comensales, literalmente, podían ir a por su «dosis». Nunca se describió mejor lo que puede sentir una persona ante un plato de esta sopa fría.
La 4ª Feria del Vino de Tinaja de Montalbán mostró una cata de vino que nada tiene que envidiar, más bien al contrario, a aquellas que se organizan en la capital, en Montilla o en Moriles. La portavoz de la Asociación de Amigos del Vino y el Vinagre (Vinavin), Carmen María Requena, explicaba que el vino de tinaja es aquel vino joven de Montilla-Moriles que no llega a entrar en el proceso de elaboración de la solera, aunque puede tener un "toque" de velo de flor. Este tipo de vino fresco no alcanza los dos años de crianza. Es algo distinto que, lamentablemente, no cuenta con la publicidad adecuada, un vino blanco con un personalidad peculiar muy diferente a la de otros puntos de España.
La Feria del Vino de Tinaja cuenta, sin exagerar, con uno de los mejores cochifritos que se pueden probar -en este caso de Cardeña- y con una exhibición de coche antiguos previa a la entrada del recinto ferial. Mientras se degustan los caldos de la tierra, orquestas de pasodoble amenizan unas jornadas que concluyen mañana y en las que el Ayuntamiento de Montalbán se vuelca al poner autobuses gratuitos desde la capital.
¿No tienen planes para el domingo? Vayan a Montalbán y acérquense a unos vinos poco conocidos que, desde luego, merecen la pena.
